Los 7 pecados Capitales Gula La gula es

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Los 7 pecados Capitales

Los 7 pecados Capitales

Gula La gula es un vicio del deseo desordenado por el placer conectado con

Gula La gula es un vicio del deseo desordenado por el placer conectado con la comida o la bebida. Este deseo puede ser pecaminoso de varias formas (siempre siguiendo los conceptos de dicha religión): 1. Comer o beber en exceso de lo que el cuerpo necesita. 2. Cortejar el gusto por cierta clase de comida a sabiendas que va en detrimento de la salud. 3. Consentir el apetito por comidas o bebidas costosas, especialmente cuando una dieta lujosa está fuera del alcance económico. 4. Comer o beber vorazmente dándole más atención a la comida que a los que nos acompañan. 5. Desperdiciar la comida estando en la misma categoría que la de comer más de lo que necesita el

Avaricia La avaricia es un deseo desordenado de posesión y de adquirir riquezas para

Avaricia La avaricia es un deseo desordenado de posesión y de adquirir riquezas para atesorarlas. La codicia, por su parte es el afán excesivo de riquezas, sin necesidad de querer atesorarlas.

Codicia La codicia (o a veces la avaricia) se considera un pecado capital, y

Codicia La codicia (o a veces la avaricia) se considera un pecado capital, y como tal, en cualquier sociedad y época, ha sido demostrada como un vicio. En efecto, al tratarse de un deseo que sobrepasa los límites de lo ordinario o lícito, se califica con este sustantivo actitudes Despectivas en lo referente a las riquezas.

Pereza Todos los seres vivos que se mueven, tienden a no malgastar energías si

Pereza Todos los seres vivos que se mueven, tienden a no malgastar energías si no hay un beneficio, que no tiene por qué ser seguro e inmediato: puede ser algo probable o que se obtendrá en un futuro. Algunos ejemplos serían: • Perseguir una presa para comer. • Limpiarse. • Practicar cualquier hobby, para mejorar habilidades. Puede que sólo se haga por simple placer, que en realidad indica algún tipo de beneficio.

Ira Ira, procedente del latín ira, es la pasión del alma que causa indignación

Ira Ira, procedente del latín ira, es la pasión del alma que causa indignación y enfado, o bien, apetito o deseo de venganza, o como causa de violencia contra los demás o contra uno mismo.

Soberbia (del latín superbia) y orgullo (del catalán orgull y francés orgueil), son propiamente

Soberbia (del latín superbia) y orgullo (del catalán orgull y francés orgueil), son propiamente sinónimos aún cuando coloquialmente se les atribuye connotaciones particulares cuyos matices las diferencian. Otros sinónimos son: altivez, arrogancia, vanidad, etc. Como antónimos tenemos: humildad, modestia, sencillez, etc. la soberbia se la concreta con el deseo de ser preferido a otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad.

La Envidia De acuerdo a la primera definición la envidia es sentir tristeza o

La Envidia De acuerdo a la primera definición la envidia es sentir tristeza o pesar por el bien ajeno. De acuerdo a esta definición lo que no le agrada al envidioso no es tanto algún objeto en particular que un tercero pueda tener sino la felicidad en ese otro. Entendida de esta manera, es posible concluir que la envidia es la madre del resentimiento, un sentimiento que no busca que a uno le vaya mejor sino que al otro le vaya peor. De acuerdo a la segunda de las acepciones la envidia se puede encuadrar dentro de la emulación o deseo de poseer algo que otro posee. Siendo en este caso que lo envidiado no es un sujeto sino un objeto material o intelectual. Por lo tanto en esta segunda acepción la base de la envidia sería el sentimiento de desagrado por no tener algo y además de eso el afán de poseer ese algo. Esto puede llegar a implicar el deseo de privar de ese algo al otro en el caso de que el objeto en disputa sea el único disponible. Una tercera posibilidad para comprender lo que la envidia implica sería la combinación de las dos acepciones mencionadas anteriormente. Cualquiera sea el caso, la envidia es un sentimiento que nunca produce nada positivo en el que lo padece sino una insalvable amargura.