Conmemoracin de la primera interpretacin del Himno Antioqueo

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Conmemoración de la primera interpretación del Himno Antioqueño Sala de Patrimonio Documental Centro Cultural

Conmemoración de la primera interpretación del Himno Antioqueño Sala de Patrimonio Documental Centro Cultural Biblioteca Luis Echavarría Villegas Octubre- Noviembre 2016

Un himno, una historia 100 años del Himno Antioqueño Lo que nunca pensó Epifanio

Un himno, una historia 100 años del Himno Antioqueño Lo que nunca pensó Epifanio Mejía cuando se publicó en 1868 su poema El canto del antioqueño en la revista El Oasis, era que en los siguientes cincuenta años su poema tomaría visos políticos, se convertiría en imagen de un pueblo, se disputaría por lo menos con otros dos poemas como himno de Antioquia y que sería musicalizado por lo menos cinco veces. ¿En qué momento musicalizó Gonzalo Vidal el poema de Epifanio Mejía y cómo fue el proceso de adopción de esta música como himno? Se presume que Vidal compuso la música entre la muerte de Mejía (1913) y la llegada de Pelón Santamarta en 1916 de México.

La primera versión del Himno? “Lástima que se hubiera perdido El Canto Patriótico, letra

La primera versión del Himno? “Lástima que se hubiera perdido El Canto Patriótico, letra del poeta rionegrero José M. Salazar y música del compositor y guitarrista antioqueño Francisco Londoño; canción que estuvo muy en boga en los años de nuestra gesta emancipadora, pero que nadie tuvo el cuidado de recoger. Por lo visto, este fue el primer canto que se tuvo como Himno en los albores de nuestra independencia y que si se encontrará o se montara de nuevo sería una reliquia histórica, pero ni la letra ni mucho menos su música es posible representarla en esta época. ” Carta dirigida al gobernador de Antioquia Fernando Gómez Martínez por Heriberto Zapata Cuéncar, 1949

El Himno Antioqueño, canto a la odisea de un pueblo Se afirma que fue

El Himno Antioqueño, canto a la odisea de un pueblo Se afirma que fue Juan Yepes, cantor popular, acompañado de su vihuela brava, quien por primera vez le puso música al Canto del antioqueño de Epifanio Mejía. Antonio José Restrepo, Ñito Restrepo, intelectual integral, respetado escritor, jurisconsulto, historiador y economista colombiano, expresó admiración en su momento por la interpretación y su canción: “Estaba Juan Yepes un cierto grado más arriba de los compañeros que le he puesto, porque si no era repentista como ellos, pues jamás lo oí trovando, era compositor de música como los blancos que notaban canciones en sus guitarras para dar sus serenatas. No que él ni ellos escribieran la verdadera nota musical, que por aquellos tiempos muy pocos conocerían en la Montaña, sino que él y ellos escogían unos buenos versos de algún poeta señorial y, al oído, les ponían una cierta música suya, con que luego los cantaban ellos mismos y otros cantores que se los aprendían con música y todo. De esa versión no hubo quien plasmase las notas marciales al pentagrama de juan Yepes. Antes de morir, Pelón Santamarta recordó con desvarío esa entonación”. Heriberto Zapata Cuéncar, 1963

Epifanio Mejía, 1839 -1913 poeta de un pueblo Conocido como el poeta triste o

Epifanio Mejía, 1839 -1913 poeta de un pueblo Conocido como el poeta triste o el loco Mejía. De naturaleza nostálgica, de acento bondadoso y de vivir intenso. A los cuarenta años perdió sus facultades laborales y fue recluido en un hospital mental. Pasó varias décadas allí; parece que poco antes de morir recuperó la razón, en su época muchos dudaron de su sin razón y fue comparado con un Quijote criollo, lo demostraba a través de su fluidez para componer, improvisar versos y endecasílabos. De su obra que va en la línea nativista de Gregorio Gutiérrez González, Antioquia tomó uno de sus poemas épicos como himno. “El canto del antioqueño” fue publicado por primera vez en 1868 en una revista de la época llamada “El Oasis”, junto a muchos otros poemas. Su exaltación de la idiosincrasia americana va de la mano con las condiciones abruptas que le tocó sortear a estos pueblos para salir adelante. Su obra completa fue revisada y editada en distintos momentos del siglo XX, ésta reúne alrededor de setenta piezas donde se percibe realismo, transparencia, naturalismo, ansiedad y una constante atmosfera de nostalgia.

Otro himno que no prosperó Rafael Uribe propone a Gonzalo Vidal: “Entre su Historia

Otro himno que no prosperó Rafael Uribe propone a Gonzalo Vidal: “Entre su Historia de la música, que al fin me resuelvo a devolverle, va una tira con el poema o lo que fuere de Jorge Isaacs (1837 -1895), La tierra de Córdoba, que saldrá en uno de estos días en un folleto. Es el caso que deseo popularizar en cuanto me sea posible esa producción y me parece que la música es para ello excelente vehículo. Ahora, Usted que es músico y que tiene su poco de poeta es el mejor llamado para ejecutar este trabajo. Además, está un tanto obligado, por ser paisano de Don Jorge y antioqueño voluntario. Con que escoja las estrofas que le parezcan mejores y musifíquelas a la mayor brevedad. Con ello daré por saldada toda cuenta con Usted. Este, su affmo. (fdo. ) Rafael Uribe U. Medellín 16 de junio de 1893”. Días después el maestro Vidal estaba en la oficina del Doctor Uribe con la composición musical solicitada a la cual subtituló como Himno Antioqueño, pero nunca prosperó. Heriberto Zapata Cuéncar, 1963

