Tus manos son palomas de la paz tus

Tus manos son palomas de la paz, tus manos son palomas de la paz, puedes tener la suerte de encontrar en tus manos palomas de la paz.

Tus manos son palomas de la paz, tus manos son palomas de la paz, puedes tener la suerte de encontrar en tus manos palomas de la paz.

Perdón Señor. Trabajamos poco por la paz.

No adoréis a nadie, a nadie más que a Él No adoréis a nadie, a nadie más, No adoréis a nadie, a nadie más que a Él. Porque sólo Él nos puede sostener. No adoréis a nadie, a nadie más que a Él.

No adoréis a nadie, a nadie mas que a El No adoréis a nadie, a nadie mas, No adoréis a nadie, a nadie mas. No adoréis a nadie, a nadie más que a El. Porque solo El nos puede sostener. No adoréis a nadie, a nadie mas No adoréislos a nadie, a nadie más que a El. “Dichosos que trabajan por la paz”

Niño. -Eres alguien muy importante. Quiérete. Todos. -Valora a tus amigos y a la gente. Les darás seguridad. Niño. - Descubre todo lo que te une a los demás, por encima de lo que te separa. Todos. - Respeta las opiniones. Así contribuirás al diálogo. Niño. - Aprende a escuchar. Comprenderás mejor a los demás. Todos. - Esfuérzate en hacer bien tu trabajo. disfrutarás con el resultado.

Niño. - Trabaja en grupo. Nadie sabe más que todos juntos. Todos. - Regala tu sonrisa a los demás. Te hará feliz. Niño. - A los que dicen que con la violencia se solucionan los problemas, diles que eso es un cuento. Todos. - Comparte tus cosas con los demás. de esta forma estarás poniendo paz a tu alrededor.

Santu santua, diran guztien Jainko Jauna. Zeru- lurrak beterik daukaz zure diztirak. Hosanna zeru goienetan. Bedeinkatua, Jaunaren izenean datorrena. Hosanna zeru goienetan.

Sacerdote. - PADRE, que miras por igual a todos tus hijos, a quienes ves enfrentados NUESTRO, de todos, de los seis mil quinientos millones de personas que poblamos la Tierra, sea cual sea nuestra edad, color. . . Todos. - QUE ESTAS EN EL CIELO y en la tierra, en cada persona, en los humildes y en los que sufren. SANTIFICADO SEA TU NOMBRE, pero no con el estruendo de las armas, sino con el susurro del corazón.

Sacerdote. - VENGA A NOSOTROS TU REINO, el reino de la paz, el del amor. HÁGASE TU VOLUNTAD, siempre, en todas partes. EN LA TIERRA COMO EL CIELO. Que tus deseos no sean obstaculizados por los hijos del poder. Todos. - DANOS EL PAN DE CADA DIA, un pan que está amasado con paz, justicia y amor. DÁNOSLE HOY, porque mañana puede ser tarde: la guerra amenaza y algún loco puede iniciarla.

Sacerdote. - PERDÓNANOS NUESTRAS OFENSAS, no como nosotros perdonamos, sino como Tú perdonas, sin dar lugar al odio. Todos. - NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACION de almacenar lo que no nos diste, de acumular los que otros necesitan, de mirar con recelo al de enfrente.

Sacerdote. - LÍBRANOS DEL MAL que nos amenaza: el mal de las armas, del poder, de la sociedad del consumo, de vivir montados en el gasto. Porque somos muchos, Padre, los queremos vivir en paz. Amén.

Sacerdote. - Haznos, Señor, instrumentos de tu paz: Que allí donde haya odio, llevemos amor; donde haya ofensa, pongamos perdón. Todos. - Que donde haya duda, pongamos fe; donde haya desesperación, pongamos esperanza; donde haya tristeza, llevemos alegría.

Sacerdote. - Nos comprometemos y proponemos: Frente al ruido violento… el silencio pacífico; frente a la muerte de inocentes… la apuesta por la vida. Todos. - Frente al odio irracional, nos comprometemos y proponemos la acogida del amor y la amistad; frente a los intereses egoístas… nuestra generosidad gratuita; frente al individualismo e indiferencia… un corazón unido y una humanidad que quiere ser la Gran familia de Dios.