RESPONDAMOS COMO JESUS INTRODUCCIN En este estudio quiero

RESPONDAMOS COMO JESUS. INTRODUCCIÒN: En este estudio quiero que examinemos como nuestro Señor Jesucristo respondía cuando le hacían preguntas. Jesús es el maestro de maestro, no hay ni ha habido nunca ningún maestro como Jesús y tenemos que aprender de El para enseñar la verdad. Lamentablemente muchas veces nosotros los predicadores los que enseñamos, ayudamos para que los hermanos sean perezosos en el estudio de la palabra de Dios. Por ejemplo, viene un hermano o hermana con cierta pregunta. ¿Es pecado el fumar? Y nosotros rápidamente contestamos SI, es pecado, y ya damos los textos, es una verdad, no dejamos que los hermanos sean diligentes en querer examinar sobre el tema.

Cuando alguien nos pregunte sobre determinado tema, digámosles vamos a estudiar, no digamos tan pronto es pecado o no es pecado vayamos estudiemos con él o con ella y que ella o el saque sus propias conclusiones del tema, para que tengan sus propias convicciones. Por eso muchos hermanos no tienen convicciones en determinado tema y ni lo pueden defender porque, no lo investigaron no sacaron sus propias conclusiones, por eso muchos dicen es pecado por que el hermano o predicador lo dice, muchas veces estamos iguales que nuestros amigos evangélicos, porque el pastor dice que es pecado o no es pecado, ellos dicen mi pastor dice que es pecado. Así muchos hermanos lamentablemente dicen lo mismo es pecado por que el hermano o predicador dice que es pecado, o no es pecado por que el hermano lo dice. Hay hermanos que hacen determinada pregunta por qué no quieren ellos mismos examinar las escrituras, quieren todo fácil, que le digan si o no, y ya. No hermanos estudiemos con ellos y que ellos saquen sus propias conclusiones del tema. Si el cree que es pecado va estar convencido por el mismo, y va tener más convicciones.

RESPONDAMOS COMO JESUS. El maestro de maestro fue muy cuidadoso en esto. No contribuyo a la pereza de la persona, sino que lo mando a investigar que pensara que meditara. Que sacara sus propias conclusiones al investigar sobre el tema. En Mateo. 9: 14. Entonces se le acercaron* los discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, pero tus discípulos no ayunan? A Jesús le hacen una pregunta sobre el ayuno. Pero miremos la respuesta de Jesús. V. 15. Y Jesús les dijo: ¿Acaso los acompañantes del novio pueden estar de luto mientras el novio está con ellos? Pero vendrán días cuando el novio les será quitado, y entonces ayunarán.

Jesús no responde eso esta malo o está bueno. No al contrario Jesús los hace pensar y les hace ver lo verdadero para que ayunar. El ayuno era cuando había momentos de dolor de tristeza. Como el ejemplo de David. II Samuel. 12: 16 -23. David rogó a Dios por el niño; y ayunó, y fue y pasó la noche acostado en el suelo. V. 17. Y los ancianos de su casa se pusieron a su lado para levantarlo del suelo, mas él no quiso, y no comió pan con ellos. V. 18. Sucedió que al séptimo día el niño murió; y los siervos de David temían informarle que el niño había muerto, pues se decían: He aquí, cuando el niño estaba todavía vivo, le hablábamos y no nos escuchaba. ¿Cómo, pues, vamos a decirle que el niño ha muerto? Puede hacerse daño.

