Antologa Literatura Regional RUBN VISPO Artista Plstico Naci
Antología
Literatura Regional
RUBÉN VISPO –Artista Plástico Nació en Entre Ríos en 1917, radicado en Corrientes desde niño. Fue alumno de Adolfo Mors y de Antonio Pedro Ballerini. Integra el Grupo NUPILI. Ha realizado numerosas muestras individuales y participado en exposiciones colectivas. Ha realizado numerosos murales en la ciudad, habiendo obtenido premios en dicha especialidad. También realizó esculturas que se encuentran emplazadas en diferentes lugares de Corrientes y Río Negro. Asimismo ha diseñado y construido importantes carrozas para el carnaval correntino. Sin duda los aspectos sobresalientes de la obra artística de Vispo están relacionados con su ejemplar persistencia protagónica en el panorama de las artes plásticas locales y con su adhesión absoluta a la temática costumbrista correntina. El mismo artista refirió en cierta ocasión: “El pintor difiere del músico porque éste ejecuta para expresar su arte, mientras que el pintor acumula los testimonios de sus obras para que se sepa de ella” Merecido y justo homenaje entonces que el Museo Vidal tributa a unos de sus ilustres pintores, que ha enriquecido nuestra cultura. Esta exposición podrá ser visitada de lunes a viernes en el horario de 8 a 20 y sábados de 9 a 12 y de 17 a 20, con entrada libre y gratuita y permanecerá habilitada hasta el 27 de abril.
PARADOJA SEGUNDA Que será todo ilusión presiento. No importa. Navegante en un indefinido cosmos de galaxias peregrino hacia un incierto gélido universo hoy aquí junto al perpetuo transcurrir del agua bajo la sombra tenue del ave y de la flor sin siquiera ser semilla eterna O tal vez lo soy hacia el dios infinito del hágase hacia un espacio y hacia un tiempo nuevo desmigaré las gotas de mi ser. Entonces infinitud de los misterios infinitud del tiempo y del espacio qué hallaré. Florencio Godoy Cruz
LUNITA DE TARAGUI Recitado Brujas en fila parecen De noche los naranjales Y al borde del ancho río Son fantasmas los sauzales; Pero aparece la luna -lámpara de mis lugares. Y hay poesía en el sauzales Y en el naranjal cantares. Cantado Cuando pienso en mi corrientes Lamento no estar allí Y en las tardes por los campos Quemarme en su cuarajhí. Pero por lo que más siento No hallarme en mi taragüí Es por sus noches divinas Bañadas por el yasí. En el cielo está Con su traje azul, Por el naranjal Paseando su luz. Que pena me da No estar más allí Y verte otra vez Lunita de taragüí. Lunita que en primavera Cuando florece el azahar Navegas todas las noches Por el río Paraná. Quisiera dormirme un día Tirado en el pastizal, Y morirme despacito Mientras la luna se va. TRÁNSITO COCOMAROLA
Kilómetro 11 Vengo otra vez hasta aquí de nuevo a implorar tu amor sólo hay tristeza y dolor al verme lejos de ti. Por eso quiero saber si existe en tu pensamiento aquel puro sentimiento que me supiste tener. Culpable tan sólo soy de todo lo que he sufrido por eso es que ahora he venido y triste muy triste estoy. Olvida mi bien el enojo aquel que así nuestro amor irá a renacer porque comprendí que no sé vivir sin tu querer. Nunca vayas a olvidar que un día a este cantor le has dicho llena de amor sin ti no me podré hallar.
