Semillas vida con proposito Semillas vida con proposito

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Semillas – vida con proposito

Semillas – vida con proposito

Semillas – vida con proposito Un hombre trabajaba en una fábrica distante cincuenta minutos

Semillas – vida con proposito Un hombre trabajaba en una fábrica distante cincuenta minutos de autobús de su casa.

Semillas – vida con proposito En la siguiente parada entraba una señora anciana que

Semillas – vida con proposito En la siguiente parada entraba una señora anciana que siempre se sentaba junto a la ventana. Ella abría la bolsa, sacaba un paquetito y se pasaba todo el viaje arrojando alguna cosa para fuera.

Semillas – vida con proposito La escena siempre se repetía y un día, cursioso,

Semillas – vida con proposito La escena siempre se repetía y un día, cursioso, el hombre le preguntó qué arrojaba por la ventana. - Tiro semillas, respondió ella. - ¿Semillas? ¿Semillas de qué? -De flores. Es que veo para afuera y la calle está tan vacía. . . Me gustaría poder viajar viendo flores coloridas por todo el camino. ¡Imagine cuán bello sería!

Semillas – vida con proposito -Pero las semillas caen sobre el asfalto, son aplastadas

Semillas – vida con proposito -Pero las semillas caen sobre el asfalto, son aplastadas por las ruedas de los coches, devoradas por los pájaros. . . ¿Cree usted señora que las semillas germinarán a la orilla de la carretera? Así es, hijo mío. Aunque muchas se pierdan, algunas acaban cayendo en la tierra y con el tiempo van a brotar. -

Semillas – vida con proposito -Aún así. . . tardarán en crecer. . .

Semillas – vida con proposito -Aún así. . . tardarán en crecer. . . necesitan agua. . . -Ah, yo hago mi parte. Siempre hay días de lluvia. Y si alguien arroja las semillas, las flores nacerán.

Semillas – vida con proposito Diciendo esto, se dio vuelta hacia la ventana y

Semillas – vida con proposito Diciendo esto, se dio vuelta hacia la ventana y recomenzó su trabajo. El hombre descendió luego más adelante, pensando que la señora ya estaba senil.

Semillas – vida con proposito Un tiempo después. . . Un día, en el

Semillas – vida con proposito Un tiempo después. . . Un día, en el mismo autobús, el hombre al mirar para afuera percibió flores en la vera del camino. . . Muchas flores. . . ¡El paisaje colorido, perfumado y hermoso!

Semillas – vida con proposito Se acordó entonces de aquella señora. La buscó en

Semillas – vida con proposito Se acordó entonces de aquella señora. La buscó en vano. Le preguntó al chófer, que conocía a todos los pasajeros de viaje. - ¿La viejecita de las semillas? . . Pues. . . Murió hace cerca de un mes.

Semillas – vida con proposito El hombre se volvió a su lugar y continuó

Semillas – vida con proposito El hombre se volvió a su lugar y continuó mirando el pasisaje florido por la ventana “Quién diría, ¡las flores han brotado!” “¿Pero de qué le valió su trabajo? Murió y no pudo ver toda esta belleza. ”

Semillas – vida con proposito En ese instante, oyó risas de criatura. En el

Semillas – vida con proposito En ese instante, oyó risas de criatura. En el asiento de enfrente, una niña señalaba por la ventana, entusiasmada: ¡Mirá qué hermoso! Cuántas flores por la calle. . . ¿Cómo se llaman aquéllas. . . ? -

Semillas – vida con proposito Entonces, entendió lo que aquella señora había hecho. Aunque

Semillas – vida con proposito Entonces, entendió lo que aquella señora había hecho. Aunque no estaba ahí para ver, hizo su parte, dejó su marca, la belleza para la contemplación y la felicidad de las personas.

Semillas – vida con proposito Al día siguiente, el hombre subió al autobús, se

Semillas – vida con proposito Al día siguiente, el hombre subió al autobús, se sentó junto a la ventana, sacó un paquetito de semillas del bolso. . . Y así dió continuidad a la Vida, sembrando con entusiamso y alegría sus semillas. . .

Semillas – vida con proposito El futuro depende de nuestras acciones presentes Y si

Semillas – vida con proposito El futuro depende de nuestras acciones presentes Y si sembramos buenas semillas, los frutos serán igualmente buenos

Semillas – vida con proposito ¡No te olvides de sembrar las semillas del bien,

Semillas – vida con proposito ¡No te olvides de sembrar las semillas del bien, de la amistad, de la paz y de la alegría! CRISTO TAMBIÉN MURIÓ Y RESUCITÓ SEMBRANDO AMOR Y DANDO VIDA. TÚ Y YO TENEMOS QUE CONTINUAR SEMBRANDO EL MUNDO DE FLORES. Qu tengas un muy bonito día!