San Juan Eudes En un momento de oracin

San Juan Eudes En un momento de oración pide la presencia del Espíritu Santo Los invito a empezar en silencio nuestra Eucaristía Dominical apaga tus celulares o cualquier distractor

Dame un nuevo corazón señor, un corazón para alabarte Un corazón para servirte, yo quiero un nuevo corazón señor. Limpio como el cristal, dulce como la miel, Un corazón que sea como el tuyo señor. Dame un nuevo corazón señor, un corazón para adorarte Un corazón para seguirte, yo quiero un nuevo corazón señor.

Parroquia Nuestra Señora de la Salud II DE CUARESMA 28 febrero 2010

Ten piedad de mi, oh Señor, ten piedad de mi. (bis) Ten piedad Jesucristo ten piedad

LECTURA DEL LIBRO DEL GENESIS (15, 5 -12, 17 -18) Una noche el Señor llevo afuera a Abrahán y le dijo: ”mira al cielo y cuenta, si puedes, las estrellas. ” y añadió: ”así será tu descendencia. ” y Abrahán le creyó al Señor y con ese acto de fe agradó al Dios.

Todos: El Señor es mi luz y mi salvación.

LECTURA DE LA CARTE DEL APOSTOL SAN PABLO A LOS FILIPENSES (3, 17 -4, 1) El transformara nuestro pobre cuerpo mortal, comunicándole la gloria de su propio cuerpo, con el poder que tiene para someter toda las cosas a su imperio. Así pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y orgullo: manténgase, queridos míos firmes en el señor.

TU PALABRA SEÑOR ES LA VERDAD Y TU LEY NUESTRA LIBERTAD.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS (9, 28 B-36)

Jesús tomó consigo a Pedro, a Juan y a Santiago y subió al monte para orar. 29 Mientras oraba, cambió el aspecto de su rostro y sus vestidos se volvieron de una blancura resplandeciente. 28 Tabor

En esto aparecieron conversando con él dos hombres. Eran Moisés y Elías, 31 que, resplandecientes de gloria, hablaban del éxodo que Jesús había de consumar en Jerusalén. 30 Basílica de la Transfiguración

Pedro y sus compañeros, aunque estaban cargados de sueño, se mantuvieron despiertos y vieron la gloria de Jesús y a los dos que estaban con él. 32

Cuando éstos se retiraban, Pedro dijo a Jesús: –Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Vamos a hacer tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Pedro no sabía lo que decía. 33

Mientras estaba hablando, vino una nube y los cubrió; y se asustaron al entrar 35 en la nube. de la nube salió una voz que decía: –Este es mi Hijo elegido; escuchadlo. 34

Mientras sonaba la voz, Jesús se quedó solo. Ellos guardaron silencio y no contaron a nadie por entonces nada de lo que habían visto. 36

ESTE ES MI HIJO, MI ELEGIDO, ESCÚCHENLO. Maestro, ¡qué bueno que estamos aquí. Si quieres voy a construir tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías Jesús De pronto llevó aparecieron Pedro, Juan Pedro estaba yalos hablando otrosados sin y Después de oir la voz, los Moisés apensar Santiago yen ello aestaban profeta un Elías alto discípulos quecerro decía. muy discípulos vieron que Jesús para rodeados orar. Mientras de una luz Jesús Luego sehablaba, oyó una voz que Mientras cansados, pero lograron una nube se había quedado solo yde hermosa. oraba Los cara dos cambió decía: bajó vencer y sesu eldetuvo sueño encima yhablaban vieron de a durante algún tiempo no le aspecto con Jesús yellos. su acerca ropa se degloria puso su y Jesús todos rodeado de Lossu tres contaron a nadie lo yque muerte blanca en Jerusalén brillante. deél. su discípulos a Moisés tuvieron yy. Elías con mucho habían visto. al cielo. resurrección y partida miedo. Cuando los dos acompañantes estaban por irse dijo Pedro: .

1. orar; y que “mientras oraba” cambió su rostro. Jesús nos invita al Tabor, a una experiencia gozosa de Dios. Subir a la montaña, símbolo de lo inmenso y majestuoso, supone elevación, retiro, anhelo de limpieza y belleza, silencio gratificante, oración, paz, esfuerzo, tensión y sacrificio en el ascenso, lucha contra la comodidad, superación. . .

2 - La muerte se le aparece a Jesús, y a nosotros, como un signo transfigurado y empieza a ser vista por él como liberación y camino hacia la “gloria”. El final no es el Calvario, sino el Tabor. .

3. Las experiencias espirituales no son para separarnos de la realidad sino para darnos luz y fuerza para afrontar en toda su profundidad, el mensaje, el camino y la causa de Jesús.

Esta es nuestra fe. Esta es la fe de toda la Iglesia, que nos gloriamos en profesar en Cristo Jesús nuestro Señor.

Todos: Conviértenos, a Ti, Señor.

Ofertorio Te presentamos el vino y el pan, bendito seas por siempre señor. Bendito seas, Señor, por este pan que nos diste, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres.

Te presentamos el vino y el pan, bendito seas por siempre señor. Bendito seas, Señor, el vino Tú nos lo diste, fruto de la tierra y del trabajo de los hombres. Te presentamos el vino y el pan, bendito seas por siempre señor.

Santo, Santo, Santo el Señor. El cielo y la tierra están llenos de ti. Hosanna, Hosanna los ángeles cantan. Hosanna, Hosanna cantamos a Dios. Bendito es Cristo que viene, en el nombre del señor.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, El pecado del mundo, Ten piedad, señor, ten piedad De nosotros, señor, ten piedad Ten piedad, señor, ten piedad De nosotros y danos la paz.

CANTO DE COMUNIÓN Tan cerca de mi, tan cerca de mi, que hasta lo puedo tocar, Jesús está aquí. 1. No busques a Cristo en lo alto, ni lo busques en la oscuridad, muy cerca de ti en tu corazón puedes encontrar a tu señor.

3. Le hablaré muy quedo al oído, le contaré las cosas que hay en mí y que solo a él le interesarán, él es más que un santo para mi.

Señor, ayúdame a esparcir tu fragancia allí donde vaya. Resplandece a través de mí y sé en mí, para que todas las almas que me rocen sientan tu presencia en mi alma. Deja que alcen la mirada y ya no me vean a mí, sino a ti, Señor. Quédate conmigo y empezaré a brillar como Tú brillas, con un brillo que iluminará a los demás. Y esa luz, Señor, saldrá de ti, no será mía: serás Tú, iluminando a los demás a través de mí. (. . . ) Deja que predique sin predicar, no a través de la palabra, sino de mi ejemplo, de una fuerza arrebatadora, la influencia de la compasión en lo que hago, la patente plenitud que el amor de mi corazón te profesa. J. H. Newman