MARÍA VA Mirar rasgado, patitas chuecas María va pisando penas, la arena ardiente María va calcina el monte un sol de fuego María va temor pombero, palmar estero María va Quiso la siesta ponerle un niño a su soledad De trigo y luna y de su mano María va por el tabacal, tu paso María va y se bebe el sol que huele a duende María va Andando el verano de sol y chicharra A flores del monte, María, olía tu pueblo Un tren perezoso, resuello y resuello A calle regada, María, olía tu pueblo A pura inocencia de niño pueblero A calle regada, a flores del monte María, olía tu pueblo Mirar rasgado, patitas chuecas María va pisando penas, la arena ardiente María va… ANTONIO TARRAGO ROS
CANCIÓN PARA CARITO Sentado solo en un banco en la ciudad Con tu mirada recordando el litoral Tu suerte quiso estar partida, mitad verdad, mitad mentira Como esperanza de los pobres prometida Andando solo bajo la llovizna gris Fingiendo duro que tu vida fue de aquí ¿Porque cambiaste un mar de gente por donde gobierna la flor? Mira que al río nunca le falto el color Carito suelta tu pena Se haga diamante tu lagrima entre mis cuerdas Carito suelta tu piedra Para volar como el zorzal en primavera
En Buenos Aires los zapatos son modernos Pero no lucen como en la plaza de un pueblo Deja que tu luz, chiquitita, le hable en secreto a la canción Para que te ilumine un poco mas el sol Cualquier semilla cuando es planta quiere ver la misma estrella de aquel atardecer Que la salvo del pico agudo, refugiándola en lo oscuro De la gaviota arrasadora de los surcos Carito yo soy tu amigo Me ofrezco árbol para tu nido Carito suelta tu canto que el abanico En mi acordeón lo esta esperando Compositores: A. Tarrago Ros / L. Gieco https: //www. youtube. com/watch? v=UIVn. Vf. Mi. A 0 o
TARRAGO ANTONIO ROS (Curuzú Cuatiá, 18 de octubre de 1947) es un músico argentino, intérprete de música folclórica, en especial folclore litoraleño y chamamé. Entre sus temas más conocidos se encuentra «María va» , «Canción para Carito» , «Jineteando la vida» . Es reconocido por su preocupación por el medio ambiente, habiendo llegado incluso a escribir canciones sobre este tema, como «El río herido» , en contra de la instalación de las papeleras en las costas del Río Uruguay, entre otros. También ha compuesto música para algunas películas. En 1995 recibió un Premio Konex - Diploma al Mérito como uno de las 5 mejores compositores de folclore de la década en Argentina.
Mamá Cui de Franklin Rúveda Por lo de pequeña Se me ocurre así. ponerle por nombre la Madre Cuí. Allá por los ranchos Alza su hermanito, Cuida que gatee, Limpia su moquito. Apenas un palmo Separa la altura. ¡Qué larga distancia Medida en ternura! Ambos chiquilines Y él su mitaî; Ella del hermano Es Mamá Cuí. Ella que no juega Sabe hacer jugar; Ella que se cría Sabe ya criar. Sin ir a la escuela Ya cumple deberes; A falta de un moño Tiene quehaceres. ¡Qué muñeca grande Que le dio la vida, Porque sea pronto Madre recibida! En el rancho hamaca Su amoroso bien, Y de paso acuna Su niñez también. Con la infancia pobre Siempre pasa así: Antes de ser niña Ya es Mamá Cuí: Pedacito; mitaí: niñito
NORMA CAPPONCELLI Nace un 20 de junio del siglo pasado en Bell Ville, Córdoba. Dibujar, pintar, descubrir formas, jugar con las manchas de humedad y las pinturas descascaradas de las paredes fueron los comienzos artísticos. Crece siempre con el lápiz en la mano hasta llegar a Córdoba y con "una ayudita de mis amigos", como Lucy Bondone y Roberto Viola, cambia el profesorado de inglés por la Academia de Bellas Artes. Se abre a un mundo nuevo con Bepi Demonte a pura línea sensible, con José Pecker control y presión, con la visionaria Marina Waisman aprende a estudiar y armar la Historia del Arte y la Cultura, Eduardo Moisset D'Espanet ofrece un mundo de reflexión, luz y movimiento, con Ernesto Farina viene el color, con Cesar Miranda la curiosidad de otras culturas, Oscar Suarez le da la tridimensión y los materiales nuevos. Puede conocer y compartir los sueños, las ideas nuevas con compañeros que al igual que ella buscan ser parte de un acto humano cargado de experiencias de vida, vividas con la intensidad, la pasión y mucho placer.
