Avance Manual ORACIN INICIAL Seor en medio de

  • Slides: 47
Download presentation
Avance Manual

Avance Manual

ORACIÓN INICIAL Señor, en medio de tantos avatares. En medio de tantas voces y

ORACIÓN INICIAL Señor, en medio de tantos avatares. En medio de tantas voces y de tantos silencios cómplices, quiero ir a ti. Quiero ir a ti a pesar de todas las dificultades con las que me encuentro. Sólo en ti hay una respuesta auténticamente de amor y quiero tomarla. A veces no es fácil ir a ti. Los hombres te rechazan, te tienen miedo. Borran tus signos de todas partes como si fueses un peligro público y ponerse de tu parte es casi peligroso. Pero sólo tú tienes palabras de vida eterna más allá y por encima de toda tempestad. Gracias, Señor.

TEXTO BÍBLICO Mt. 14. 22 -33 Enseguida Jesús apremió a sus discípulos a que

TEXTO BÍBLICO Mt. 14. 22 -33 Enseguida Jesús apremió a sus discípulos a que subieran a la barca y se le adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente. Y después de despedir a la gente subió al monte a solas para orar. Llegada la noche estaba allí solo. Mientras tanto la barca iba ya muy lejos de tierra, sacudida por las olas, porque el viento era contrario. A la cuarta vela de la noche se les acercó Jesús andando sobre el mar. Los discípulos, viéndole andar sobre el agua, se asustaron y gritaron de miedo, diciendo que era un fantasma. Jesús les dijo enseguida: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!» .

Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre el agua»

Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir a ti sobre el agua» . Él le dijo: «Ven» . Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua acercándose a Jesús; pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, sálvame» . Enseguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado? » . En cuanto subieron a la barca amainó el viento. Los de la barca se postraron ante él diciendo: «Realmente eres Hijo de Dios» .

LECTURA ¿Qué dice el Texto?

LECTURA ¿Qué dice el Texto?

La liturgia nos regala hoy un relato que tiene un simbolismo muy grande pero

La liturgia nos regala hoy un relato que tiene un simbolismo muy grande pero una vigencia aún más grande en cuanto al mensaje que nos quiere transmitir.

“Soy Yo, no tengan miedo”. Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre les sale al

“Soy Yo, no tengan miedo”. Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre les sale al encuentro a sus discípulos, caminando sobre las aguas, es decir, pisando el mal. Pero lo primero que sienten los discípulos es la presencia de un fantasma y se quedan cegados por la bravura del mar y la tempestad. Hacen oídos sordos a lo que les dice Jesús:

A los de la barca les cuesta fiarse de la Palabra de Jesús. Siguen

A los de la barca les cuesta fiarse de la Palabra de Jesús. Siguen enroscados en sus propias cosas, en sus miedos, en sus preocupaciones, con el ansia de pensar cada uno en sí mismo y perder la noción colectiva de comunidad.

Porque todavía no ha puesto del todo su confianza en la persona de Aquel

Porque todavía no ha puesto del todo su confianza en la persona de Aquel que ha venido para que tengamos Vida y Vida en abundancia. Pedro sin ver demasiado claro va a Jesús, pero se hunde. No teme porque se hunde sino todo lo contrario: se hunde porque teme. Porque no se fía de la Palabra de Jesús. Porque no termina de confiar.

… Hoy después de dos mil años todavía nos cuesta creer. Todavía no hemos

… Hoy después de dos mil años todavía nos cuesta creer. Todavía no hemos puesto en Él todo nuestra vida y nuestra confianza. Pasa donde nos enroscamos con el chisme, el comentario, o el qué dirán… y encima ponemos de manifiesto lo que nos divide, nos separa, nos distancia. Y le damos lugar al temor, al miedo, a la duda, a la incertidumbre.

El evangelio de hoy es una invitación a renovar la fe y permanecer fieles

El evangelio de hoy es una invitación a renovar la fe y permanecer fieles a Jesús frente a las tentaciones de la vida y las arremetidas de nuestro mundo actual.

MEDITACIÓN ¿Qué me dice el Señor en el Texto?

MEDITACIÓN ¿Qué me dice el Señor en el Texto?

