Donde hay dos o tres reunidos Una humilde

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Donde hay dos o tres reunidos Una humilde concreción del Reino Jesús dijo a

Donde hay dos o tres reunidos Una humilde concreción del Reino Jesús dijo a sus discípulos: «Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano. Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad. Y si tampoco quiere escuchar a la comunidad, considéralo como pagano o publicano. Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo. También les aseguro que si dos de ustedes se unen en la tierra para pedir algo, mi Padre que está en el cielo se lo concederá. Porque donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos» (Mt 18, 15 -20) En el desarrollo del Evangelio de Mateo el Reino de los Cielos, hecho presente en las acciones de Jesús y explicado a través de sus parábolas, encuentra una incipiente concreción en una comunidad de creyentes que recibe el nombre de EKKLESÍA (Iglesia). La versión griega de los LXX tradujo con esta palabra la reunión de ISRAEL en el desierto (Dt 23, 2). . El contexto de la confesión mesiánica [ «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16)] y de su inspiración celestial sugiere que la FE que Pedro proclama en nombre de todo el grupo es el cimiento sobre el cual Jesús construirá su comunidad. Seguidamente el Evangelio trata de las relaciones entre los miembros de esa pequeña comunidad de Reino. Una pregunta de los discípulos abre el discurso: «¿quién es el más importante en el Reino de los cielos? » (Mt 18, 1). Para responder a la pregunta muestra a un niño: a los ojos de Jesús no es el poder, sino la carencia del mismo, lo que hace importante a una persona. Ese es el ideal para los que deben presidir en la comunidad.

DOMINGO XXIII - Tiempo Ordinario Donde hay dos o tres reunidos Cuando surgen los

DOMINGO XXIII - Tiempo Ordinario Donde hay dos o tres reunidos Cuando surgen los conflictos Jesús dijo a sus discípulos: «Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano» (Mt 18, 15) En toda asociación de personas que interactúan entre sí es inevitable que surjan conflictos. El modo cómo una pequeña comunidad maneja esos conflictos es determinante para su supervivencia. El Apóstol Pablo reprendió a los miembros de la comunidad de Corinto por no ser capaz de resolver sus conflictos por sí mismos, desacreditándose ante la sociedad por el recurso a los tribunales públicos: «¡Y pensar que cuando ustedes tienen litigios, buscan como jueces a los que no son nadie para la Iglesia! Lo digo para avergonzarlos: ¡por lo visto, no hay entre ustedes ni siquiera un hombre sensato, que sea capaz de servir de árbitro entre sus hermanos! ¡Un hermano pleitea con otro, y esto, delante de los que no creen!» (1 Co 6, 4 -6). Por eso las antiguas asociaciones religiosas, así como iniciaban a sus miembros a través de una cuidadosa disciplina del secreto y contaban para su organización con autoridades propias, trataban también de resolver los conflictos mediante sus propios tribunales. Los procedimientos de REPROBACION y RECONCILIACION descritos en el Evangelio de Mateo tienen afinidad con los de otras comunidades de la misma época.

DOMINGO XXIII - Tiempo Ordinario Donde hay dos o tres reunidos Buscar la conversión,