V. 19. Pero viendo David que sus siervos susurraban entre sí, comprendió que el niño había muerto, y dijo a sus siervos: ¿Ha muerto el niño? Y ellos respondieron: Ha muerto. V. 20. Entonces David se levantó del suelo, se lavó, se ungió y se cambió de ropa; entró en la casa del SEÑOR y adoró. Después vino a su casa y cuando pidió, le pusieron comida delante y comió. V. 21. Y sus siervos le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho? Mientras el niño vivía, ayunabas y llorabas, pero cuando el niño murió, te levantaste y comiste pan. V. 22. Y él respondió: Mientras el niño aún vivía, yo ayunaba y lloraba, pues me decía: "¿Quién sabe si el SEÑOR tendrá compasión de mí y el niño viva? " V. 23. Pero ahora que ha muerto, ¿por qué he de ayunar? ¿Podré hacer que vuelva? Yo iré a él, pero él no volverá a mí.

Allí está un verdadero ejemplo del ayuno, pero los fariseos lo hacían para ser visto por los hombres. Mateo. 6: 16 -18. Y cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los hombres que están ayunando. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. V. 17. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, V. 18. para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Aun así, Jesús nos le dijo: eso esta malo porque tiene que ser de esta manera, Jesús no lo hace, dejo que ellos sacaran sus propias conclusiones y así ver ellos mismos, si estaban haciendo lo correcto o incorrecto. En Mateo. 11: 2 -3. Y al oír Juan en la cárcel de las obras de Cristo, mandó por medio de sus discípulos

V. 3. a decirle: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperaremos a otro? Juan mando a sus discípulos a preguntarle a Jesús, si Él era el Cristo o El que había de venir. Pero Jesús no respondió si soy yo, decidle a Juan que yo soy. Eso hubiera sido fácil, pero Jesús le dijo: V. 4. Y respondiendo Jesús, les dijo: Id y contad a Juan lo que oís y veis: V. 5. los CIEGOS RECIBEN LA VISTA y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO. Al llegar los discípulos de Juan a donde Juan y decirles estas cosas, Juan tenía que sacar sus propias conclusiones o deducciones que Él era el Cristo. Por qué las escrituras hablaban eso del Cristo, del Mesías. Isaías. 35: 5 -6.

Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se destaparán. V. 6. El cojo entonces saltará como un ciervo, y la lengua del mudo gritará de júbilo, porque aguas brotarán en el desierto y arroyos en el Arabá. Juan tenía que razonar pensar, si el sabia de las escrituras, iba a concluir que Jesús era el Cristo. Mateo. 12: 1 -2. Por aquel tiempo Jesús pasó por entre los sembrados en el día de reposo; sus discípulos tuvieron hambre, y empezaron a arrancar espigas y a comer. V. 2. Y cuando lo vieron los fariseos, le dijeron: Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. Los fariseos le reclaman algo a Jesús. Pero Jesús no le respondió, ustedes son legalista o están equivocados, o están locos. Jesús los mando a las escrituras. V. 3.

Pero El les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre, ¿No habéis leído lo que hizo David? Jesús apela a las escrituras para que ellos sacaran sus conclusiones o deducciones si estaba bien o mal lo que hacían los discípulos. Mateo. 12: 24 -27. Pero cuando los fariseos lo oyeron, dijeron: Este no expulsa los demonios sino por Beelzebú, el príncipe de los demonios. V. 25. Y conociendo Jesús sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie. V. 26. Y si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo; ¿cómo puede entonces mantenerse en pie su reino? Los Fariseos acusan falsamente a Jesús, pero Jesús no le responde diciendo están equivocados, sino los hace que ellos piensen investiguen si lo que ellos dicen esta correcto o incorrecto.

V. 27. Y si yo expulso los demonios por Beelzebú, ¿por quién los expulsan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. ¿Por quién los expulsan vuestros hijos? El argumento es este: ustedes los Fariseos reclaman que personas asociadas con ustedes (Sus hijos) Echan fueran demonios, pero sin atribuir ese poder a Satanás, se condenan a sí mismos, pues al afirmar que yo lo hago por Satanás, sus socios (Hijos) También están mal. Ellos tenían que ponerse a pensar a meditar y llegarían a la conclusión si su acusación está bien o mal. Mateo. 12: 38 -40. Entonces le respondieron algunos de los escribas y fariseos, diciendo: Maestro, queremos ver una señal de parte tuya. V. 39. Pero respondiendo El, les dijo: Una generación perversa y adúltera demanda señal, y ninguna señal se le dará, sino la señal de Jonás el profeta; V. 40.