Veamos TRES ACCIONES que Jesús realiza en el Evangelio. La PRIMERA. En pleno día,

Veamos TRES ACCIONES que Jesús realiza en el Evangelio. La PRIMERA. En pleno día, DEJA: deja a la multitud en el momento del éxito, cuando lo aclamaban por haber multiplicado los panes. Mientras los discípulos querían disfrutar de la gloria, los obliga rápidamente a irse y despide a la multitud. Buscado por la gente, se va solo; sube a la montaña para rezar.

Nos enseña EL VALOR DE DEJAR: dejar el éxito que hincha el corazón y

Nos enseña EL VALOR DE DEJAR: dejar el éxito que hincha el corazón y la tranquilidad que adormece el alma. Luego, en mitad de la noche, desciende de la montaña y se acerca a los suyos caminando sobre las aguas sacudidas por el viento. En todo, Jesús va contracorriente: primero deja el éxito, luego la tranquilidad.

Hacia Dios, rezando, y hacia los necesitados, amando. Son los auténticos tesoros de la

Hacia Dios, rezando, y hacia los necesitados, amando. Son los auténticos tesoros de la vida: Dios y el prójimo. Subir hacia Dios y bajar hacia los hermanos, aquí está la ruta que Jesús nos señala. ¿Para ir a dónde? Los discípulos de Jesús no están hechos para la predecible tranquilidad de una vida normal. Al igual que su Señor, viven en camino, ligeros, prontos para dejar la gloria del momento, vigilantes para no apegarse a los bienes que pasan.

La SEGUNDA ACCIÓN: en plena noche JESÚS ALIENTA. Se dirige hacia los suyos, inmersos

La SEGUNDA ACCIÓN: en plena noche JESÚS ALIENTA. Se dirige hacia los suyos, inmersos en la oscuridad, caminando «sobre el mar» . En realidad se trataba de un lago, pero el mar, con la profundidad de su oscuridad subterránea, evocaba en aquel tiempo a las fuerzas del mal. Jesús va hacia los suyos pisando a los malignos enemigos del hombre.

La barca de nuestra vida a menudo se ve zarandeada por las olas y

La barca de nuestra vida a menudo se ve zarandeada por las olas y sacudida por el viento, y cuando las aguas están en calma, pronto vuelven a agitarse. Entonces la emprendemos con las tormentas del momento, que parecen ser nuestros únicos problemas. Pero el problema no es la tormenta del momento, sino cómo navegar en la vida.

El secreto de navegar bien está en invitar a Jesús a bordo. Hay que

El secreto de navegar bien está en invitar a Jesús a bordo. Hay que darle a él el timón de la vida para que sea él quien lleve la ruta. Solo él da vida en la muerte y esperanza en el dolor; solo él sana el corazón con el perdón y libra del miedo con la confianza.

Invitemos hoy a Jesús a la barca de la vida. Igual que los discípulos,

Invitemos hoy a Jesús a la barca de la vida. Igual que los discípulos, experimentaremos que con él a bordo los vientos se calman y nunca naufragaremos. Y solo con Jesús seremos capaces también nosotros de alentar. Hay una gran necesidad de personas que sepan consolar, pero no con palabras vacías, sino con palabras de vida. En el nombre de Jesús, se da un auténtico consuelo. Solo la presencia de Jesús devuelve las fuerzas, no las palabras de ánimo formales y obligadas. ALIÉNTANOS, Señor: confortados por ti, confortaremos verdaderamente a los demás.

TERCERA ACCIÓN: Jesús, en medio de la tormenta, EXTIENDE SU MANO. Agarra a Pedro

TERCERA ACCIÓN: Jesús, en medio de la tormenta, EXTIENDE SU MANO. Agarra a Pedro que, temeroso, dudaba y, hundiéndose, gritaba: «Señor, sálvame» . Podemos ponernos en la piel de Pedro: somos gente de poca fe y estamos aquí mendigando la salvación.

Somos pobres de vida auténtica y necesitamos la mano extendida del Señor, que nos

Somos pobres de vida auténtica y necesitamos la mano extendida del Señor, que nos saque del mal. Este es el comienzo de la fe: vaciarnos de la orgullosa convicción de creernos buenos, capaces, autónomos y reconocer que necesitamos la salvación. …VIVIR LA FE EN CONTACTO CON LOS NECESITADOS es importante para todos nosotros. Reconocerse como mendigos de la salvación, hermanos y hermanas de todos, pero especialmente de los pobres, predilectos del Señor.

