Trigsimo sexto programa El matrimonio Cario matrimonial Procreacin

Trigésimo sexto programa El matrimonio. Cariño matrimonial. Procreación de los hijos.

Hemos visto que: -El matrimonio es Sacramento. -Sus propiedades: unidad e indisolubilidad. - Los fines del matrimonio. - El matrimonio es camino de santidad. - Repasamos un “examen de conciencia”.

Examen Convendrá que los casados hagan su examen de conciencia. . . Las crisis. . . - el matrimonio no excluye los conflictos. - rara vez solo unos es responsable. - buscar superarlas con espíritu de conciliación

Examen -Hay palabras que NUNCA deberían pronunciarse. -Evitar la lista de antiguos agravios. -No agraviar a la familia del cónyuge. -El amor es como las plantas hay que regarlo para que florezca; también hay que sacar los yuyos o malas hierbas.

• Fomentar el arte de perdonar y de pedir perdón. • También el arte del diálogo. • Luchar contra aquellos defectos que, en público, puedan poner a la esposa en ridículo (tacañerías, mal aspecto) o los detalles relacionados con ella (ignorarla, mala gana con ella, etc. ). • Ella no descuidará su arreglo (limpieza, belleza) personal.

Dar muestras de cariño. Palabras agradables. Comprender. Tolerar. Estar alegre. Vencer el mal humor. Dominar el orgullo. Superar la pereza y la comodidad. “Matar” el egoísmo. Amar lo que el otro quiere. Tiempos para los dos.

Un matrimonio va al fracaso, indefectiblemente, si: desaparecen las muestras de amor al cónyuge; si se dejan llevar por el amor a una tercera persona; si se magnifican los defectos del cónyuge; si comienzan a levantar la voz y a contestarse de mal modo; si se prolongan las rabietas, las caras largas, si ninguno quiere ceder para pedir disculpas ni disculpar; si se pierde el interés por las cosas del otro; si nos despreocupamos de hacer feliz a la otra parte; si molestamos continuamente; Amar es también compartir malos momentos. No existe una pareja humana “modelo”.

Decálogo del Matrimonio 1. Antes de la profesión está el amor de esposos. 2. Paternidad responsable. Aceptar la familia como sea. 3. Hogar siempre abierto para familiares y amigos. 4. Que en el hogar haya un sitio de honor para quienes les dieron la vida.

5. Respeto mutuo. 6. Ser enérgicos en lo esencial y flexibles en lo accidental con los hijos. 7. No dramatizar las cosas sencillas y simplificar las complicadas. 8. La belleza, el buen gusto y el orden deben ser característicos del hogar. 9. Sana espiritualidad en el hogar. 10. Aceptar la situación en que se encuentren.

Decálogo del Esposo 1. Soluciona tu vida antes de constituir una familia. 2. El trabajo es importante, pero que no te saque todo el tiempo que tienes. 3. El buen humor, la serenidad del espíritu, es el regalo más valioso para tu esposa e hijos. 4. Tu esposa debe ser tu mejor amiga y compañera.

5. Respeta su campo de trabajo. 6. No te ridiculices entrometiéndote en sus asuntos. 7. Si tu esposa puede ejercer una profesión, permíteselo. 8. Educar a los hijos es un arte difícil y delicado y requiere mucho amor. 9. Sé muy hombre en todo, inclusive demostrando afecto. 10. Si eres creyente, que Cristo sea luz y alegría de tu vida.

Decálogo de la Esposa 1. El hogar será lo que hagas de él. 2. Te corresponde la administración inmediata de los bienes. 3. Que el buen gusto hagan acogedor el hogar. 4. Procura seguir siendo la novia de tu marido. 5. Antes que tus hijos está tu esposo.

6. Que tus palabras sean alivio para tu hogar. 7. Tu deber con tus hijos es dar ternura. 8. No grites ni pierdas los estribos. 9. Pon cuidado al orden y administración del hogar. 10. Si eres creyente, busca apoyo en Dios.