Así llega a ser maestra, profesora superior de artes plásticas y licenciada en escultura, egresada de la Universidad de Córdoba. De esa fantástica experiencia formativa pasa a una nueva etapa en Corrientes. Continuando con la carrera artística, presentando las obras en el país y en el extranjero, en salones colectivos e individuales, también desempeñándose como docente, que le permite intervenir en la formación de muchos jóvenes. Una pintura, antes de ser un objeto artístico básicamente comienza siendo una superficie plana cubierta de colores. Los artistas la organizan según una intención determinada por un orden interno con gran sensibilidad a lo que sucedió o sucederá reflejando su cultura y su época. Pero. por sobre todas las razones, la pintura es un acto humano cargado de experiencias y de vida intensa. Es una tarea placentera sin ser un pasatiempo de pequeño alcance. Cuando llega a su fin se queda con la mitad de la obra la otra mitad se la lleva quien la mira.
CORRIENTES TIENE PAYÉ Si señor, doy fe de ello, Corrientes tiene payé. Por mucho que usted sonría pensando ¡vaya sandez! son simplezas agoreras de quien siempre quiso bien a su cuna… yo repito: ¡Corrientes tiene payé! (Tiene payé. Talismán de un infalible poder que fraguo la hechicería guaraní Imaguare. Ese encanto de mi tierra que la hace lucir tan bien es lo que afirma mi acerto… Corrientes tiene payé. )
Y si no, que nos lo digan las flores de su vergel, sus lapachos y azahares mburucuyás e irupés, sus estrellas federales, su jazmín magno y también aquella blanca sultana que hace febrero al nacer exclamar a quien la huela… ¡Corrientes tiene payé! Que lo digan los milagros de nuestra Cruz de urunday y los de aquella señora de Itatí de oscura tez. Que lo diga su paisaje, su Paraná, su Batel, su Iberá, su Rio Corrientes, su Miriñay, su Aguapey… sus campiñas encendidas con los cromos de un edén: sus palmeras dormitando bajo el asayé pité.
Campos, que un día jugando en la historia su papel vieron luchar a su pueblo con espartana altivez. Que lo digan sus fantasmas que el paisano llama infiel, el mboitatá y el pombero, y aquel Yasí Yateré cuyo silbo legendario pareciéranos traer un eco añejo que dice: Corrientes tiene payé!
Sí señor, sí que lo tiene, cómo no lo va a tener!! lo pregonan los sabores del tibio chipá heité los de sus dulces de almibar su mandioca y su miel. Lo replican sus cordionas con alma de chamamé, nos lo dicen sus guitarras cuando en el anochecer remedan en su cordaje trinos del corochiré. Nos lo gritan sus varones con viril yurupeté en las jornadas fecundas del surco, el potro y la res. Lo rubrican sus mujeres lindas morenas de ley, en el milagro de un beso de un hondo jurú pité. Lo está repitiendo todo, el campo, el cielo … y también vuelve a afirmarlo mi verso: ¡Corrientes… tiene payé! POEMA DE OSVALDO SOSA CORDERO (entre paréntesis párrafo de la versión de Los de Imaguaré)
OSVALDO SOSA CORDERO BIOGRAFÍA
Poeta, glosista, autor y compositor, José Osvaldo Sosa Cordero nació en Yaguarete Cora (hoy Concepción), Provincia de Corrientes el 6 de Julio de 1906. Hijo de paraguayos, en su niñez Sosa Cordero conoció profundamente los paisajes y los paisanos del corazón de los esteros de Corrientes, los que volcaría en el futuro en su inspirada obra autoral. Se trasladó a Corrientes para continuar sus estudios y posteriormente a Buenos Aires. En su adolescencia se relaciona con los principales cultores el tango y la música folklórica, realizando sus primeras actuaciones como glosista en el conjunto guaraní de Samuel Aguayo, quien le grabó una de sus primeras obras “Naranjerita”. En el año 1937 graba como glosista para el trío de Emilio del Campo (seudónimo de Emilio Chamorro), poniendo la voz en el chamamé “Siete Higueras” que ejecuta un joven Isaco Abitbol, registro del sello “Odeón”. Posteriormente es contratado por este mismo sello para realizar sus primeras grabaciones en el año 1942 con el conjunto “Osvaldo Sosa Cordero y sus correntinos”, el que dirigió por casi 20 años, con la salvedad de que era un conjunto solo para grabaciones, ya que nunca realizó presentaciones en vivo. Acompañaron a Sosa Cordero en su conjunto, destacados artistas litoraleños como Tránsito Cocomarola, Isaco Abitbol, Luis Ferreyra, Jovita Luna, Pedro De Ciervi, Julio Luján, el trío “Sánchez, Monges y Ayala”, el dúo “Rayo - García”, “ Miguel Repiso, los hermanos Pilepich, Lorenzo Vega y Pablo Domínguez, por citar algunos. En la década del 50 Osvaldo Sosa Cordero se radicó en Corrientes para desempeñarse como Director de Cultura de la Provincia de Corrientes. Se ha impuesto su nombre, al escenario del anfiteatro “Tránsito Cocomarola” de la ciudad de Corrientes.
