Los aspectos ms importantes de una Cristologa sistemtica

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Los aspectos más importantes de una Cristología sistemática LA DIVINIDAD DE JESUCRISTO

Los aspectos más importantes de una Cristología sistemática LA DIVINIDAD DE JESUCRISTO

Introducción � La reflexión teológica que se hizo sobre Jesús por parte de las

Introducción � La reflexión teológica que se hizo sobre Jesús por parte de las primeras comunidades cristianas, tiene un doble trasfondo: - La experiencia pre-pascual de los discípulos con el Jesús histórico. - La experiencia pascual como algo nuevo pero con el mismo Jesús que conocieron.

Introducción � La cristología (la reflexión sobre Jesucristo) nace del encuentro con el Jesús

Introducción � La cristología (la reflexión sobre Jesucristo) nace del encuentro con el Jesús histórico, pero no como algo pasado, sino como exaltado y de nuevo presente en el Espíritu. � Las reflexiones sobre Jesús que encontramos en el NT (y que se extienden a lo largo de los siglos) no hacen más que sacar las consecuencias de ese encuentro con el histórico y resucitado.

1. - Cristologías del NT � Desde el inicio del cristianismo se dieron diferentes

1. - Cristologías del NT � Desde el inicio del cristianismo se dieron diferentes intentos de formulación y formas de expresión acerca de la realidad de Jesucristo. � Las diferentes cristologías que hallamos en el NT se deben a la situación vital de cada comunidad y a su cultura. � Hay una pluralidad de concepciones, pero en ellas subyace una unidad esencial.

1. - Cristologías del NT a) Mateo presenta a Jesús como aquel en quien

1. - Cristologías del NT a) Mateo presenta a Jesús como aquel en quien se cumplieron las promesas davídicas. Mateo usa el AT, específicamente las profecías mesiánicas, para demostrarle a su comunidad (judeocristianos), que Jesús es el hijo de David, el nuevo Moisés.

1. - Cristologías del NT b) Marcos subraya que Jesús es profundamente humano y,

1. - Cristologías del NT b) Marcos subraya que Jesús es profundamente humano y, más que humano, el Hijo de Dios. Marcos escribe su evangelio de manera tal que Jesús, durante su vida terrena, conserva el secreto sobre su identidad (secreto mesiánico) para que sus discípulos la averigüen; una vez descubierta en la cruz y resurrección, sus discípulos reconocen en él al Hijo de Dios y lo siguen.

1. - Cristologías del NT c) Lucas presenta a Jesús como el cumplimiento del

1. - Cristologías del NT c) Lucas presenta a Jesús como el cumplimiento del plan salvífico de Dios, el signo de la misericordia y del perdón que se ofrece a todos los hombres. Esta cristología proviene del contexto en el que escribe Lucas: para cristianos provenientes del paganismo. Lucas les hace ver que Jesús se encarnó, vivió, murió y resucitó también por ellos.

1. - Cristologías del NT d) Juan presenta a Jesús como el Logos de

1. - Cristologías del NT d) Juan presenta a Jesús como el Logos de Dios preexistente, que se hizo carne (Jn 1 -1 -18), vencedor de Satanás, el que quita el pecado del mundo, el enviado por Dios para dar la vida eterna. La cristología muy elaborada de Juan se debe al contexto helénico de su composición y al propósito de combatir las herejías surgidas hacia finales del siglo I.

1. - Cristologías del NT e) Pablo, reflexionando sobre el misterio pascual de Cristo,

1. - Cristologías del NT e) Pablo, reflexionando sobre el misterio pascual de Cristo, llega hasta el misterio de su preexistencia y su encarnación. Para Pablo, Jesús nos revela al Padre porque es la imagen de Dios y nos revela también que su Espíritu actúa en la Iglesia que es su Cuerpo.

1. - Cristologías del NT f) En la carta a los Hebreos encontramos una

1. - Cristologías del NT f) En la carta a los Hebreos encontramos una cristología sacerdotal. Haciendo una comparación entre el sacerdocio del AT y el de Cristo, el autor establece la superioridad del sacerdocio ejercido por Jesús: fue un único sacrificio, realizado con su propia sangre, consiguiendo el verdadero perdón de los pecados.

2. Títulos cristológicos � Los títulos cristológicos le sirvieron a los discípulos y a

2. Títulos cristológicos � Los títulos cristológicos le sirvieron a los discípulos y a la primera comunidad cristiana para designar a Cristo, aunque no necesariamente lo significan. � Todos ellos nacieron para intentar dar respuesta a la pregunta por la identidad de Jesús: “¿Quién dicen ustedes que soy yo? ”.

2. Títulos cristológicos Mesías – Cristo – Ungido (Mc 8, 27 -30). � En

2. Títulos cristológicos Mesías – Cristo – Ungido (Mc 8, 27 -30). � En el AT, Mesías es aquella persona ungida con aceite por una designación divina. También es el salvador esperado por el pueblo judío, el descendiente de David que traería la liberación definitiva de la opresión. � Los discípulos vieron a Jesús como Mesías. Para ellos, Jesús fue el liberador definitivo del pueblo.

2. Títulos cristológicos Hijo del hombre. � La expresión “hijo del hombre” designa también

2. Títulos cristológicos Hijo del hombre. � La expresión “hijo del hombre” designa también a un hombre cualquiera, un individuo de la especie humana. Esta acepción fue la que probablemente aceptó Jesús. � La comunidad cristiana vio en él a un verdadero ser humano, a uno que sabe lo que es la vida humana, a uno que se mezcla con la humanidad total, y que fue glorificado por Dios.

