NUESTRA SANTIFICACIN Dios como nosotros tenemos muchos sueos

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NUESTRA SANTIFICACIÓN

NUESTRA SANTIFICACIÓN

Dios como nosotros, tenemos muchos sueños: ¿Cuál es el sueño de Dios? «Porque esta

Dios como nosotros, tenemos muchos sueños: ¿Cuál es el sueño de Dios? «Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación» (1 Tes. 4: 3). La idea principal del término santificar es la de apartar algo de su uso ordinario para un fin o uso especial, y de manera particular, apartar para Dios.

Por mandato de Dios, Moisés santificó al pueblo de Israel para darles la Ley

Por mandato de Dios, Moisés santificó al pueblo de Israel para darles la Ley en el Sinaí: "Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos. . . y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo. . . " (Exo. 19: 10, 14). También, todos los primogénitos de hombre y de bestia se santificaron (o apartaron) para Dios. Aarón y sus hijos fueron santificados para ministrar en el oficio sacerdotal. Dios santificó a Israel para que fuera su propia nación especial: "Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, entre todos los pueblos que están

Aparte de esa santificación inicial, la congregación debía santificarse, por ejemplo, en un día

Aparte de esa santificación inicial, la congregación debía santificarse, por ejemplo, en un día de peligro espiritual; un ayuno, o una guerra eran santificados. Job, por su parte, santificaba a sus hijos ofreciendo sacrificios por ellos, por si acaso en sus fiestas habían pecado contra Dios (Job 1: 4, 5). El profeta Samuel cuando fue enviado a ungir a David como rey de Israel -antes de ofrecer sacrificio- santificó a Isaí y a su hijo David (1 Sam. 16: 5). Jeremías fue santificado (apartado) aún desde el vientre de su madre -puesto aparte por la voluntad divina- para darlo por profeta a las naciones (Jer. 1: 5).

El Monte Sinaí fue santificado y se señalaron sus límites al pueblo (Exo. 19:

El Monte Sinaí fue santificado y se señalaron sus límites al pueblo (Exo. 19: 23); el día de reposo (sábado) también fue santificado (Gén. 2: 1 -3; Deut. 5: 12); el tabernáculo y sus utensilios (Lev. 8: 10); el templo de Jerusalén (2 Crón. 7: 16); las ciudades de refugio (Jos. 20: 7); todas esas cosas, incluso casas y campos fueron santificados al Señor, apartados para un uso santo. En términos generales, Jehová dijo al pueblo de Israel: "Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos" (Lev. 20: 26).

Dios el Padre santificó (apartó) y envió al mundo a su Hijo Cristo Jesús;

Dios el Padre santificó (apartó) y envió al mundo a su Hijo Cristo Jesús; Dios el Hijo se santificó (apartó) a sí mismo, se auto-consagró y dedicó para la labor de su oficio mediador, para que también sus discípulos estén santificados en la verdad, y oró al Padre: "Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad" (Jn. 10: 36; 17: 17, 19). Además, toda cosa creada es santificada por la palabra de Dios y la oración (1 Tim. 4: 4, 5). Es decir, la Palabra de Dios es la que nos indica que se puede comer y que no se puede comer. Y ser agradecidos por las cosas que Dios dejo para nuestro beneficio. Como vemos, en el pasaje que estamos estudiando, a los que han sido santificados, puestos aparte por Dios, se les requiere que se santifiquen, que se separen a sí mismos de cualquier cosa que cause impureza: "Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación", y sigue diciendo: . . . "que os apartéis de fornicación. . ", es decir, de toda contaminación e impureza.

Pero nosotros también, santificamos a Dios (Mat. 6: 9). ¿cómo lo hacemos? Pues, por

Pero nosotros también, santificamos a Dios (Mat. 6: 9). ¿cómo lo hacemos? Pues, por nuestra adoración y obediencia. Santificamos a Dios cuando nuestra conducta se caracteriza por la justicia y la rectitud, por la reverencia a su nombre. ¿Como demostramos que no estamos santificando a Dios? La incredulidad y la desobediencia muestran que uno no está santificando a Dios, pues no se está reconociendo su señorío y autoridad única sobre nosotros. En 1 Ped. 3: 15. Se nos exhorta a «santificar al Señor en nuestros corazones» , Quiere decir, dejar que él (como Creador soberano) ejerza su señorío sobre nuestras vidas.

Así como, en el AT, es Jehová quien santifica a Israel, un poco más

Así como, en el AT, es Jehová quien santifica a Israel, un poco más adelante, en esta misma carta, el apóstol Pablo nos dice que es Dios quien santifica a sus redimidos, el Israel espiritual (1 Tes. 5: 23) "Y el mismo Dios de paz os santifique por completo. . . ". Y -como hemos visto- el método que Dios emplea para este fin es su Palabra. Así pues, los términos elegidos y santificados refieren los mismos objetos (1 Cor. 1: 2). Según Rom. 15: 16, somos "ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo".