En el año 1964, cansado del destrato de las grandes compañías hacia nuestro género, organizó junto a Lucas Braulio Areco, Ramón Viveros, Raúl Cerruti y Eliseo Corrales (entre otros) el primer simposio sobre chamamé de la historia, realizado en la ciudad de Posadas (Misiones), donde paralelamente concurrieron para actuar en forma gratuita celebrados artistas como Ernesto Montiel, Tránsito Cocomarola, Pedro Sánchez, Argentina Rojas, Raulito Barboza y otros, que fue la piedra fundamental del “Festival de la Música del Litoral“ de Posadas. Junto al músico y compositor Waldo Belloso grabó en el año 1967 la obra conceptual “Kurundú” (Amuleto), donde participaron grandes artistas como Ramona Galarza, Coco Díaz, Los Nocheros de Anta, Los Huanca Huá y Víctor Vázquez con los arreglos de Carlos García. José Osvaldo Sosa Cordero, es uno de los más grandes compositores de la historia del género, autor de clásicos como “Anahi”, “Alma Guaraní”, “En un Pueblito de mí Corrientes”, “Ñendivei”, “Litoraleña”, “Boquita de Miel”, “Poncho Celeste vincha Punzó”, “Mi Provincia Guaraní”, “El Encadenado” y ““Juan Payé”, entre cerca de 300 obras registradas. Osvaldo Sosa Cordero falleció en Buenos Aires el 19 de Septiembre de 1986. Se ha impuesto su nombre, al escenario del anfiteatro “Tránsito Cocomarola” de la ciudad de Corrientes.
ELSA GÓMEZ MORILLA Nace en Concordia, Entre Ríos, luego se radica en Corrientes, donde obtiene el título de Profesora de Pintura en el Instituto Superior de Bellas Artes Idiomas “Josefina Contte”. Ejerce como Profesora Titular por concurso en las cátedras de Pintura, Dibujo e Historia del Arte y Rectora del mismo. Lleva realizadas más de trescientas exposiciones, individuales y colectivas en el país en el extranjero. Desde 1950 a la fecha obtiene numerosos premios y distinciones: Primer Premio, medalla de oro, con un jurado integrado por Emilio Petorutti y Córdoba Iturburu, Primer Gran Premio Mural, el Valor más representativo en las Artes Plásticas del Certamen Bienal de Valores del Interior, realizado en Salas Nacionales de Exposición, Buenos Aires. Premio guaraní los cultores más distinguidos en el área artística, Buenos Aires. Premio Taragüí al más alto exponente de la Cultura de la Provincia de Corrientes. Premio Puente General Belgrano al artista consagrado de las provincias de Chaco y Corrientes. Premio Corrientes de Oro a la excelencia en cultura. Premio Internacional Guaraní al artista plástico más destacado de Paraguay-Argentina.