2. Títulos cristológicos Hijo de Dios. � Después de la resurrección, para los cristianos

2. Títulos cristológicos Hijo de Dios. � Después de la resurrección, para los cristianos era evidente que Jesús era el “Hijo de Dios”, no un hijo más. � Con esta expresión, los cristianos querían expresar que Jesús viene de Dios, que ha sido enviado por un Dios-Padre desde su propio seno. Su vinculación con el Padre es distinta a la nuestra.

2. Títulos cristológicos Señor. � En el NT, la palabra κϋριος (kyrios) se emplea

2. Títulos cristológicos Señor. � En el NT, la palabra κϋριος (kyrios) se emplea como fórmula de tratamiento de honor a un varón. Ejm: dirigirse a alguien y llamarlo “señor”. � Kyrios es el término con el que la Biblia griega designa a Yahvé. Esto significa que llamar a Jesús “Señor” es equipararle con Dios, sin que por ello se les confunda.

El desarrollo de la reflexión cristológica a lo largo de los primeros siglos del

El desarrollo de la reflexión cristológica a lo largo de los primeros siglos del cristianismo Las primeras formulaciones cristológicas

3. Cristologías en los siglos I y II � Que Jesús es “verdadero Dios

3. Cristologías en los siglos I y II � Que Jesús es “verdadero Dios y verdadero hombre” es una afirmación que solo se puede decir en la fe. Para la inteligencia humana es una afirmación incomprensible. � No obstante, desde los primeros tiempos, la comunidad cristiana ha estado empeñada hasta el límite en comprender y expresar este misterio, usando la Escritura (judeo-cristianos) o categorías filosóficas (cristianos helénicos).

3. Cristologías en los siglos I y II � Algunos intentos de respuesta a

3. Cristologías en los siglos I y II � Algunos intentos de respuesta a este dilema estuvieron en línea con la ortodoxia, pero otros tipos de respuesta salieron de los límites de la fe de la Iglesia: son las herejías. � Frente a las herejías que surgieron en estos siglos, grandes maestros cristianos (algunos filósofos) intentaron corregir estas desviaciones.

3. Cristologías en los siglos I y II 1. CORRIENTES HERÉTICAS � El hecho

3. Cristologías en los siglos I y II 1. CORRIENTES HERÉTICAS � El hecho de que los cristianos llamaran a Jesús “Señor” e “Hijo de Dios”, representó un gran problema para los cristianos provenientes del judaísmo que eran monoteístas. � ¿Se reconocían dos dioses en la fe juedocristiana? El hecho de que a un hombre cualquiera se le atribuyese la divinidad, parecía un sinsentido.

3. Cristologías en los siglos I y II � Para resolver este dilema, había

3. Cristologías en los siglos I y II � Para resolver este dilema, había dos alternativas: - O sustraer de la humanidad de Jesús la naturaleza de Dios (poner el acento en la humanidad). - O disolver en la esencia de Dios la humanidad de Jesús (acentuar la divinidad). � “¡Jesús, o es hombre o es Dios, pero no ambas cosas a la vez!”, parecía la única solución. Así nació el debate cristológico.

3. Cristologías en los siglos I y II 1. 1. Las que acentúan la

3. Cristologías en los siglos I y II 1. 1. Las que acentúan la humanidad de Jesús. � Una de las opciones fue acentuar el aspecto humano de Jesús de tal modo que su dimensión divina quedara desdibujada. � La raíz de esta opción estaba en el monoteísmo judío: Dios es uno (Dt 6, 4); el shemá judío.

3. Cristologías en los siglos I y II a) Ebionismo (finales del s. I).

3. Cristologías en los siglos I y II a) Ebionismo (finales del s. I). � Su doctrina se basa en la siguiente afirmación: “Cristo es el verdadero profeta dotado de poderes especiales, pero en el fondo solo un hombre”. � Los ebionitas reconocen cierta trascendencia en Jesucristo, pero niegan que sea el Hijo generado por el Padre y niegan su pre-existencia.

3. Cristologías en los siglos I y II b) Cerinto (Asia menor – s.

3. Cristologías en los siglos I y II b) Cerinto (Asia menor – s. I). � Afirma que Jesús fue un simple hombre. Cuando recibió el bautismo de Juan, descendió sobre él una virtud divina que le confirió la extraordinaria facultad de realizar milagros. Esta virtud le abandonó en el momento de su pasión y muerte.

3. Cristologías en los siglos I y II c) Adopcionismo. � Para los adopcionistas

3. Cristologías en los siglos I y II c) Adopcionismo. � Para los adopcionistas consideran a Jesús como hijo adoptado por Dios en el momento del bautismo. � Dice: “Jesús no es Dios por naturaleza, sino un hombre sobre el que descendió el Espíritu Santo y al que Dios ha aceptado (adoptado) por Hijo. � Subrayan la ejemplaridad moral de Jesús, que le valió el poder de hacer milagros

3. Cristologías en los siglos I y II d) Conclusiones. � Las herejías que

3. Cristologías en los siglos I y II d) Conclusiones. � Las herejías que acentúan la humanidad de Jesús, parten de un monoteísmo cerrado que no admite que Jesús sea Dios igual que el Padre. � Estas herejías constituían un problema: si Jesús no es Dios, entonces no hubo encarnación; y si no hubo encarnación tampoco hubo salvación, porque solo Dios puede salvar.