Cariño matrimonial El hombre prefiere demostrar su cariño con “hechos” pero NO debe olvidarse que a ellas les gusta oir decir que se las quiere. La mujer necesita muestras de cariño. La mujer es difícil de comprender (ella misma no se comprende a veces). Momentos o ciclos difíciles.

Cariño matrimonial Los maridos: Agradecer y valorar a su cónyuge y a su trabajo en la casa: la comida, la limpieza de la ropa y de la casa. . . Colaborar en las tareas de la casa y en la educación de los hijos. No aportar el dinero solamente. Ratos para ella. . . , descansos. Detalles, regalitos. . . Ternura en la intimidad.

Como hacer fracasar un matrimonio 1º Abandonar las muestras de amor al otro cónyuge. 2º Dejarse llevar del amor a tercera persona. 3º Supervalorar los defectos del otro cónyuge. 4º Contestarle mal y alzarle la voz. 5º Prolongar los pequeños enfados, mantener la mala cara y ser difíciles para perdonar y pedir perdón, cuando sea necesario. 6º Desinteresarse de las cosas del otro. 7º Despreocuparse de hacerle feliz. 8º Molestarle continuamente.

Para salir del conflicto matrimonial 1º Tomar conciencia del problema. Nada se resuelve si no se conoce su existencia. 2º Que los dos quieran resolverlo. 3º Buscar las causas que lo han originado. 4º No echarse la culpa mutuamente. 5º Perdonar: pedir perdón; ofrecer perdón. 6º Partir de lo que los une, y apoyarse en ello. 7º Buscar posible solución. 8º Diálogo: Ponerse a hablar. Preguntarse, ¿qué nos pasa? 9º Escuchar. Aguantar. Tolerar. 10º Buscar ayuda en tercera persona (amigo, consejero, sacerdote); pero no para que nos dé la razón a nosotros.

Mujer, para tu armonía matrimonial 1. Acepta a tu marido como es. 2. Admíralo en sus valores. Un hombre se siente feliz al verse admirado por su mujer. 3. Adáptate a su vida y no intentes que la cambie por ti. » No acoses a tu marido exigiéndole que te dedique más tiempo. Agobiarle así es contraproducente. No exijas a tu marido una delicadeza y una ternura que «a él no le va» . No esperes continuas alabanzas de tu labor. Él está acostumbrado a que le feliciten por lo que está bien hecho. Eso es lo normal.

Tu marido quiere que necesites de su amor. Disfruta, si tú disfrutas con él. Procura conseguirlo y decírselo. Cuando tengas que negarte, hazlo con delicadeza. La mujer es fuerte y omnipotente sobre él cuando obra con la ternura. Dulzura, paciencia y tiempo hacen más que fuerza y rabia. El hombre es más amigo de su comodidad y de su bienestar, que la mujer. Es sensual en todo el sentido de la palabra. La mujer sacrifica regularmente su comodidad para estar bella. El hombre, por el contrario, sacrifica alegremente su vanidad a sus comodidades.

He aquí unas normas para tu vida como esposa y madre: Serás una celosa y prudente administradora. No permitas lujos que tu posición no te admita. Tampoco pasarás la vida protestando porque los cortos ingresos de tu marido te impiden competir socialmente con amigas tuyas. No le darás demasiada importancia a tu propia familia, ni le darás demasiada poca a la de tu esposo. Aunque ames a los tuyos como siempre y te encante visitarlos frecuentemente, tendrás presente que el primero y más grande amor de tu vida es tu marido. No amargues la vida de tu esposo manteniendo relaciones tirantes con su familia.

A sus padres, míralos como si fueran los tuyos. Nunca hables mal a tu marido de su familia, y menos de su madre. Instintivamente cogemos antipatía a las personas que nos hablan mal de quienes amamos. La esposa no debe tener celos de que su marido tenga con su madre las atenciones que no pueden faltar en todo buen hijo; ni de que su suegra tenga por su hijo el interés natural en toda madre. Embellecerás tu hogar y serás tú misma el motivo central de la decoración. Con eso lograrás que tu esposo no pierda el gusto hacia el hogar y hacia ti.