CAMBA-CUÁ Polca candombe Letra y Música: CAMBA-CUÁ Festeja los 6 de Enero su función San Baltasar, el santo más candombero que se pueda imaginar. Por ser los de este santito la función de los cambá, ya armaron el bailecito los del barrio Camba Cuá. Debajo de la enramada se entrevera el pelotón lo mismo que novillada de potrero charabón. En tanto que don Falucho cuida del chipá mbocá, ña Rita o mo timbó i pucho mientras bailan los cambá. Camba-Cuá pe ayú Camba-Cuú pe aimé y hasta ti llegué, porque rho jhaijú. Con el mbaracá Va mi corazón ¡Viva la función de mi Camba-Cuá! Camba-Cuá pe ayú Camba-Cuú pe aimé y hasta ti llegué porque rho jhaijú. Con el mbaracá Va mi corazón ¡Viva la función de mi Camba-Cuá!
SAPUCAY DE FRANKLIN RÚVEDA Grito largo. . . , inconfundible, a veces reto y soberbia, a veces más que alborozo; alarido de la tierra que sube de sus entrañas y en la sangre forcejea. Voz total del correntino, pendón, resabio y violencia, aliento entre la picada si el cachapé ya se queda y son puntal del esfuerzo cuando el pantano supera. Pregón de sostén y alarde, gozo domando a la bestia, provocación insolente invitando a la pendencia cuando la caña se inflama en odios. . . , en odios y borracheras. Arabesco gutural al chamamé y su cadencia, y aplauso ingenuo y rendido al mozo. . . , al mozo que zapatea y una lección al caudillo que va explotando miserias. Voz de atavismo y de clima que desahoga latencias, rudo y bárbaro incentivo que enardece y que libera. la sangre así sacudida corre mejor por las venas. https: //www. youtube. com/watch? v=AE 5 AZn 5 KAGY
CUANDO USTED VAYA A CORRIENTES Osvaldo Sosa Cordero Cuando usted vaya a Corrientes -y a buen seguro lo haráRecuerde lo que le digo: yo se que le va a gustar. La tierra, el agua, los vientos, podrán llevarlo hasta allá. Ya ve usted, todas las rutas invitándolo a llegar. Si es por agua, tanto sea remontando el Paraná desde Esquina, hasta las puertas de su ciudad Capital. Y aún siguiendo el derrotero que rumbo a Misiones va o bien gustando el hechizo que desde el Mocoretá hasta el confín de sus predios nos regala el Uruguay. Verá usted que encanto tiene toda su costa fluvial. Si es por aire, amigo mío, no quiera usted pedir más. Corrientes, para brindarle su salutación cordial, radiante saldrá a su encuentro apretada en su solo haz, Diciéndole: -¡Aquí me tienes, de cuerpo entero, que tal? Si es por tierra, no le digo cuánto prefiero callar, porque deseo mil veces que usted mismo estando allá, vaya gustando de aquello como se debe gustar.
Lo primero, sus campiñas, su lujuria vegetal, sus mbocayas, sus bananos, sus melosos ibahay, sus timbós y sus lapachos, su granizo de azahar, sus papainosos mamones, sus sabrosos arazás, la gloria de su tabaco, su arroz, tan famoso ya y su té, nuevo milagro de aquel suelo singular que pone en su labrantío la poesía del Ceilán. Allí están ellos y ellas mis gentes del Iberá, mis paisanos del Paiubre, mis gauchos del Miriay. Allí está mi pueblo cuna, mi Yaguareté Corá, allí un vergel de leyendas y un montón de heroicidad. Allí una Virgen morena que no tiene que envidiar a las mas bellas del mundo ni en milagros ni en bondad. Allí la noche y la luna de embrujo subtropical, allí la danza galana, allí la copla vivaz. Valseadito de mi tierra que huele a yuyo y percal. Esto todo amigo mío, esto todo y mucho mas, es cuanto quiero callarme de tanto como hay que hablar. Cuando usted vaya a Corrientes y a buen seguro lo hará, recuerde lo que le digo: -Yo sé que le va a gustar! •