Un concurso para elegir himno Ñito Restrepo lamentó en 1899 que se abriera un

Un concurso para elegir himno Ñito Restrepo lamentó en 1899 que se abriera un concurso para un himno antioqueño, existiendo la canción de Juan Yepes. En junio de ese año Carlos E. Restrepo, director de El Correo de Antioquia y Enrique Gaviria de El Cascabel, promovieron un concurso entre los compositores nacionales. Hasta el 3 de noviembre de ese año se recibieron propuestas, la Academia Nacional de Música fue la encargada de elegir al ganador y entregar la medalla de oro y $ 200, 00. Nunca se supo cuántos concursaron. Parece que de Bogotá dos notables compositores propusieron bellas composiciones. Vino la Guerra de los Mil Días y por Antioquia nada se supo. Heriberto Zapata Cuéncar, 1963

Otros precedentes musicales para acompañar El canto del antioqueño Roberto Mesa puso también música

Otros precedentes musicales para acompañar El canto del antioqueño Roberto Mesa puso también música al poema de Epifanio Mejía. Que parecía poco apropiada para himno, pues lo hizo en aire de danza. Sin embargo, se cantó mucho en algunas escuelas de Medellín. De ello quedó la anécdota de como Mesa pernoctó en el permanente, porque con aquel canto estaba incitando a la revuelta, eran los primeros días de octubre cuando los presagios de la Guerra de los Mil Días eran inminentes, y Mesa era un liberal furibundo. Años más tarde el maestro Jesús Arriola le agregó coros, fue una versión de difícil ejecución que no prosperó, pero fue estrenada en el viejo Circo España. Es probable que esta composición hubiera sido enviada por Arriola al fracasado concurso de 1899. Heriberto Zapata Cuéncar, 1963

La melodía de Vidal “No precisa mi memoria el año (muy anterior) en que

La melodía de Vidal “No precisa mi memoria el año (muy anterior) en que se hizo esta composición, ni cómo ni cuándo Los Hijos de la Montaña la adoptaron por suya; sólo sé que no fue hecha para ningún concurso ni con mira de lucro o de negocio”. “Hoy, de manera espontánea y absoluta, cedo todo derecho de propiedad artística de este himno al artista y amigo Luis Eduardo Vieco para que él haga una edición digna del pueblo antioqueño y del poeta que inspiró esta música marcial, sencilla, fácil de aprender. Estos cantos no se conciben escritos de modo exótico, entre “armonías extravagantes” que nada dicen al alma popular. “La Marsellesa” en tales condiciones hubiera sido un fracaso”. Gonzalo Vidal, Medellín 1932. Heriberto Zapata Cuéncar, 1963

La melodía contagiosa llegó para quedarse: Un símbolo espiritual de los antioqueños Pronto todos

La melodía contagiosa llegó para quedarse: Un símbolo espiritual de los antioqueños Pronto todos los establecimientos educativos y los eventos relevantes lo anticipaban en sus actos oficiales. Tal como el Himno Nacional que sólo se oficializó muchos años después de que Oreste Síndici lo compusiera, el de Antioquia debió esperar cuarenta años luego de su nacimiento. En 1932, apareció publicado el Himno Antioqueño, en edición a cargo de Luis Eduardo Vieco, a quien el compositor cedió todos sus derechos. De esta manera fue difundiéndose la atractiva obra, hasta que la Asamblea de Antioquia lo declaró himno oficial por Ordenanza # 6, de 10 de diciembre de 1962. En 1951, Luis Eduardo Vieco cedió los derechos al Museo de Zea, hoy Museo de Antioquia. En el oficio por medio del cual hace la cesión de esos derechos sobre la música del Himno, recuerda haberlos recibido del maestro Vidal y de haber hecho una edición de dos mil ejemplares que distribuyó entre entidades oficiales y particulares.

Fuentes consultadas q Centenario de Pelón Santamarta: vida, andanzas y canciones del autor de

Fuentes consultadas q Centenario de Pelón Santamarta: vida, andanzas y canciones del autor de Antioqueñita 18671967 / Heriberto Zapata Cuéncar. Medellín: Granamérica, 1966. 76 P. q Compositores antioqueños / Heriberto Zapata Cuéncar. Medellín: Granamerica, 1973. 130 p. q Antología de la canción en Antioquia / Heriberto Zapata Cuéncar. Medellín: Secretaría de Educación y Cultura de Antioquia, 1995 (Colección Autores Antioquenos). 562 P. q Cantores populares de Antioquia / Heriberto Zapata Cuéncar. Medellín, Copiyepes, 1980. 68 p. q Gonzalo Vidal / Heriberto Zapata Cuéncar. Medellín: Universidad de Antioquia, 1963. 88 p. q De liras a cuerdas: una historia social de la música a través de las estudiantinas: Medellín, 1940 -1980 / Héctor Rendón Marín. Medellín: Universidad Nacional de Colombia, 2009. 331 p. q Lo que cuentan las canciones: cronicón musical / Hernán Restrepo Duque. Bogotá: Tercer Mundo, 1971. 256 p. q Viecos en familia / Jaime Tobón Villegas. Medellín: Vieco & Cía. : Marín Vieco, 1991. 87 p. q Trayectoria histórica del Himno Antioqueño / Detective, seud. , 1999 q El Himno Antioqueño / Fernando Gil Araque, 2016