leyenda maya Juan Manuel del Ro Elvase ingrvida

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leyenda maya Juan Manuel del Río

leyenda maya Juan Manuel del Río

Elévase ingrávida la llama sobre el fuego sacro y bailan los duendes frenético ritmo

Elévase ingrávida la llama sobre el fuego sacro y bailan los duendes frenético ritmo ancestral alrededor de la hoguera ritual.

Atitlán, al fondo, enhiesto volcán maya y señorial, guarda ancestrales misterios del lago, donde

Atitlán, al fondo, enhiesto volcán maya y señorial, guarda ancestrales misterios del lago, donde en noches de luna llena las hadas se bañan desnudas al llegar la primavera.

crepita la selva su fragor exuberante y tropical sobre el redondo tambor de la

crepita la selva su fragor exuberante y tropical sobre el redondo tambor de la Pachamama, madre tierra, que bebe a sorbos el agua clara en el imponente cráter ancestral del volcánico lago inmortal.

La noche, de embrujo ritual, baja en cascada de luna llena y nupcial, desde

La noche, de embrujo ritual, baja en cascada de luna llena y nupcial, desde Sololá, en lo alto, hasta Panajachel, dormido sereno en el lago, ataviado de buganvilla y clavel, para peinarse abisal tirabuzones de plata en los espejos más hondos del agua.

Son los esponsales milenarios, sobre el ondular del lago, de la noche y el

Son los esponsales milenarios, sobre el ondular del lago, de la noche y el fuego sacro, mientras bañan desnudas las hadas su blancura de luna llena al llegar la primavera, En ofrenda a la tierra maya.

Leyenda maya Elévase ingrávida la llama sobre el fuego sacro y bailan los duendes

Leyenda maya Elévase ingrávida la llama sobre el fuego sacro y bailan los duendes frenético ritmo ancestral alrededor de la hoguera ritual. Atitlán, al fondo, enhiesto volcán, maya y señorial, guarda ancestrales misterios del lago, donde en noches de luna llena las hadas se bañan desnudas al llegar la primavera. Crepita la selva su fragor exuberante y tropical sobre el redondo tambor de la Pachamama, madre tierra, que bebe a sorbos el agua clara en el imponente cráter ancestral del volcánico lago inmortal. La noche, de embrujo ritual, baja en cascada de luna llena y nupcial, desde Sololá, en lo alto, hasta Panajachel, dormido sereno en el lago, ataviado de buganvilla y clavel, para peinarse abisal tirabuzones de plata en los espejos más hondos del agua. Son los esponsales milenarios sobre el ondular del lago de la noche y el fuego sacro, mientras bañan desnudas las hadas su blancura de luna llena al llegar la primavera, en ofrenda a la tierra maya. Juan Manuel del Río