DOMINGO XXIII - Tiempo Ordinario Donde hay dos o tres reunidos Buscar la conversión, no el castigo «Si tu hermano peca, ve y corrígelo en privado. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano» (Mt 18, 15) El precepto bíblico ordena, como primer paso, la corrección en privado: «No andes difamando entre los tuyos; no demandes contra la vida de tu prójimo. Yo, YHWH. No odies en tu corazón a tu hermano, pero corrige a tu prójimo, para que no te cargues con pecado por su causa» (Lv 19, 16 -17). La tradición sapiencial siguió desarrollando la consigna para todos los creyentes: «Interroga a tu amigo: quizá no haya hecho nada, y si acaso lo ha hecho, para que no reincida. Interroga a tu prójimo: quizá no ha dicho nada, y si acaso lo ha dicho, para que no repita. Interroga a tu amigo: que hay calumnia a menudo, no creas todo lo que se dice» (Eclo 19, 13 -15). «Guárdense pues, hijos míos, del odio, porque comete impiedades, incluso contra el Señor. Si un hermano da un mal paso, desea enseguida anunciárselo a todos y se apresura para que sea juzgado y muera por ello castigado […] Ustedes, en cambio, ámense de corazón unos a otros, y si alguno comete una falta contra ti, díselo con paz, apartando el veneno del odio sin mantener el engaño en tu alma. Y si tras confesar su culpa se arrepintiere, perdónalo. Si la niega, no entres con él en disputa, no sea que se empecine entre juramentos y cometas tú una doble falta. Pero si lo niega y se avergüenza de sentirse reprobado, quédate tranquilo y no continúes arguyéndole, pues el que niega, da muestras de arrepentimiento. No te ofenderá más, sino que te honrará, te temerá y mantendrá la paz contigo. Pero si es un desvergonzado y persiste en la maldad, perdónale de corazón y deja a Dios la venganza» (Testamento de Gad 4, 1 -3; 6, 3 -7)

DOMINGO XXIII - Tiempo Ordinario Donde hay dos o tres reunidos Evitar la humillación

DOMINGO XXIII - Tiempo Ordinario Donde hay dos o tres reunidos Evitar la humillación pública «Si no te escucha, busca una o dos personas más, para que el asunto se decida por la declaración de dos o tres testigos. Si se niega a hacerles caso, dilo a la comunidad» (Mt 18, 16 -17) El precepto del Levítico siguió siendo la principal inspiración para la regulación de los conflictos en comunidades organizadas, como las de los esenios. El recurso a los dirigentes comunitarios se indica sólo una vez que ha fracasado la instancia de los TESTIGOS: «Que se corrijan uno a otro, con verdad, con tranquilidad y con amor lleno de buena voluntad y benevolencia para cada uno. Que nadie hable con mal humor, o con irritación, o con dureza de espíritu y mal corazón. Que no reprenda con odio; el día que lo haya hecho de esta manera, el amonestado no será más responsable si falta. Igualmente, que nadie acuse a otro en presencia de los «grandes» sin haberle avisado antes delante de dos testigos» (1 QS 5, 24 -6, 1). «Aquel de entre los miembros de la Alianza que acuse a su prójimo sin haberlo reprendido delante de dos testigos, o que haga su acusación movido por la cólera, o denuncie al hermano a sus superiores con el fin de que éstos lo desprecien, éste es el que «se venga y guarda rencor» . Está escrito: «Solamente el Señor tomará venganza de sus enemigos y guardará rencor contra sus adversarios» (Nah 1, 2). Si alguien guardó silencio de un día para otro y, todavía bajo el efecto de la cólera, hace una acusación de un crimen de muerte, contra sí mismo está testimoniando, porque no guardó el precepto de Dios que le ordena: «Reprenderás antes a tu hermano, para no cargarte con pecado por su causa [Lv 19, 17]» (CD 9, 3 -8).

