Amor de padres Diseo J L Caravias sj

Amor de padres Diseño: J. L. Caravias sj

Crezcan, multiplíquense y pueblen la tierra Gn 9, 1

No me explico cómo nacieron ustedes de mí. No fui yo la que les dio el aliento y la vida; no fui yo la que les ordenó los elementos de su cuerpo. Fue el Creador del mundo, el inventor de la naturaleza, el que los formó en mi seno. 2 Mac 7, 22 s Sí, Señor, tú formaste mis entrañas, me tejiste en el seno de mi madre. Sal 139, 13

Dichosos los que respetan al Señor y siguen su camino. Tu esposa será como parra fecunda en la intimidad de tu casa, tus hijos serán como brotes de olivo alrededor de tu mesa. Que el Señor te bendiga y veas a los hijos de tus hijos Sal 128, 1. 3. 6

Si un padre llega a morir, es como si no hubiera muerto, porque deja tras de sí a un hijo que se le parece. Cuando vivía, al verlo, se regocijaba; al morir no se siente apenado Eclo 30, 4 -5

Sean buenos del todo, como es bueno su Padre del cielo Mt 5, 48

Corrige a tu hijo: te ahorrarás inquietudes y será la felicidad de tu alma. El que ahorra el castigo a su hijo no lo quiere. El que lo ama se dedica a enderezarlo. Prov 13, 24 Prov 29, 17

El niño dejado a sus caprichos es vergüenza de su madre. Prov 29, 15 Mientras haya esperanza, castiga a tu hijo; no dejes que vaya a la muerte Prov 19, 18

Hay reprensiones inoportunas; hay un silencio propio del hombre sensato. Eclo 20, 1 No reprendas antes de examinar; reflexiona primero, y después reprende. Eclo 11, 7

Escucha, hijo, las instrucciones de un padre y presta atención para adquirir la prudencia. Yo quiero transmitirte un saber precioso; no descuides, pues, mi enseñanza. Prov 4, 1 -4 Porque también fui hijo querido de mi padre y amado tiernamente por mi madre. Sujeta mis palabras en tu corazón, observa mis consejos y vivirás feliz.

Hijo mío, ten compasión de mí, que durante nueve meses te llevé en mi seno y te he amamantado, te crié y te eduqué hasta el día de hoy. Te pido, hijo mío, que mirando al cielo y a la tierra y a cuanto hay en ella, conozcas que de la nada hizo Dios todo esto y también el género humano fue hecho así. 2 Mac 7, 27 -29

¿Por qué me buscaban? ¿No saben que tengo que ocuparme en las cosas de mi Padre? Ellos no comprendieron la respuesta de Jesús. Pero su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Lc 2, 51

Padres, no hagan de sus hijos unos rebeldes, sino que edúquenlos, usando las correcciones y advertencias que puede inspirar el Señor. Ef. 6, 4 Padres, no sean demasiado exigentes con sus hijos, no sea que se desanimen Col 3, 21

Les escribo, padres, porque conocen al que es desde el principio. Les escribo, jóvenes, porque son fuertes, la Palabra de Dios permanece en ustedes y ya han vencido al Maligno. 1 Jn 2, 14