Jesús escuchó el grito de Pedro. Pidamos la gracia de escuchar el grito de

Jesús escuchó el grito de Pedro. Pidamos la gracia de escuchar el grito de los que viven en aguas turbulentas. EL GRITO DE LOS POBRES: es el grito ahogado de los niños que no pueden venir a la luz, de los pequeños que sufren hambre, de chicos acostumbrados al estruendo de las bombas en lugar del alegre alboroto de los juegos.

Es el grito de los ancianos descartados y abandonados. Es el grito de quienes

Es el grito de los ancianos descartados y abandonados. Es el grito de quienes se enfrentan a las tormentas de la vida sin una presencia amiga. Es el grito de quienes deben huir, dejando la casa y la tierra sin la certeza de un lugar de llegada. Es el grito de poblaciones enteras, privadas también de los enormes recursos naturales de que disponen…

Ante la dignidad humana pisoteada, a menudo uno permanece con los brazos cruzados o

Ante la dignidad humana pisoteada, a menudo uno permanece con los brazos cruzados o con los brazos caídos, impotentes ante la fuerza oscura del mal.

Pero el cristiano no puede estar con los brazos cruzados, indiferente, o con los

Pero el cristiano no puede estar con los brazos cruzados, indiferente, o con los brazos caídos. El CREYENTE EXTIENDE SU MANO, como lo hace Jesús con él.

El grito de los pobres es escuchado por Dios, ¿pero, y nosotros? ¿Tenemos ojos

El grito de los pobres es escuchado por Dios, ¿pero, y nosotros? ¿Tenemos ojos para ver, oídos para escuchar, manos extendidas para ayudar? El propio Cristo… nos pide que lo reconozcamos en el que tiene hambre y sed, en el extranjero y despojado de su dignidad, en el enfermo y el encarcelado.

El Señor extiende su mano: es un gesto gratuito, no obligado. Así es como

El Señor extiende su mano: es un gesto gratuito, no obligado. Así es como se hace. No estamos llamados a hacer el bien solo a los que nos aman. Corresponder es normal, pero Jesús pide ir más lejos: dar a los que no tienen cómo devolver, es decir, amar GRATUITAMENTE.

Miremos lo que sucede en cada una de nuestras jornadas: entre tantas cosas, ¿hacemos

Miremos lo que sucede en cada una de nuestras jornadas: entre tantas cosas, ¿hacemos algo gratuito, alguna cosa para los que no tienen cómo corresponder? Esa será nuestra mano extendida, nuestra verdadera riqueza en el cielo.

ORACIÓN ¿A qué me comprometo?

ORACIÓN ¿A qué me comprometo?

Despiértanos, Señor, de la calma ociosa, de la tranquila quietud de nuestros puertos seguros.

Despiértanos, Señor, de la calma ociosa, de la tranquila quietud de nuestros puertos seguros. Desátanos de los amarres de la autorreferencialidad que lastran la vida, libéranos de la búsqueda de nuestros éxitos. Enséñanos a saber dejar, para orientar nuestra vida en la misma dirección de la tuya: hacia Dios y hacia el prójimo.

Extiende tu mano hacia nosotros, Señor, y agárranos. Ayúdanos a amar como tú amas.

Extiende tu mano hacia nosotros, Señor, y agárranos. Ayúdanos a amar como tú amas. Enséñanos a dejar lo que pasa, a alentar al que tenemos a nuestro lado, a dar gratuitamente a quien está necesitado. Amén.

CONTEMPLACIÓN ¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?

CONTEMPLACIÓN ¿Cómo reflejo en mi vida lo que me dice Dios en el Texto?

En la voz de Jesús que le dice “Ven”, Pedro reconoce el eco del

En la voz de Jesús que le dice “Ven”, Pedro reconoce el eco del primer encuentro a orillas de aquel mismo lago y en seguida, nuevamente, deja la barca y va hacia el Maestro. ¡Y camina sobre las aguas! La respuesta confiada y pronta a la llamada del Señor hace cumplir siempre cosas extraordinarias. También Jesús nos dice que nosotros somos capaces de hacer milagros con nuestra fe: la fe en Él, en su palabra, la fe en su amor.

Pedro comienza a hundirse cuando quita la mirada de Jesús y se deja influenciar

Pedro comienza a hundirse cuando quita la mirada de Jesús y se deja influenciar por las circunstancias que lo circundan. Pero el Señor está siempre allí, y cuando Pedro lo invoca, Jesús lo salva del peligro. En la persona de Pedro, con sus entusiasmos y debilidades, se describe nuestra fe: siempre frágil y pobre, inquieta… nuestra fe que camina hacia el Señor resucitado, en medio a las tormentas y peligros del mundo.

