T Ordinario dom 17 B T Ordinario dom
T. Ordinario dom 17 (B) T. Ordinario dom 3 (B) Lectura del santo Evangelio según san Juan 6, 1 -15 En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, la fijándose enfiesta Jesúsdeque Estaba cerca Pascua, la los pasaba, judíos. dice: Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía- mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué «Éste es el Cordero de Dios. » compraremos panes para que sus coman estos? » . Los discípulos oyeron palabras y Lo decía parasiguieron tantearlo, apues bien sabía él lo Jesús. que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les denarios de pan no bastan para que a cada uno pregunta: le toque un pedazo» . - «¿Qué buscáis? » Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Ellos le contestaron: Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de - «Rabí (que significa Maestro), peces; pero, . -¿dónde vives? » Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 35 -42 Él les dijo: - «Venid y lo veréis. » ¿qué es eso para tantos? » . Jesús dijo: «Decid a la -Entonces fueron, vieron dónde vivía y gente que se siente en el suelo» . Había mucha sehierba quedaron día; las en aquelcon sitio. él Seaquel sentaron; sóloserían los hombres eran unos cinco mil. de Jesús los panes, dijo la cuatro la tomó tarde. acción de gracias y los repartió a los que estaban Andrés, hermano de Simón Pedro, era sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del uno de. Cuando los dos que oyeron y pescado. se saciaron, dice a asus. Juan discípulos: «Recoged los pedazos encuentra que han sobrado; que nada siguieron a Jesús; primero a se desperdicie» . Los recogieron y llenaron doce su hermano Simón y le dice: canastas con los pedazos de los cinco panes de -cebada, «Hemos encontrado alhabían Mesías (que sobraron a los que comido. La gente entonces, al ver. Cristo). » el signo que había hecho, significa decía: «Este sí que es el Profeta que tenía que venir Y lo llevó a Jesús se le quedó al mundo» . mirando le dijo: Jesús entonces, sabiendoyque iban a llevárselo para rey, se retiró otra vez la montaña - proclamarlo «Tú eres Simón, el hijo de a. Juan; tú teél solo. llamarás Cefas (que se traduce Pedro). » clic
Texto: José Antonio Pagola Presentación: B. Areskurrinaga HC Euskaraz: D. Amundarain Música: Bilitis Pourcel 29 -07 -18 Domingo 17 T. ordinario – B (Juan 6, 1 -15)
De todos los hechos realizados por Jesús durante su actividad profética, el más recordado por las primeras comunidades cristianas fue seguramente una comida multitudinaria organizada por él en medio del campo, en las cercanías del lago de Galilea. Es el único episodio recogido en todos los evangelios.
El contenido del relato es de una gran riqueza. Siguiendo su costumbre, el evangelio de Juan no lo llama «milagro» , sino «signo» . Con ello nos invita a no quedarnos en los hechos que se narran, sino a descubrir desde la fe un sentido más profundo.
Jesús ocupa el lugar central. Nadie le pide que intervenga. Es él mismo quien intuye el hambre de aquella gente y plantea la necesidad de alimentarla. Es conmovedor saber que Jesús no solo alimentaba a la gente con la Buena Noticia de Dios, sino que le preocupaba también el hambre de sus hijos.
¿Cómo alimentar en medio del campo a una muchedumbre? Los discípulos no encuentran ninguna solución. Felipe dice que no se puede pensar en comprar pan, pues no tienen dinero. Andrés piensa que se podría compartir lo que hay, pero solo un muchacho tiene cinco panes y un par de peces. ¿Qué es eso para tantos?
Para Jesús es suficiente. Ese joven sin nombre ni rostro va hacer posible lo que parece imposible. Su disponibilidad para compartir todo lo que tiene es el camino para alimentar a aquellas gentes. Jesús hará lo demás. Toma en sus manos los panes del joven, da gracias a Dios y comienza a «distribuirlos» entre todos.
La escena es fascinante. Una muchedumbre, sentada sobre la hierba verde del campo, compartiendo una comida gratuita un día de primavera. No es un banquete de ricos. No hay vino ni carne. Es la comida sencilla de la gente que vive junto al lago: pan de cebada y pescado en salazón. Una comida fraterna servida por Jesús a todos gracias al gesto generoso de un joven.
Esta comida compartida era para los primeros cristianos un símbolo atractivo de la comunidad nacida de Jesús para construir una humanidad nueva y fraterna. Les evocaba al mismo tiempo la eucaristía que celebraban el día del Señor para alimentarse del espíritu y la fuerza de Jesús: el Pan vivo venido de Dios.
Pero nunca olvidaron el gesto del joven. Si hay hambre en el mundo, no es por escasez de alimentos, sino por falta de solidaridad. Hay pan para todos, falta generosidad para compartirlo.
Hemos dejado la marcha del mundo en manos de un poder económico inhumano, nos da miedo compartir lo que tenemos, y la gente se muere de hambre por nuestro egoísmo irracional.
- Slides: 11