YO CONFIO EN DIOS HECH 27 25 INTRODUCCIN

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“YO CONFIO EN DIOS” HECH. 27: 25

“YO CONFIO EN DIOS” HECH. 27: 25

INTRODUCCIÓN A. Hech. 27: 25, El prisionero se convirtió en capitán. El no estaba

INTRODUCCIÓN A. Hech. 27: 25, El prisionero se convirtió en capitán. El no estaba lleno de terror, porque tenía plena confianza en Dios, “que será así como se me ha dicho". Con Dios el decir equivale al hacer. B. Los grandes personajes de la Biblia eran personas que confiaban de todo corazón en Dios.

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? A. ¿En nosotros mismos? Jeremías 10:

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? A. ¿En nosotros mismos? Jeremías 10: 23, "Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos". 2 Cor. 1: 8‑ 9, Dios permitió que Pablo sufriera muchas tribulaciones para no confiara en sí mismo, sino en Dios. Pablo mostró su dependencia absoluta de Dios. No debemos quejarnos ni murmurar cuando hay pruebas, porque es necesario que aprendamos a confiar en Dios y no en nosotros mismos. Dan. 4: 30 registra las palabras arrogantes del rey de Babilonia: "¿No es ésta la gran Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de mi majestad? " Augusto César dijo que él encontró a Roma como ladrillo y que la dejó como mármol. Así es el orgullo y arrogancia de los hombres egoístas que no confían en Dios. Así hablan los que confían en su poder político, su educación, su fuerza financiera, etcétera.

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? A. ¿En nosotros mismos? Jeremías 10:

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? A. ¿En nosotros mismos? Jeremías 10: 23, "Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina es el ordenar sus pasos". Prov. 28: 26, "El que confía en su propio corazón es necio", y esto es precisamente lo que hace la mayoría de la gente. Viven de acuerdo a lo que ellos piensan, sin hacer caso de lo que Dios dice. No confían en Dios, sino en su propio corazón. Tienen "más alto concepto de sí que el que debe tener". Son sabios en su propia opinión (Rom. 12: 3, 16). Lucas 18: 9, "A unos que confiaban en sí mismos como justos" dijo la parábola del fariseo y el publicano. El fariseo no oró a Dios, sino quería informar a Dios acerca de lo bueno que era.

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? B. ¿En el hombre? Jer. 10:

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? B. ¿En el hombre? Jer. 10: 23. Jer. 17: 5, 7, 17, "Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová. . . Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. . . Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? " Los que confían en los hombres no serán exitosos, sino decepcionados. 2 Reyes 18: 21, "tú confías en el báculo de esta caña quebrada, en Egipto, en el cual si un hombre se apoya penetrará su mano y la traspasará". Sal. 118: 8, 9, "Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre. Mejor es confiar en Jehová que confiar en príncipes".

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? B. ¿En el hombre? Jer. 10:

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? B. ¿En el hombre? Jer. 10: 23. La mayoría de la gente no confía en Dios, sino en los parientes, en los "amigos", en el patrón o en otro "hombre". Los hombres se ayudan mutuamente, se cuidan unos a otros, se prestan unos a otros y creen que no les falta nada. Desde luego, la Biblia nos enseña que debemos ayudarnos los unos a otros, pero la idea de que la ayuda del hombre substituye a Dios es una insensatez. Los que confían en los hombres tienen una falsa independencia. Se sienten muy completos y muy satisfechos, pero los "amigos" son como los del "hijo pródigo" cuando se acabó el dinero en la tierra lejana.

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? C. ¿En el dinero (las riquezas)?

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? C. ¿En el dinero (las riquezas)? Muchos creen que "el dinero sirve para todo", Ecles. 10: 19. Pero ¿les puede salvar el alma y darles la paz y tranquilidad de una conciencia limpia? ¿Les puede cambiar la sentencia en el Día Final cuando el Juez diga "Apartaos de mí"? Job 31: 24‑ 28, "Si puse en el oro mi esperanza, y dije al oro: Mi confianza eres me alegré de que mis riquezas se multiplicasen, y de que mi mano hallase mucho. . . Esto también sería maldad juzgada; porque habría negado al Dios soberano". Job entendió que el dinero y las riquezas substituyen a Dios y que viene siendo otra forma de la idolatría, Col. 3: 5. Sal. 52: 7, al hablar de la jactancia del malo el salmista dice, "He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas". Prov. 11: 28, "El que confía en sus riquezas caerá", como la casa edificada sobre la arena, Mat. 7: 26.