porque como ESTUVO JONAS EN EL VIENTRE DEL MONSTRUO MARINO TRES DIAS Y TRES NOCHES, así estará el Hijo del Hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra. Los Escribas y Fariseos piden una señal. Lo más fácil hubiera sido que Jesús hiciera la señal y ya. Pero no fue así, al contrario, Jesús los pones a pensar razonar, investigar. Lamentablemente muchas veces las personas quieren que les demostremos que somos cristianos yendo a un bar, o a una fiesta, y muchos cristianos caen en ese error. Jesús no cayó en ese error, tampoco nosotros caigamos en él. No vamos a demostrar ser cristiano yendo o no yendo a una fiesta o a un bar, sino con nuestros hechos, nuestra conducta, nuestra forma de vivir, y así ellos sacaran sus propias conclusiones si practicamos lo que predicamos. Mateo. 16: 1 -3. Entonces los fariseos y los saduceos se acercaron a Jesús, y para ponerle a prueba le pidieron que les mostrara una señal del cielo.

V. 2. Pero respondiendo El, les dijo: Al caer la tarde decís: "Hará buen tiempo, porque el cielo está rojizo. " V. 3. Y por la mañana: "Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojizo y amenazador. " ¿Sabéis discernir el aspecto del cielo, pero no podéis discernir las señales de los tiempos? De nuevo los Fariseos y los Saduceos piden señal a Jesús. Pero Jesús les responde que ellos saben discernir cuando va a llover y cuando no. Así tenían que saber si Él era El Mesías o el Cristo, al ir a investigar lo que las profecías hablan del Mesías, y así podían discernir si era o no El Mesías. Mateo. 17: 9 -12. Mientras descendían del monte, Jesús les ordenó, diciendo: No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos. V. 10. Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que Elías debe venir primero?

Y respondiendo El, dijo: Elías ciertamente viene, y restaurará todas las cosas; V. 12. pero yo os digo que Elías ya vino y no lo reconocieron, sino que le hicieron todo lo que quisieron. Así también el Hijo del Hombre va a padecer a manos de ellos. Los discípulos le hacen una pregunta a Jesús. ¿Por qué pues dicen los Escribas que Elías debe venir primero? Jesús le respondió que, si los Escribas están en lo correcto, pero Jesús no les dijo la respuesta quien era Elías. Sino que los discípulos tenían que investigar meditar que habla de Juan el bautista. Y como los Escribas que esperan a Elías personalmente, y no en la persona de Juan el bautista. Mateo. 21: 23 -27. Cuando llegó Jesús al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se le acercaron mientras enseñaba, diciendo: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio esta autoridad?

V. 24. Y respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os haré una pregunta, que si me la contestáis, yo también os diré con qué autoridad hago estas cosas. V. 25. ¿De dónde era el bautismo de Juan? , ¿del cielo o de los hombres? Y ellos discurrían entre sí, diciendo: Si decimos: "Del cielo", El nos dirá: "Entonces, ¿por qué no le creísteis? " V. 26. Y si decimos: "De los hombres", tememos a la multitud; porque todos tienen a Juan por profeta. V. 27. Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. El a su vez les dijo: Tampoco yo os diré con qué autoridad hago estas cosas. Cuando Jesús llega al templo los Sacerdotes y los ancianos le hacen una pregunta. ¿Con que autoridad haces estas cosas, y quien te dio esta autoridad?

