Don Quijote Intencin satrica Al principio una intencin

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Don Quijote

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Intención satírica Al principio una intención satírica: Cervantes pretendía mofarse del éxito de los

Intención satírica Al principio una intención satírica: Cervantes pretendía mofarse del éxito de los libros de caballerías, un género ‘viejo’ que ya había entrado en crisis en los años 80 del XVI. Prólogo a la primera parte: “esta vuestra escritura no mira a más que a deshacer la autoridad y cabida que en el mundo y en el vulgo tienen los libros de caballerías”. Capítulo final de la segunda parte: “pues no ha sido otro mi deseo que poner en aborrecimiento de los hombres las fingidas y disparatadas historias de los libros de caballerías”.

Intención satírica El propósito satírico primordial tuvo que empujarle a redactar el núcleo más

Intención satírica El propósito satírico primordial tuvo que empujarle a redactar el núcleo más antiguo, correspondiente a los primeros seis capítulos de la primera parte: ¿entonces el Quijote iba a ser una novela ejemplar? Luego, al escribir la historia de este hidalgo de la Mancha al que le vuelven loco –literalmente– los libros de caballerías, Cervantes fue mucho más allá de la intención inicial.

Multiperspectivismo cervantino El Quijote es un “libro de libros” muy difícil de definir: imita

Multiperspectivismo cervantino El Quijote es un “libro de libros” muy difícil de definir: imita numerosas fuentes –muchas italianas: Ariosto, Pulci, etc. – y diferentes géneros literarios (libros de caballerías, novela pastoril, novela cortesana, etc. ). Las oposiciones cuerdo/loco o sabio/bobo definen a los protagonistas. Pero estas categorías no se aplican de manera rígida y fija a los personajes, porque el multiperspectivismo cervantino muestra el carácter relativo de cada interpretación. Y sobre todo en la segunda parte de 1615, el loco Don Quijote actuará de forma cada vez más cuerda, así como el bobo Sancho Paza se mostrará cada vez más sabio.

Multiperspectivismo cervantino Además, la realidad novelada –el escenario muy concreto de los campos de

Multiperspectivismo cervantino Además, la realidad novelada –el escenario muy concreto de los campos de la Mancha– no se reproduce nunca de forma unívoca, ya que pasa a través de tres filtros narrativos diferentes: 1) el autor moro Cide Hamete Benengeli; 2) el traductor morisco que vierte la historia en castellano; 3) el narrador cristiano que actúa como responsable último de la narración. Todo ello potencia el PERSPECTIVISMO de la novela y genera los múltiples efectos de sentido que la caracterizan. De aquí proceden asimismo las encontradas interpretaciones del texto a lo largo de su historia.

Recepción crítica Ha cambiado mucho la recepción y la valoración de la novela cervantina

Recepción crítica Ha cambiado mucho la recepción y la valoración de la novela cervantina desde su publicación. Los lectores del XVII y del XVIII la consideraron esencialmente una novela cómica. Los románticos abogaron por una lectura ‘trágica’: Don Quijote, caballero del ideal, que lucha contra el realismo de Sancho. Ambas trivializan la complejidad de un texto que explora la linde sutil que separa (y une) realidad y utopía, insistiendo en la complementariedad entre literatura y vida.

Fábula La primera parte de la novela se publicó en 1605, mientras que la

Fábula La primera parte de la novela se publicó en 1605, mientras que la segunda vio la luz diez años más tarde. Un hidalgo (Alonso Quijano) enloquece por culpa de la literatura, o mejor dicho, de un género literario: los libros de caballerías. Así que decide transformarse no en un escritor (de un nuevo libro de caballerías), sino en un personaje literario: un caballero andante. Es decir, decide reemplazar la realidad con la literatura. Deja su pueblo manchego y sale en busca de aventuras, que se concluyen siempre de forma cómica y grotesca. Desde su segunda ‘salida’, le acompaña un campesino, Sancho Panza, que se convierte en su escudero.

Fábula En la primera parte es solo Don Quijote quien manipula la realidad; en

Fábula En la primera parte es solo Don Quijote quien manipula la realidad; en cambio, en la segunda ejercen esta acción transformadora también otros personajes, empezando por Sancho, quien muestra un proceso de ‘quijotización’. Gonzalo Torrente Ballester: el Quijote es la historia de dos intelectuales que se echan al campo para hablar tranquilamente de sus cosas. Hay algo profundamente verdadero en esta boutade: la preeminencia de la palabra (lúdica) sobre la acción. Hay tres salidas de Don Quijote, la primera en solitario y las dos siguientes con Sancho Panza. Al final de la tercera salida Don Quijote pierde un duelo farsesco y se ve obligado a regresar a casa; entonces enferma y, antes de morir, recupera la razón.

CERVANTES CRÍTICO LITERARIO El Quijote encierra varios pasajes de ‘crítica literaria’ (como el episodio

CERVANTES CRÍTICO LITERARIO El Quijote encierra varios pasajes de ‘crítica literaria’ (como el episodio del escrutinio de la biblioteca de Alonso Quijano). Cervantes en el Quijote esboza asimismo la primera teoría de la novela, ‘escritura’ que el cura tilda de “desatada” por su carácter proteico, al mezclar otros géneros (lírico, épico, trágico y cómico). Además, inserta incluso un ataque ‘neo-aristotélico’ a la comedia nueva que provocó la reacción airada de Lope y sus epígonos.

El Quijote apócrifo Posiblemente esta polémica determinó o favoreció la publicación en 1614 de

El Quijote apócrifo Posiblemente esta polémica determinó o favoreció la publicación en 1614 de una segunda parte apócrifa, el Quijote de Avellaneda. Dicha edición iba firmada con el pseudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda. Para Martín de Riquer el autor sería Jerónimo de Pasamonte, un soldado que fue compañero de Cervantes y que se ridiculizó en la primera parte del Quijote con el personaje del galeote Ginés de Pasamonte.