PONERSE EN LOS ZAPATOS DE OTRO PONERSE EN

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PONERSE EN LOS ZAPATOS DE OTRO

PONERSE EN LOS ZAPATOS DE OTRO

PONERSE EN LOS ZAPATOS DE OTRO INTROCUSIÓN: • Quizá, este tema lo habíamos estudiado

PONERSE EN LOS ZAPATOS DE OTRO INTROCUSIÓN: • Quizá, este tema lo habíamos estudiado pensando solamente en la gratitud, pero en esta ocasión vamos a profundizar un poco más, pensando en los detalles que Dios nos presenta aquí en esta historia. El los tiempos de Jesús encontramos personas que aunque creían en Dios, no se trataban entre si, existían barreras, y unos pensaban una cosa, y los otra cosa, de esa forma unos se creían mas santos que los otros, y se acusaban mutuamente, y de esa forma la barrera crecía cada día más.

Esto lo encontramos registrado en Juan 4: 6 -9, dice: Y estaba allí el

Esto lo encontramos registrado en Juan 4: 6 -9, dice: Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta. Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: DAME DE BEBER. Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? PORQUE JUDÍOS Y SAMARITANOS NO SE TRATAN ENTRE SÍ

¿Qué rebela este texto bíblico? Este texto nos rebela la rivalidad que existía entre

¿Qué rebela este texto bíblico? Este texto nos rebela la rivalidad que existía entre estos dos grupos de «creyentes» , la mujer se niega a satisfacer la sed de este hombre, por el solo hechos de ser judío, los judíos decían que era en Jerusalén donde se debía orar, y los samaritanos decían que era en ese monte, donde estaba el poso de Jacob (Juan 4: 20).

El texto para este tema se encuentra en Lucas 17: 11 -19. 11 Yendo

El texto para este tema se encuentra en Lucas 17: 11 -19. 11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. 12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos 13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! 14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. 15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, 16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? 19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

Los diez leprosos eran «creyentes»

Los diez leprosos eran «creyentes»

Recuerde que los judíos no se trataban con los samaritanos, y Jesús se presenta

Recuerde que los judíos no se trataban con los samaritanos, y Jesús se presenta allí quizá, con un propósito definido, demostrar que para Dios no debe existir diferencia de razas ni nacionalidad, para Él todos somos iguales.

El texto dice: «Los leprosos se pararon a lo lejos» Para saber ¿Por qué

El texto dice: «Los leprosos se pararon a lo lejos» Para saber ¿Por qué se «pararon a lo lejos» ? (véase Lev 13: 45 -46 ; Núm. 5: 2, 3). No era una distancia fija; pero una autoridad establecía que fueran por lo menos cincuenta metros los que separaran al leproso de los sanos. Ahí vemos el absoluto aislamiento en que tenían que vivir los leprosos. Esta es la historia Bíblica que nos muestra la realidad de la ingratitud. Los leprosos clamaron a Jesús en una situación desesperada; ¡JESÚS, MAESTRO, TEN MISERICORDIA DE NOSOTROS! Él los curó, y nueve de los diez no volvieron a darle las gracias. Eso es lo que suele pasar: una vez que se ha obtenido lo que se necesitaba, no se vuelve ni para dar las gracias.

Este comportamientos indica al menos tres cosas: 1). A menudo somos desagradecidos con nuestros

Este comportamientos indica al menos tres cosas: 1). A menudo somos desagradecidos con nuestros padres. Hubo una época de nuestra vida en la que cuando éramos bebes, si nos hubieran abandonado unos pocos días, nos habríamos muerto. De todas las criaturas, el ser humano es el que tarda más en independizarse de sus padres. Pero a veces llega el día en que los padres son una molestia, y muchos jóvenes no están dispuestos a pagar la deuda de gratitud que les deben.

2). A menudo somos desagradecidos con nuestros semejantes. Será raro entre nosotros el que,

2). A menudo somos desagradecidos con nuestros semejantes. Será raro entre nosotros el que, siendo ya independientes, no haya recibido una ayuda considerable en algún momento de necesidad, y más raro el que haya devuelto la deuda de gratitud que contrajo. A veces un amigo, o maestro, o médico, hace algo por nosotros que nunca podremos pagar; pero lo malo es que hasta lo olvidamos.

3). A menudo somos desagradecidos con Dios. En algún momento de amarga necesidad hemos

3). A menudo somos desagradecidos con Dios. En algún momento de amarga necesidad hemos orado con intensidad desesperada; pero pasó aquella situación, y nos olvidamos de Dios dio a su amado Hijo por nosotros a la muerte de cruz, y muchos no le hemos dado ni siquiera las gracias. La mejor gratitud es tratar de ser un poco más dignos, o menos indignos, de su bondad y misericordia. "Bendice, alma mía al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios» , dice el Sal. 103: 2.

Jesús les dice a los leprosos: «Id, mostraos a los sacerdotes» . ¿Usted creé

Jesús les dice a los leprosos: «Id, mostraos a los sacerdotes» . ¿Usted creé que Jesús podría haberlos curado inmediatamente? ¡Claro que sí! ¿Por que les pidió que se mostraran a los sacerdotes? Jesús esperó que los leprosos hicieran su parte, demostrando su fe en él. Tenían que acudir a los mismos sacerdotes que los habían declarado inmundos, y ellos podían haberle respondido a Jesús: «Señor, fueron ellos que nos declararon leprosos» . Pero el texto dice que inmediatamente obedecieron la orden del Señor. Este acto demostró su fe en la palabra de Jesús.

Y en la medida que ellos avanzaban la lepra iba desapareciendo, es lo que

Y en la medida que ellos avanzaban la lepra iba desapareciendo, es lo que llamamos la «santificación» , Dios hace su parte, pero tu tienes que hacer la parte que solamente la tienes que hacer tu solo. ¿Qué quiere decir con que los leprosos se pararon lejos? Los leprosos se pararon lejos porque no querían comprometerse con Jesús, solamente les interesa su curación. Y una vez obtenido el beneficio se olvidaron de Él.

Pero uno al verse sanado «volvió, glorificando a Dios a gran voz, 16 y

Pero uno al verse sanado «volvió, glorificando a Dios a gran voz, 16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. 17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? 19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado» . Aquí vemos que la misericordia de Dios es incondicional, Él hace «salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos» (Mateo 5: 45). Por supuesto que los otros nueve también fueron sanados de su lepra, pro solamente este samaritano se salvó porque reconoció a Jesús como su salvador. Los demás leprosos, aunque eran Israelitas, se perdieron, fueron sanados físicamente, sí, más no espiritualmente y

Hebreos 4: 15, 16 dice: «Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda

Hebreos 4: 15, 16 dice: «Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro» . Pero, por lo que indica el texto, los nueve leprosos no aprovecharon la gracia ofrecida en Cristo para su salvación.

Conclusión El mismo nombre «Jesús» significa «DIOS CON NOSOTROS» , Jesús esta entre tus

Conclusión El mismo nombre «Jesús» significa «DIOS CON NOSOTROS» , Jesús esta entre tus zapatos y los míos, Él sabe las circunstancias por las que tu estas atravesando en este momento, quizá, una enfermedad, falta de trabajo, estudio, el pago del arriendo, impuestos, deudas, Él lo sabe todo. Hagamos como lo hicieron los leprosos, y digamos: «¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!» Y con toda seguridad Él escuchará tu pedido (Ver 1 Ped. 5: 7). Y en la medida que tu y yo avancemos en nuestra relación de fe con Cristo, nuestras necesidades serán resueltas. Que Dios te bendiga es mi deseo y oración. Amen.