Por muy modesto que sea tu hogar, si despliegas tu ingenio y tu buen gusto, puedes convertirlo en un bello retiro lleno de luz y alegría, donde tu esposo ansíe refugiarse después de las largas jornadas de trabajo. Que el marido esté en casa, cómodo y a gusto. Los griegos sabiamente decían: «Mucho hogar, esposo firme» . En el modo de arreglarte, no te olvides que debes resultar atractiva sólo para tu marido. Ante las demás personas basta que estés presentable. Domina tu vanidad.

Procreación de los hijos

-Cooperadores en la obra de la creación. - G. S. 50: El matrimonio y el amor conyugal están ordenados por su propia naturaleza a la procreación y a la educación de los hijos. . . - En conciencia decidirán responsablemente sobre su paternidad. -No debe ser una decisión arbitraria.

-Los hijos son un don de Dios. -H. V. 27: Cualquier acto matrimonial debe quedar abierto a la transmisión de la vida. -Por razones graves los cónyuges distanciarán el nacimiento de los hijos o decidirán no tener más; para ello recurrirán a los métodos naturales (ciclos de la mujer, abstención periódica).

El Dr. Germán Knaus, austríaco, y el Dr. Yusaku Ogino, japonés, descubrieron simultáneamente, en 1923, que la ovulación de la mujer tiene lugar trece días antes del comienzo de la menstruación, con una fluctuación de dos días antes o después, cualquiera que sea la duración del ciclo. Puesto que el óvulo vive unas veinticuatro horas, una mujer puede conocer su período de fertilidad.

La experiencia de la Organización Mundial de la Salud, por las estadísticas realizadas en cinco países, le da al método Billings una eficacia del 99% de éxitos Hoy es practicado por cincuenta millones de matrimonios en el mundo.

El método Billings es más seguro que el preservativo. Según la revista The Medical Letter (XVII, 6/marzo 1995) el preservativo sólo garantiza el 88% de seguridad. Más eficaz que el abortivo DIU y el preservativo. Sin los inconvenientes psíquicos de la ligadura de trompas y vasectomía» .

En respuesta a una pregunta en el parlamento, el Primer Ministro inglés Tony Blair comunicó: “durante los últimos diez años 104 mujeres han muerto en Inglaterra a causa de la píldora. Otras 2. 400 mujeres han sufrido serios problemas de salud debido al uso de los anticonceptivos. ” «La reunión del método ogínico con el del Dr. Billings es el modo más seguro de todos los conocidos»

Para la moral católica, los métodos artificiales son inmorales: Preservativos. Ligadura de trompas. Vasectomía. Píldoras anticonceptivas que, además, son habitualmente abortivas. Óvulos espermicidas. Dispositivo Intra Uterino (DIU). Diafragma. Inyecciones, etc.

A los matrimonios con dudas en este punto, les dice el Papa Benedicto XVI: “Yo les aconsejaría que consultaran a su director espiritual, que pidieran consejo al sacerdote, porque estas cosas no se pueden dilucidar en abstracto” (Joseph Ratzinger: “La sal de la Tierra”, II, 12. Ed. Palabra. Madrid, 1997).

Las familias numerosas Const. G. S. n. 50: Entre los cónyuges que cumplen la misión que Dios les ha confiado, "son dignos de mención muy especial los que, de común acuerdo, bien ponderado, aceptan con magnanimidad una prole numerosa, para educarla dignamente". Catecismo n. 2373: "La Sagrada Escritura y la práctica tradicional de la Iglesia ven en las familias numerosas como un signo de la bendición divina y de la generosidad de los padres".

Presentación del P. Juan María Gallardo para www. oracionesydevociones. info