Sufrir con Cristo Eran nuestras dolencias las que

Sufrir con Cristo

Eran nuestras dolencias las que él llevaba. Por sus llagas hemos sido sanados. Por él se cumplirá lo que Dios quiere. Is 53, 4 -5. 10

• ¿Quién enferma sin que yo enferme? • ¿Quién cae sin que un fuego me devore? 2 Cor 11, 29 Me alegro cuando tengo que sufrir por vosotros, pues así completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo. Col 1, 24

Enséñanos a saber devolver bendición por maldición, como tú, que, insultado, no devolvías los insultos, y maltratado, no amenazabas, sino que te encomendabas a Dios, que juzga justamente. 1 Pe 2, 23

Enséñanos a amar, como tú, a nuestros enemigos y a hacer el bien a los que nos odian; a bendecir a los que nos maldicen; a rogar por los que nos maltratan. Lc 6, 27 -28

Corramos constancia, fijos los ojos en el pionero y consumador de nuestra fe, Jesús. Heb 12, 1 -2

Serán perseguidos todos los que quieran servir a Dios en Cristo Jesús. 2 Tim 3, 12 Todo el que hace la justicia ha nacido de Dios. 1 Jn 2, 29

El amigo ama en toda ocasión. El hermano nace para el tiempo de angustia. Prov 17, 17 Que el sufrimiento nos capacite para saber ayudar a los que son puestos a prueba Heb 2, 18

Si ahora sufrimos con él, con él recibiremos la Gloria Rom 8, 17 Quiero conocer más a Jesús. Quiero probar el poder de su resurrección y tener parte en sus sufrimientos; y siendo semejante a él en su muerte, alcanzaré, Dios lo quiera, la resurrección de los muertos. Flp 3, 10 -11

Sé en quién he puesto mi confianza y estoy convencido de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que deposité en sus manos. 2 Tim 1, 12