Señor, también yo tengo que aventurarme en medio de la tempestad. Para encontrarme contigo

Señor, también yo tengo que aventurarme en medio de la tempestad. Para encontrarme contigo en la noche, tengo que aventurarme a caminar fiado sólo de tu palabra.

A Pedro la pesadez del miedo le hundió. Pedro arrastró tras de sí el

A Pedro la pesadez del miedo le hundió. Pedro arrastró tras de sí el peso de sí mismo, su ambición, su afán de sobresalir, su «ego» le ha empujado, le pesaba mucho, le ha hundido. No somos los más indicados para entenderle; no sabemos caminar sobre las aguas; no nos libramos de las cargas desproporcionadas de miedos, ridiculeces y amor propio.

Señor, enséñanos el secreto de tu ingravidez, de tu seguridad, de tu fe. ¡Ánimo!

Señor, enséñanos el secreto de tu ingravidez, de tu seguridad, de tu fe. ¡Ánimo! Soy yo, no temáis. Tú venías de orar, a solas. De ahí tu ingravidez, tu fuerza, tu seguridad… La oración derrota el miedo, libera de todo lo que nos pesa, que nos empuja y nos hunde (preocupaciones, obsesiones, imágenes desmesuradas de sí mismo…), la oración nos da elasticidad, espontaneidad, movimiento…

Jesús ha despedido a la gente después de darles de comer, pero no se

Jesús ha despedido a la gente después de darles de comer, pero no se ha separado de ellos, ni de sus problemas y dificultades; la oración le mantiene entre el Padre y los hermanos. Todo él con el Padre y todo él con las criaturas. He ahí su secreto, su ingravidez, su elasticidad, su fe.

ACCIÓN ¿A qué me comprometo?

ACCIÓN ¿A qué me comprometo?

Vuelve a leer detenidamente el texto del evangelio. Imagínate en la barca con los

Vuelve a leer detenidamente el texto del evangelio. Imagínate en la barca con los discípulos y escucha lo que dicen mientras transcurre la tormenta.

Observa a Jesús que te dice, “Ven”. Advierte como la confianza de Pedro cae

Observa a Jesús que te dice, “Ven”. Advierte como la confianza de Pedro cae cuando cambia su foco desde Jesús hacia él mismo. Reflexiona sobre tu propia vida y saca alguna conclusión.

Jesús se retira para hacer oración. Su tiempo con Dios no lo aparta del

Jesús se retira para hacer oración. Su tiempo con Dios no lo aparta del mundo, sino que lo inspira para ir en ayuda de sus atribulados discípulos. Que el tiempo que destinas a la oración te empuje y fortalezca para acompañar, escuchar, ofrecer ayuda. . . a quien está necesitado.

Haz memoria de las veces que Jesús te ha sacado de caer en las

Haz memoria de las veces que Jesús te ha sacado de caer en las “aguas del mar de tu vida”. Comprométete a confiar mas en Él. Afianza tu fe mediante la oración.

Da gracias a Dios por tantas veces como ves a tus hermanos que parecen

Da gracias a Dios por tantas veces como ves a tus hermanos que parecen hundirse en el mar y salen a flote. Haz como los discípulos. Se postraron y lo reconocen como Hijo.

A la luz de la Palabra de Dios, pregúntate ¿Qué hago para superar los

A la luz de la Palabra de Dios, pregúntate ¿Qué hago para superar los vientos contrarios? ¿Cómo está mi fe?

Sé capaz de soñar como Pedro. Jesús te puede hacer superar tus tormentas e

Sé capaz de soñar como Pedro. Jesús te puede hacer superar tus tormentas e infidelidades. . . Pon tus ojos solo en Él y camina confiado sobre las dificultades. Si algo falla, siempre tendrás su mano poderosa.

Toma conciencia de la actitud que tienes en momentos de tu vida que escuchas

Toma conciencia de la actitud que tienes en momentos de tu vida que escuchas del Señor: “…Ánimo, no teman, soy YO”. ¿Qué tienes y quieres cambiar? Lec. divina Domingo XIX T. O. Ciclo A 9 Agosto 2020. Texto: Manuel López/Eloísa Díaz-Jara Música: Ocean Whisper Montaje: Eloísa Díaz-Jara