Silogismo de Amor Conchita Carramiana Ibez Si eres
Silogismo de Amor Conchita Carramiñana Ibáñez
Si eres más tú, si soy más yo: construiremos un nosotros.
Me pierdo irremisiblemente en la oscuridad del camino.
Amor mío: inclinaría mi frente ante la verdad de tus ojos dormidos.
Ya no me miras desde tu ausencia, te fuiste con la luz del alba.
Olvidarte, amándote todavía, recordar que no te amo, pensando que no te he olvidado ningún día.
Quiero ser presa en tu cárcel de miel y azúcar, encerrada en ti siendo libre, atrapados sin nadie en comunión contigo, haciendo amor del paso del tiempo.
No pasará en vano nuestro amor sobre la tierra, se detuvo en nuestro nido, porque el amor vuela, amor mío, y en nosotros encontró refugio multiplicándose para no abandonarnos, incluso después de que nosotros hayamos desaparecido.
Cuando tu risa se dibuja en el aire las mañanas se pintan claras, los campos se tornan verdes tapizados de jaras perfumadas.
Tu risa abre el mundo, empapando de lluvia fresca las raíces de mi tierra.
Cuando tú no estás enredo los deseos de tu bosque, grano las horas del día hasta abrazar la noche.
Cuando tú no estás, invento el cielo añil, dibujando nubes blancas que perfilan tu rostro amado.
Permanecerás siempre como si estuvieses, como si no te hubieras ido.
Permanecerás con tu esencia inalterable cubriendo el seno del soñado valle.
Permanecerás acurrucado, tierno suave, rendido de caricias, dormido aquí en mi dentro como si fueses. . . un niño.
Nunca desaparecerás –lo escuchaste –, aunque el mundo se acabe, te vendrás conmigo donde yo me halle.
A esta tarde, plena de armonía, le faltas tú para ser perfecta, el todo se torna en nada, las espigas languidecen sin el sol de tu mirada,
la bruma envuelve el mar que llora de añoranza, las brasas se apagan, sin fuego no hay calor en mi humilde morada.
Pasará esta y otras tardes, y te quedarás adherido al silencio, y allí te buscaré encontrándote pegado a mi piel, en los espacios entregados a mi soledad.
Cuéntame sin tregua los valles, las colinas, las llanuras en mi cuerpo dibujadas.
Haz que te sienta en cada gesto, en la voz en la que desembocan tus palabras.
Cuéntale los sonidos al amor y diles que no me amas.
A esta tarde, plena de armonía, le faltas tú, para ser perfecta.
No existe despertar sin ti, el alba se desgarra, se embriaga de tristeza si no puedo contemplarte del sueño no despierto, Amor, si no te encuentro.
Cuando vuelvas a nacer te engendrará mi alma a golpes de versos, te gestará mi vientre calado por tu recuerdo.
Si pudieras entenderlo, niño mío, ya no serías desierto yermo sino fértil tierra empapada de limo,
cuando vuelvas de tu viaje te esperaré para hacerte nuevo, así como tú eres, libre, acariciando con tu risa los destellos de cada estrella,
te esperaré sólo para volver a darte luz, amándote incluso después de esta vida.
Cada día dibujo el amor para ti, las siluetas del aire, los suspiros del vacío con tinta invisible,
no puedes verlo, ángel sin alas, mi ángel, y así la probabilidad de tu existencia es incierta y limitada, no vuelas, simplemente te paseas, si pudieras intuir la magnitud de los pensamientos dedicados a ti, sabrías que por ti el mundo se pobló de miles de gotas de amor.
Premisas para comenzar lo que nunca va a concluir, Silogismo de Amor para dar significado al todo que, sin querer, se cuela en la nada.
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