LA LUNA Y LOS AZAHARES Estas leyendas provenían de las distintas tribus que habitaban el territorio guaraní en forma oral por los hombres memoriosos firmes a orillas del Río Paraná. Decían que hace muchísimo tiempo, antes de la llegada de los conquistadores a nuestra tierra. Una tribu indígena es azotada por una epidemia, posteriormente se sabe el nombre de la enfermedad, conocida como gripe. La tribu intenta encontrar algún remedio que les quite semejante calamidad y evitar de esta manera que sus hombres, mujeres y niños no se mueran por el terrible contagio. Organizan fiestas, danzas y cantos rituales que duran más del tiempo previsto para invocar a los dioses protectores y descubrir una solución. Los hombres ancianos y las mujeres observan y experimentan con las plantas medicinales, revisan los frutos de la tierra, sacan las malezas y controlan para que todo esté bien. Pero, algunas tribus guerreras de la zona hostigan a las restantes y las amenazan, infundiéndoles pánico y miedo. Los hombres de la tribu se preparan y los gritos de guerra invaden la toldería. Los hombres fuertes y saludables se alejan con la firme intención de defender a su gente y a su territorio. En las viviendas permanecen los ancianos, los enfermos, las mujeres y los niños. Juntos deben protegerse, cuidarse cada uno de acuerdo con sus habilidades, sus destrezas y ayudar sin dificultad en el quehacer cotidiano. El cacique le encomienda a Yasí, el cuidado y la salud de los indiecitos. Pasó mucho tiempo y la mujer no descuida su objetivo, ni de día ni de noche. Uno de los pequeños la acompaña con curiosidad y cariño, puesto que observa minuciosamente el amor que ella les proporciona a los niños.
En las tardes de sol cuando juntos descansan y disfrutan comiendo las jugosas naranjas que le regala la madre naturaleza. El indiecito trepa a un árbol cualquiera y se entretiene mirando las hojas, estudia el vuelo de los pájaros y los insectos. Contempla los crepúsculos y atiende pacientemente las recomendaciones de la bella Yasí, quien siempre presta atención para que no se alimente con alguna comida peligrosa, y también para que no trague las semillas por temor a que se pueda enfermar. A Yasi le complace que el niño es libre, que se sienta feliz haciendo lo que a él le gusta, aunque los otros pequeños hacen otras cosas. Yasí comprueba que gracias a la buena alimentación y consumo de cítricos no tose, ni siquiera estornuda. Pero, el agotamiento del suelo y la sequía azotan la región. Las plantas de cítricos mueren lentamente, la tierra arde y se agrieta. La epidemia aparece como un horroroso castigo. En un rincón guardado como un magnífico tesoro están acumuladas las semillas que el indiecito esconde. Yasí lloraba arrodillada con muchísimo desconsuelo. El niño pensativo, silencioso y apesadumbrado, no soporta el dolor y la congoja que le produce semejante situación. Entonces, traga una por una las semillas y se encamina hacia un terreno sin malezas. Pasan los días y también las noches. Al ver que el niño no vuelve lo buscan hasta el cansancio, mientras lentamente la metamorfosis ocurre. De los pies del niño nacen las raíces, el cuerpo se transforma en un tronco, los brazos en ramas con abundantes y brillantes hojas; de los cabellos surgen unas pequeñas flores blancas perfumadas. Nace el naranjo en flor y de sus frutos se obtiene la vitamina “C”, que sirve de prevención y protección a los seres humanos para las enfermedades en las vías respiratorias. También las hojas son usadas para hacer infusiones que acompañan con una torta asada para saciar el hambre de los niños pobres en el campo. Cuando Yasi lo encuentra, unas aves piadosas de la región le cuentan lo acaecido en una hermosa canción. Ella, suavemente cuando el sol se oculta, asciende al firmamento mudada en luna como su nombre guaraní y en honor a este maravilloso acontecimiento, nos dice la canción: “ Por el cielo va con su traje azul / por el naranjal paseando su luz”. https: //www. youtube. com/watch? v=a. Bmz. NMUi 8 xo Sandra Eugenia Schaffer
Retrato topiario de Malenka en el parque del artista Pablo Suárez (2003)
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