Ulises y la Odisea Obra del poeta griego
Ulises y la Odisea Obra del poeta griego Homero
Ulises • Es conocido como Odiseo • • • por los griegos. Hijo de Laertes, rey de Ítaca y de Anticlea. Astuto e inteligente, recibió el arco de Heracles. De muy joven se hizo una marca en la pierna en una cacería de jabalís.
De su unión con Penélope nació Telémaco
La Guerra de Troya Al prestar juramento junto con los pretendientes de Helena, se vio obligado a participar en la Guerra de Troya, como aliado de los griegos, y en ella demostró su gran valentía y diplomacia.
La Guerra de Troya Su astucia hizo que ideara el caballo de madera, que terminó con el largo asedio por parte de los ejércitos griegos a Troya.
Una vez concluida la guerra, regresa con sus hombres a su patria, pero Poseidón, dios de los mares, le pone muchas dificultades.
Los viajes de Ulises
La tierra de los Cíclopes De entre los episodios más conocidos está su llegada a Cumas, al sur de Italia, habitada por los gigantescos cíclopes pastores.
El cíclope Polifemo es un cíclope gigantesco, hijo de Poseidón, que cuida su rebaño de ovejas en una cueva, a la cual llegan Ulises y sus compañeros en su largo peregrinar.
Reacción de Polifemo ataca a los griegos y devora a varios compañeros de Ulises; ante esto él hace que beba una gran cantidad de vino y, al momento, el cíclope se queda dormido.
Polifemo Ulises clava una estaca de madera ardiente en el ojo del cíclope y éste se queda ciego. Como la salida de la cueva está taponada por una gran piedra, Ulises ordena a sus hombres que esperen a que Polifemo se despierte.
Polifemo Al despertar Polifemo, saca a sus ovejas para que pasten, y los griegos por indicación de Ulises se ocultan bajo el vientre de éstas y salen, dirigiéndose rápidamente a las naves.
Poseidón no les perdona a los griegos que hayan dejado ciego a su hijo Polifemo
Eolo Al llegar a la isla de Eolia los griegos se encuentran con Eolo, dios de los vientos, que les ofrece una gran hospitalidad.
El odre de los vientos Eolo les promete vientos favorables para su regreso y, para que no se desaten los malos, los introduce en un odre con la condición de que no lo abran. Cerca de Ítaca Ulises se queda dormido y los compañeros lo abren, creyendo que allí había gran cantidad de oro y plata.
Al momento la tormenta los aleja de la costa de Ítaca
Circe era una diosa y, a la vez, hechicera, que reinaba ella sola en la isla de Eea. Convertía a los que llegaban a su isla en animales, gracias a sus pócimas, y por ello estaba rodeada de leones y lobos.
Circe Cuando los compañeros de Ulises se acercan, ignorantes, a su cueva, Circe los convierte en cerdos, pero Ulises consigue evitar su magia con las hierbas del moly y hace que ella devuelva la forma humana a sus compañeros. Circe se enamora de Ulises y lo retiene en la isla mucho tiempo.
Circe le aconseja que vaya al borde del Océano, para que consulte a Tiresias sobre su viaje
El adivino Tiresias En el Inframundo estaba Tiresias, adivino ciego con grandes dotes proféticas, a quien Ulises le consulta cómo será su regreso a Ítaca. Él le augura que regresará solo a Ítaca.
Ulises y las Sirenas A su regreso se encuentran con las Sirenas. Éstos seres, representados como aves con torso de mujer en un principio y, luego, como seres femeninos con cola de pez, atraían a los navegantes a las rocas con su canto y allí los navegantes se estrellaban.
Ulises y las Sirenas Ulises logra pasar junto a ellas con su nave, obligando a sus compañeros a taparse los oídos con cera, para que no las oigan, y él mismo se ata a un mástil para no sucumbir a su canto, deseoso de oírlas.
Escila Al pasar cerca de Sicilia, en el estrecho de Mesina, se encuentran con Escila, un terrible monstruo que tenía seis cabezas y devoraba a los que transitaban por allí. Al pasar la nave, devora a algunos compañeros de Ulises.
Caribdis era el otro monstruo que habitaba al otro lado del estrecho de Mesina. Primero succionaba las naves y luego las devolvía, formando terribles remolinos. Ulises consigue evitarla, al pasar con su nave.
Calipso Más tarde llega él solo a la isla Ogigia, donde vive la ninfa Calipso. Ella lo recibe muy bien y allí lo retiene siete largos años, dándole cuatro hijos.
Calipso Finalmente Atenea, diosa protectora de Ulises, le pide a Zeus que envíe a Hermes para que obligue a Calipso a dejarlo ir a su patria.
Ulises en el país de los Feacios Ulises es arrojado por las olas a la costa del país de los Feacios, donde estaba bañándose Nausicaa, hija del rey, y sus amigas. Ella lo lleva a palacio, ante su padre.
Ulises en la corte de Alcinoo, rey de los Feacios Es bien recibido en la corte del rey de los Feacios, Alcinoo, y éste le pide que le cuente todas las aventuras que ha padecido, después de la caída de Troya. Al oírlo, el rey decide darle una nave con tripulación para que regrese, por fin, a su patria.
Desde la partida de Ulises habían pasado diez largos años y durante este tiempo su esposa Penélope lo había estado esperando, rodeada por un gran grupo de pretendientes, que habían invadido su casa y estaban consumiendo sus bienes, con la esperanza de que ella eligiera un nuevo esposo.
El telar de Penélope Para evitarlos, Penélope había ideado el engaño de tejer un manto que hacía durante el día y deshacía por la noche, y así los mantenía alejados, esperando que lo terminara, si bien ya se estaban impacientando.
Ulises es reconocido por su nodriza Euriclea
Ulises es reconocido por su nodriza Euriclea Ulises llega por fin a Ítaca, pero desea saber cómo están las cosas y si su esposa le ha sido fiel. Se disfraza de mendigo y es bien recibido por todos. Solo su nodriza, Euriclea, al lavarle los pies y verle la antigua herida, lo reconoce.
La matanza de los pretendientes Ulises, con la ayuda de su hijo Telémaco, hace que haya una competición entre todos los pretendientes, consistente en tensar el arco que había recibido de Heracles y hacer que una flecha atraviese varias anillas. Todos lo intentan pero no pueden y, cuando le toca el turno, él y Telémaco dispara contra todos los pretendientes.
Ulises y Penélope reinan de nuevo en Ítaca
Kavafis “Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca, pide que tu camino sea largo y rico en aventuras y experiencias. A lestrigones, cíclopes, o fiero Poseidón nunca temas. No hallarás tales seres en tu ruta si alto es tu pensamiento y limpia la emoción de tu espíritu y cuerpo… Pide que tu camino sea largo. Que numerosas sean las mañanas de verano en que arribes a bahías, nunca vistas, con ánimo gozoso. A Ítaca tenla siempre en la memoria. Llegar allá es tu meta, Mas no apresures el regreso… Rico en saber y en vida como has vuelto, comprendes qué significan las Ítacas”
Fin de la representación
- Slides: 36