DOMINGO XXIII - Tiempo Ordinario Donde hay dos o tres reunidos El juicio de

DOMINGO XXIII - Tiempo Ordinario Donde hay dos o tres reunidos El juicio de la asamblea «Y si tampoco quiere escuchar a la asamblea [Ekklesía], considéralo como pagano o publicano» (Mt 18, 17) El recurso a los dirigentes comunitarios sigue siendo la instancia decisiva en toda sociedad organizada, particular o civil. Así, el escribano de la ciudad de Éfeso disuelve una asamblea [Ekklesía] autoconvocada contra el Apóstol Pablo (Hech 19, 32), remitiendo la resolución del conflicto a una asamblea legal [ennomos] que pueda analizar el caso: «Si tienen una queja contra alguien, para eso están los tribunales y los procónsules ante quienes se pueden presentar las acusaciones. Si ustedes tienen que debatir algún otro asunto, se decidirá en la ASAMBLEA [Ekklesía] legal» (Hech 19, 38 -39). En grupos religiosos grecorromanos, como los adores de Baco (Iobakhoi), existían normas de disciplina para resolver los conflictos de la cofradía que podían llegar hasta la exclusión: «Si alguien comenzara una pelea… o usando un lenguaje injurioso contra alguien, el que fue insultado presentará dos Iobakhoi para que testifiquen bajo juramento que oyeron cómo era injuriado o insultado, y aquel que sea declarado culpable de insulto pagará a la sociedad 25 dracmas recién acuñados» (Estatutos 73 -80). «Si alguien golpease a otro, el que fuera atacado presentará una queja por escrito al sacerdote o al vicesacerdote, que convocará una asamblea, y los Iobakhoi decidirán sobre el asunto por votación. . . Y se le castigará con pena de exclusión durante un periodo determinado» (Estatutos 84 -89).

DOMINGO XXIII - Tiempo Ordinario Donde hay dos o tres reunidos Solicitud para con

DOMINGO XXIII - Tiempo Ordinario Donde hay dos o tres reunidos Solicitud para con el extraviado «Y si tampoco quiere escuchar a la asamblea, considéralo como pagano o publicano» (Mt 18, 17) La mentalidad corriente prefiere perder una persona a que se destruya toda una institución. Sería todo un éxito conservar un 99% y perder tan sólo un 1 %. Pero la parábola sobre el rescate de la OVEJA EXTRAVIADA (Mt 18, 10 -14) muestra que el Reino de Dios se rige por una escala de valores diferente: Jesús vino a buscar a los que están extraviados. ¿Cómo se debe tratar a la oveja extraviada o pecadora? El Evangelio nos muestra que es preferible el AMOR más que la AUTORIDAD. Lo habitual es recurrir directamente al que tiene autoridad para sancionar. Pero Jesús enseña a hacer lo posible para «ganar a su hermano» (Mt 18, 15). Y cuando el «hermano» se muestra recalcitrante y se obstina en su conducta, la consigna de Jesús no es separarlo. Al contrario, la consigna es: «Considéralo como un gentil o un publicano» (Mt 18, 17). Jesús envía a los apóstoles a que enseñen a los gentiles (cf. Mt 28, 19) y, por otro lado, ha mostrado un interés especial por un publicano como Mateo, al que invita a seguirlo (cf Mt 9, 9; 10, 3). Por eso, aquellos señalados como «pecadores» tendrían que ser objeto de la preocupación y apertura de la Iglesia, para imitar así a un Jesús interesado en buscar a los publicanos, y que fue acusado de ser amigo de ellos (cf. 11, 9).

Donde hay dos o tres reunidos Reunidos en su Nombre «Donde hay dos o

Donde hay dos o tres reunidos Reunidos en su Nombre «Donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos» (Mt 18, 20) Cuando el Templo de Jerusalén fue destruido por los romanos, surgió la inquietud acerca el lugar donde se podría encontrar desde entonces la PRESENCIA de Dios (Shekiná). La synagoga (REUNIÓN) de los creyentes sería el espacio donde se la podría encontrar: «Si dos personas están juntas y median entre ellas palabras de la Torah, la Shekiná está en medio de ellos, como está escrito: cuando los temerosos de Dios hablan mutuamente, el Señor los oye y escucha y es escrito un libro de memorias en su presencia para los justos del Señor y para los que consideran su Nombre [Mal 3, 16] (Mishná Abbot 3, 2)» Los creyentes de la comunidad de Mateo vivieron esta misma convicción. Cuando se vive esa solicitud por la reconciliación del hermano extraviado, la Iglesia prolonga las acciones misericordiosas de Jesús y se transforma en un signo de su PRESENCIA en el mundo.