Por medio del ejercicio de la santificación, somos utensilios para honra: "santificados, útiles para

Por medio del ejercicio de la santificación, somos utensilios para honra: "santificados, útiles para el Dueño (Señor), y dispuestos para toda buena obra" (2 Tim. 2: 21). La base de sustentación de nuestra santificación es la sangre del pacto derramada por Cristo en la cruz por su iglesia: "Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella para santificarla" (Ef. 5: 26). Los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables. El nos ha elegido, nos ha santificado y culminará la obra que ha comenzado en nosotros para el día de

Mediante su disciplina -tanto instructiva como correctivanos está santificando en nuestra vida diaria. El

Mediante su disciplina -tanto instructiva como correctivanos está santificando en nuestra vida diaria. El nos apartó para que seamos su pueblo y persevera en su propósito de santificarnos, de que nos mantengamos separados de toda contaminación para que le sirvamos. Somos "linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, para que anunciemos las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable; los que en otro tiempo no éramos pueblo, pero que ahora somos pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíamos alcanzado misericordia, pero ahora hemos alcanzado misericordia « (1 Ped. 2: 9, 10).

El apóstol Pedro nos aconseja: "Como hijos obedientes, no os amoldéis a los deseos

El apóstol Pedro nos aconseja: "Como hijos obedientes, no os amoldéis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino que así como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; pues escrito está: Sed santos, porque yo soy santo « (1 Ped. 1: 14, 15). Al escribir a los tesalonicenses, el apóstol Pablo nos dice enfáticamente que la voluntad de Dios es nuestra santificación, "que os apartéis de fornicación". ¿Qué es fornicación? Podemos contestar de inmediato: ¡Lo opuesto a santificación!.

En un sentido restringido es la comunión sexual entre una persona no casada y

En un sentido restringido es la comunión sexual entre una persona no casada y otra del sexo opuesto. Nota que la relación sexual Dios la reservó para un hombre y una mujer, pero para después del matrimonio lea (Gén. 1: 27, 28), lo contrario es contra la voluntad de Dios. En este sentido, los fornicarios se distinguen de los adúlteros. En 1 Cor. 6: 9, 10, se presentan ambos conceptos como distintos: ". . . no os dejéis engañar; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, etc. . heredarán el reino de Dios". En un sentido más amplio, la palabra traducida fornicación significa la cohabitación ilícita de una persona de cualquier sexo con una persona casada, como cuando nuestro Señor dice en Mat. 5: 32 "Pero yo os digo, que todo el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio". y adulterio se refiere a dos personas de diferente sexo, que conviven sin ser casadas, o como lo dice el Señor: una de ellas es casada.

Pero en un sentido más amplio aún, el término fornicación denota la inmoralidad en

Pero en un sentido más amplio aún, el término fornicación denota la inmoralidad en general, todo tipo de transgresión sexual. Palabras sinónimas son: Indecencia, lujuria, deshonestidad, impureza, inmoralidad. Hermanos, notemos esto que es bien importante: Mientras otros pecados han de ser vencidos por medio de la crucifixión espiritual de la carne, el pecado de la inmoralidad es uno del cual el cristiano debe huir para poder mantenerse puro. Tal es el mandato apostólico: "Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera de su cuerpo; mas el que fornica, peca contra su propio cuerpo « (1 Cor. 6: 18). ¿Cuál es la manera establecida por Dios para huir de la fornicación? La manera de huir es casarse. "pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una

Por otro lado, hermanos, siendo que la estrecha relación de Dios con su pueblo

Por otro lado, hermanos, siendo que la estrecha relación de Dios con su pueblo se identifica con el vínculo matrimonial (Ef. 5: 23 -27), toda forma de idolatría se designa en las Escrituras como adulterio; esto se debe a que, históricamente, los cultos paganos están conectados con la inmoralidad en todos sus órdenes, lea (Apoc. 2: 20, 21). Nuestro Señor Jesucristo es nuestro esposo. Estamos unidos a él por un pacto; y requiere de nosotros fidelidad, para ello nos ha capacitado por su Espíritu y nos santifica en su Palabra. Si obedecemos, estaremos limpios y le agradaremos, seremos vasos útiles, santificados para el Señor, lo cual debe ser nuestro principal objetivo: Agradar y servir a aquel que nos amó hasta la muerte.

Para continuar con este importante estudio sobre «NUESTRA SANTIFICACIÓN» los invito a leer el

Para continuar con este importante estudio sobre «NUESTRA SANTIFICACIÓN» los invito a leer el tema # 2. que analiza nos versos 4 -8 de 1 Tes. 4: Que Dios nos bendiga y el Espíritu Santo nos inspire a consagrarnos íntegramente a Dios. Es mi deseo y oración. Amen.