Domingo 2 Cuaresma A EL HIJO AMADO 2

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Domingo 2º Cuaresma - A EL HIJO AMADO 2, 13 -17 Jesús tomó consigo

Domingo 2º Cuaresma - A EL HIJO AMADO 2, 13 -17 Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y se los llevó aparte a un monte alto. Se transfiguró delante de ellos. Y aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él.

2, 13 -17 Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: “Señor, qué bien se

2, 13 -17 Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: “Señor, qué bien se está aquí. Si quieres, haré aquí tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”.

Una nube los cubrió con su sombra, y se oyó una voz que decía:

Una nube los cubrió con su sombra, y se oyó una voz que decía: 2, 13 -17 “Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escuchadle” ( Mt 17 1 -9)

¿Dónde está Dios? 2, 13 -17 Buscamos y no terminamos de encontrarlo. Dios se

¿Dónde está Dios? 2, 13 -17 Buscamos y no terminamos de encontrarlo. Dios se esconde siempre tras “ la nube del no saber”.

También los otros nos preguntan con frecuencia dónde está nuestro Dios.

También los otros nos preguntan con frecuencia dónde está nuestro Dios.

Nos desafían porque : • Nos ven demasiado crédulos y poco eficientes en la

Nos desafían porque : • Nos ven demasiado crédulos y poco eficientes en la vida. • Nos consideran demasiado alienados de las responsabilidades de este mundo. • Como si la adoración de un Dios del cielo nos alejara de las demandas de este suelo.

 • No nos encuentran convencidos de la bondad y la santidad del Dios

• No nos encuentran convencidos de la bondad y la santidad del Dios que decimos adorar. • Nos presentamos como abandonado en nuestro dolor por un Dios en el que decíamos tener la confianza.

Dios está en la nube. A lo largo del desierto: • Dios acampa junto

Dios está en la nube. A lo largo del desierto: • Dios acampa junto a su pueblo, • sigue sus caminos, • le es fiel a pesar de sus infidelidades.

Pero, finalmente, Dios está en su Hijo Jesús. 2, 13 -17 Así lo descubren

Pero, finalmente, Dios está en su Hijo Jesús. 2, 13 -17 Así lo descubren los tres amigos predilectos cuando suben con Él a la montaña.

“Maestro, ¡qué bien se está aquí!”. Ante las mil palabras que nos confunden comprendemos

“Maestro, ¡qué bien se está aquí!”. Ante las mil palabras que nos confunden comprendemos que el silencio es elocuente. El silencio de Dios es la única palabra que da vida.

“Maestro, ¡qué bien se está aquí!”. Ante las tentaciones de poder y de prestigio

“Maestro, ¡qué bien se está aquí!”. Ante las tentaciones de poder y de prestigio que nos asaltan, hay que valorar la cercanía del Señor y la participación en su destino.

“Maestro, ¡qué bien se está aquí!”. Ante las satisfacciones que se nos ofrecen, descubrimos

“Maestro, ¡qué bien se está aquí!”. Ante las satisfacciones que se nos ofrecen, descubrimos que la felicidad no está en algo sino en alguien. En Alguien que es nuestra luz y paz.

“Maestro, ¡qué bien se está aquí!”. Los cristianos saben que han de bajar al

“Maestro, ¡qué bien se está aquí!”. Los cristianos saben que han de bajar al valle. Es allí donde se libra el combate con el dolor, la enfermedad y la muerte.

Señor Jesús que, transfigurado en el monte, nos muestras tu gloria de Hijo de

Señor Jesús que, transfigurado en el monte, nos muestras tu gloria de Hijo de Dios, enséñanos a descubrir el camino de la cruz que nos revela la majestad de tu luz. Amén.

José Román Flecha Andrés DIOS CON NOSOTROS–Salamanca Presentación: Antonia Castro Panero Música: Monjes de

José Román Flecha Andrés DIOS CON NOSOTROS–Salamanca Presentación: Antonia Castro Panero Música: Monjes de Silos, Spiritus Domini