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? C. ¿En el dinero (las riquezas)?

I. ¿EN QUIÉN O EN QUÉ CONFIAMOS NOSOTROS? C. ¿En el dinero (las riquezas)? Marcos 10: 23, 24, "¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!. . . ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!" ¿Quiénes son los confían en las riquezas? Los que no obedecen a Dios, los que se ocupan y se preocupan sólo por amontonar bienes materiales en lugar de ocuparse en los asuntos de Dios y su reino (Mat. 6: 33). Deut. 6: 10‑ 12, "cuídate de no olvidarte de Jehová" cuando entren en la tierra pro tan rica en provisiones. El pueblo ya no viviría en tiendas como nómadas. Ya habrían dejado el desierto seco y asolado. Dios les iba a dar reposo y una gran prosperidad. Sin embargo, esa bendición llegó a ser una maldición, porque les hizo olvidar a Dios. ¿Cuál será el enemigo número uno del alma hoy en día? Sin lugar a dudas es la prosperidad. Las personas que tienen abundancia de posesiones se olvidan de Dios, la fuente de sus bendiciones. ¿Por qué sucede esto? Porque la prosperidad produce una falsa independencia. Al ser prosperados y disfrutar de una independencia económica, creemos que estamos capacitados para dirigir nuestros pasos y que no hay necesidad de Dios.

II. ¿QUÉ SIGNIFICA "CONFIAR EN DIOS"? A. Significa aceptar sus enseñanzas y sus reprensiones.

II. ¿QUÉ SIGNIFICA "CONFIAR EN DIOS"? A. Significa aceptar sus enseñanzas y sus reprensiones. 1. Significa no seguir nuestros propios pensamientos, Jer. 10: 23; Isa. 55: 8, 9. 2. Significa no seguir tradiciones humanas.

II. ¿QUÉ SIGNIFICA "CONFIAR EN DIOS"? B. Significa confiar en su misericordia. 1. Sal.

II. ¿QUÉ SIGNIFICA "CONFIAR EN DIOS"? B. Significa confiar en su misericordia. 1. Sal. 13: 5, "Mas yo en tu misericordia he confiado". 2. Esto significa que confiamos en el evangelio, el plan de salvación revelado en las Escrituras. C. Significa echar todos los afanes (las preocupaciones) sobre El, 1 Ped. 5: 7. D. Significa confiar en sus promesas, 1 Jn. 5: 14.

II. ¿QUÉ SIGNIFICA "CONFIAR EN DIOS"? E. Significa recibir grandes bendiciones. 1. Sal. 9:

II. ¿QUÉ SIGNIFICA "CONFIAR EN DIOS"? E. Significa recibir grandes bendiciones. 1. Sal. 9: 10, "En ti confiarán los que conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste a los que te buscaron". Los parientes, los amigos, los bienes materiales, etc. sí nos desamparan. No cumplen lo que prometen, pero Heb. 13: 8 dice que Cristo no cambia y que es siempre confiable. 2. 2 Cor. 12: 8‑ 1 O, aun en medio de tribulaciones hay grandes bendiciones. Dios nos ayuda a ser humildes. Permite que Satanás nos aflija con algún aguijón en la carne, pero Dios lo convierte en bien para nosotros. Su gracia (su buena voluntad, su ayuda) siempre nos basta.

CONCLUSIÓN. A. Deut. 33: 27, "El eterno Dios es tu refugio, y debajo están

CONCLUSIÓN. A. Deut. 33: 27, "El eterno Dios es tu refugio, y debajo están los brazos eternos". B. Job 13: 15, dice que aunque El me mate, en El confiaré.