SANIDAD DIVINA PARA EL CUERPO ALMA Y ESPRITU

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SANIDAD DIVINA PARA EL CUERPO, ALMA Y ESPÍRITU

SANIDAD DIVINA PARA EL CUERPO, ALMA Y ESPÍRITU

TEXTOS DE SANIDAD DIVINA Marcos 3: 1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga;

TEXTOS DE SANIDAD DIVINA Marcos 3: 1 Otra vez entró Jesús en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano. 2 Y le acechaban para ver si en el día de reposo le sanaría, a fin de poder acusarle. 3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio. 4 Y les dijo: ¿Es lícito en los días de reposo hacer bien, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban. 5 Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. 9 Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen. 10 Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él. 11 Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. 12 Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen. 14 Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar, 15 y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:

TEXTOS DE SANIDAD DIVINA Mateo 8: 14 Vino Jesús a casa de Pedro, y

TEXTOS DE SANIDAD DIVINA Mateo 8: 14 Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con fiebre. 15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. 16 Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos; 17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias Mateo 10: 8 Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia. Mateo 25: 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

TEXTOS DE SANIDAD DIVINA Hechos 5: 12 Y por la mano de los apóstoles

TEXTOS DE SANIDAD DIVINA Hechos 5: 12 Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón. 13 De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente. 14 Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres; 15 tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. 16 Y aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados. 2 Timoteo 4: 20 Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo Santiago 5: 13 – 18¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. 14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

Santiago 5: 17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y

Santiago 5: 17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. 18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto. Salmo 103: 2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. 3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; Hechos 3: 11 Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico que se llama de Salomón. 12 Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a éste? 13 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando éste había resuelto ponerle en libertad. 14 Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y pedisteis que se os diese un homicida, 15 y matasteis al Autor de la vida, a quien Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. 16 Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su nombre; y la fe que es por él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de todos vosotros. Filipenses 2: 25 Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; 26 porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado. 27 Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza.

SANIDAD DIVINA La gracia soberana y misericordia de Dios, a través de la expiación

SANIDAD DIVINA La gracia soberana y misericordia de Dios, a través de la expiación de Cristo por todos nuestros pecados y en última instancia por las consecuencias del pecado, provee para la sanidad/salvación de nuestras almas así como de nuestros cuerpos mediante Su obra en el Calvario. De acuerdo al testimonio de Cristo y Sus apóstoles, según aparece registrado en los evangelios y el libro de los Hechos (Marcos 3: 1– 5, 9– 12, 14, 15; Mateo 10: 8; Hechos 5: 12), la iglesia cree que la sanidad divina ocurre mediante el poder de Dios sin la ayuda de la medicina o destrezas quirúrgicas (Mateo 8: 14 – 17). Aunque es claro que Dios no siempre sana inmediatamente en respuesta a todas nuestras oraciones por sanidad (sea bien de una persona o alguien que esté orando a favor de otro —véase 2 Timoteo 4: 20), también es un claro deber bíblico de los ancianos y ministros de la iglesia orar por los enfermos y visitarlos (Santiago 5: 13 – 18 con Mateo 25: 34 – 40)…continua

(viene)… “Bendice, alma mía, á Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él

(viene)… “Bendice, alma mía, á Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias” (Salmo 103: 2, 3). Este texto se refiere directamente al alma, sin embargo, toda la persona (espíritu, alma y cuerpo) puede ser sanada divinamente por el poder de Dios. La sanidad de personas en respuesta a la fe y la oración (Hechos 3: 11– 16) y por la misericordia especial de Dios (para librar a algunos de Sus siervos de más tristeza, véase Filipenses 2: 25 – 27) es sin duda confirmado en las Escrituras. Tenemos el deber de continuar orando fervientemente por los enfermos, dejándolo humildemente en las manos de Dios para que Él obre Su voluntad soberana. PRINCIPIOS BIBLICOS, CREENCIAS Y PRACTICAS DE LA IDP

SANIDAD DIVINA La sanidad divina ocurre mediante el poder de Dios sin la ayuda

SANIDAD DIVINA La sanidad divina ocurre mediante el poder de Dios sin la ayuda de la medicina o destrezas quirúrgicas Mateo 8: 8 -17 Salmo 103: 2, 3 se refiere directamente al alma.

COMO ADMINISTRAR SANIDAD A. Orar por si mismo. Santiago 5: 13 ¿Está alguno entre

COMO ADMINISTRAR SANIDAD A. Orar por si mismo. Santiago 5: 13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? B. Pedid a otros que ore por usted. Santiago 5: 16 «…Orad unos por otros, para que seáis sanados? C. Llame a los ancianos de la iglesia Santiago 5: 14 «Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia y oren por él ungiéndole con aceite en el nombre del Señor»

La mujer con flujo de sangre (Lucas 8: 43 -48)

La mujer con flujo de sangre (Lucas 8: 43 -48)

“Bendice, alma mía, á Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es

“Bendice, alma mía, á Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias” (Salmo 103: 2, 3) LA SANIDAD INTERIOR LA MENTE O EL ALMA 1. Nuestra mente o alma tiene 3 niveles, el consciente, el subconsciente y el inconsciente. A. El consciente es todo conocimiento o pensamiento, que sabemos con claridad. A este nivel opera el carácter social. B. El subconsciente es el reino de oposición a la razón. Aquí opera sentimientos y deseos egoístas. C. El inconsciente es el reino de los pensamientos descontrolados. 2. Nada se olvida. Nuestra mente es como una grabadora. 3. Heridas que permanecen sin sanar, afectan nuestra conciencia, cambian, controlan nuestro carácter y permanecen hasta que tomamos acción para eliminarla.