Subsidiaridad Entre los elementos esenciales del principio de

Subsidiaridad

Entre los elementos esenciales del principio de subsidiaridad podemos encontrar, en general, los siguientes: l Como todos los principios reguladores de la DSI, el principio de subsidiaridad procede de la constatación que el hombre es el principio, el sujeto y el fin de la sociedad. l El ser humano, por su naturaleza social, puede realizarse sólo en relación con los demás. La acción de la sociedad y del Estado en favor de su auto-realización debe ser subsidiaria, lo cual significa favorecer la libre asunción de responsabilidades a la persona, y suplirla o sustituirla sólo en casos excepcionales l

l El sentido positivo del principio de subsidiaridad (motivador): las comunidades deben permitir y animar a las personas el ejercicio de sus derechos y deberes, lo mismo dígase de las sociedades mayores respecto a las menores. La actuación del principio proporciona las posibilidades y los medios para que las personas y las sociedades menores realicen aquello de que son capaces

l El sentido negativo de la subsidiaridad (protector): el Estado y las sociedades más amplias no privan, sino que protegen, a los individuos y comunidades menores de su derecho a ejercer sus deberes y la asunción libre de sus responsabilidades

l Es un principio que regula las competencias entre individuos y comunidades, y entre comunidades menores y mayores

l El principio, en definitiva, significa que las entidades mayores (entre ellas el Estado), de frente a las menores (persona, familia, etcétera) no debe hacer más, pero tampoco menos, que ayudar a la autonomía de estas últimas

l El principio también defiende al Estado o a los otros destinatarios de una sobrecarga de tareas y responsabilidades. l Es un principio estructural de un orden social libre y digno del hombre

l Dado que se basa en la ontología de la persona, se aplica a la vida de cualquier sociedad. l El principio de subsidiaridad no puede ser separado del principio de solidaridad

l Un sistema de gobierno, auténticamente democrático, no puede prescindir de actuar el principio de subsidiaridad