Los sacerdotes y ancianos sabían que había una autoridad para hacer las cosas, pero lamentablemente ellos no reconocieron la autoridad de Jesús. Pero Jesús no le responde, bueno yo hago esto con la autoridad de ser Dios, no lo hizo así, sino que contesto con otra pregunta. Para que ellos fueran sinceros y llegaran a la conclusión correcta al contestar sinceramente, ellos iban a llegar a la conclusión correcta. Mateo. 22: 16 -21. Y le enviaron* sus discípulos junto con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres veraz y que enseñas el camino de Dios con verdad, y no buscas el favor de nadie, porque eres imparcial. V. 17. Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito pagar impuesto al César, o no? V. 18. Pero Jesús, conociendo su malicia, dijo: ¿Por qué me ponéis a prueba, hipócritas? V. 19.

Mostradme la moneda que se usa para pagar ese impuesto. Y le trajeron un denario. V. 20. Y El les dijo*: ¿De quién es esta imagen y esta inscripción? V. 21. Ellos le dijeron*: Del César. Entonces El les dijo*: Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Llegan donde Jesús con otra pregunta, en cuanto al impuesto, ¿Si era licito pagar impuesto al cesar o no? Pero Jesús no contesto si es lícito o no es licito, sino que los pones a que ellos saquen sus conclusiones. Así nosotros hermanos debemos de enseñar, no nos apresuremos a decir si es pecado o no es pecado, estudiemos y que la propia persona concluya si es correcto o no. Mateo. 22: 23 -29. Ese día se le acercaron algunos saduceos (los que dicen que no hay resurrección), y le preguntaron,

V. 24. diciendo: Maestro, Moisés dijo: "SI ALGUNO MUERE SIN TENER HIJOS, SU HERMANO, COMO PARIENTE MAS CERCANO, SE CASARA CON SU MUJER Y LEVANTARA DESCENDENCIA A SU HERMANO. " V. 25. Ahora bien, había entre nosotros siete hermanos; y el primero se casó, y murió; pero no teniendo descendencia, le dejó la mujer a su hermano; V. 26. de igual manera también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo. Y después de todos, murió la mujer. V. 28. Por tanto, en la resurrección, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque todos ellos la tuvieron. V. 29. Pero Jesús respondió y les dijo: Estáis equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios.

Los Saduceos hacen una pregunta en cuanto a la resurrección. Pero Jesús no le contestas como ellos querían, sino que los mandas a las escrituras. No comprendían las escrituras, les manda a investigarla bien, para que así vean que ellos estaban equivocados. Mateo. 27: 11. Y Jesús compareció delante del gobernador, y éste le interrogó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices. Los gobernantes le preguntaban ¿Eres tú el rey de los judíos? Jesús no les dijo SI YO SOY. Sino que tú lo dices, con eso ellos tenían que pensar, razonar, que Jesús le estaba diciendo que si él era EL REY DE LOS JUDIOS. Y no solo de ellos sino de todo el mundo. Juan. 18: 37. Pilato le pregunta ¿Así que eres tú rey? Jesús no respondió SI YO SOY REY. Sino que dejo que Pilato sacara sus conclusiones si era o no rey. Jesús le dijo: “Yo para esto he nacido” ¿Para qué? Para ser rey.

CONCLUSIÒN: Hermanos Jesús es el maestro de maestro no habrá nunca nadie como El, como dijeron los alguaciles “Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla”. Juan. 7: 46. Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla! Jamás seremos como El maestro de maestro, pero podemos aprender de Él. No nos apresuremos a contestar alguna pregunta, no digamos sí o no, sino que estudiemos con la persona sin decirle si o no, sino que ella a través de la palabra de Dios saque sus conclusiones si está haciendo bien o mal. Seamos como los de Berea. Hechos. 17: 11.

Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así. Y por su propia investigación de las escrituras creyeron se convencieron. Hechos. 17: 12. Por eso muchos de ellos creyeron, así como también un buen número de griegos, hombres y mujeres de distinción. No impongamos nuestro criterio a la fuerza, sino vayamos siempre a la palabra de Dios, la cual es nuestra guía siempre y en todo.

POR SU FINA ATENCION. DIOS NOS BENDIGA A TODOS.