SANTA BENITA UNA MUJER PARA NUESTRO TIEMPO NACE
SANTA BENITA UNA MUJER PARA NUESTRO TIEMPO
NACE EL 2 DE OCTUBRE DE 1791 EN LANGASCO. SUS PADRES, JOSÉ Y FRANCISCA DECIDEN BAUTIZARLA A LOS DÍAS.
DE ADOLESCENTE TUVO UNA FELIZ OCURRENCIA: MARCHARSE DE CASA Y ESCONDERSE EN UNA CUEVA DURANTE UNA SEMANA PARA VIVIR EN SOLEDAD Y EN PENITENCIA. ASÍ QUERÍA EXPRESAR SU DESEO DE ENTREGARSE TOTALMENTE A DIOS.
SE ENAMORÓ Y SE CASÓ CON JUAN BAUTISTA FRASSINELLO. PERO DOS AÑOS DESPUÉS LA VOLUNTAD DE DIOS LES ABRIRÍA CAMINOS INESPERADOS.
DE COMÚN ACUERDO HACEN VOTO DE CASTIDAD ANTE EL OBISPO PARA ABRIR SUS CORAZONES A UN AMOR MÁS UNIVERSAL.
LA SITUACIÓN DE MENDICIDAD Y PROSTITUCIÓN EN LA QUE VIVÍAN MUCHAS NIÑAS DE PAVÍA, LES LLEVABA A PREGUNTARSE: ¿QUÉ PODEMOS HACER POR ELLAS?
VENDEN TODO LO QUE TIENEN Y CADA UNO SE VA A UN CONVENTO PARA ENTREGARSE TOTALMENTE A DIOS Y A SU CAUSA.
PERO EL OBISPO DE PAVÍA LLAMA A BENITA, TRAS SU ENFERMEDAD, PARA QUE SE EMPIECE A OCUPAR DE LAS JÓVENES DE PAVÍA. SOBRETODO DE LAS MÁS POBRES Y ABANDONADAS.
PERO EL PADRE DE BENITA NO ESTÁ DE ACUERDO CON SU DECISIÓN, POR LO QUE ÉSTA TIENE QUE LLAMAR A SU MARIDO PARA QUE LA APOYE EN ESTA NUEVA OBRA.
JUNTOS COMPRAN UNA CASA PARA RECOGER A ESTAS CHICAS Y DARLAS COBIJO, CARIÑO, EDUCACIÓN Y UN SENTIDO PARA SUS VIDAS.
TRAS UNOS AÑOS DE APRIETOS Y NUMEROSAS DIFICULTADES, SURGEN LAS MALAS LENGUAS Y LA PERSECUCIÓN Y TIENEN QUE DEJAR PAVÍA.
SE QUEDAN A VIVIR EN RONCO SCRIVIA Y ALLÍ ABREN UNA ESCUELA PARA ENSEÑAR A LEER Y ESCRIBIR A LAS NIÑAS MÁS POBRES.
CON MADRE BENITA HABÍAN IDO CINCO JÓVENES MAESTRAS DE PAVÍA JUNTAS INICIAN LA CONGREGACIÓN DE HERMANAS BENEDICTINAS DE LA PROVIDENCIA.
DURANTE 20 AÑOS LA MADRE DIRIGE LA COMUNIDAD SINTIENDO LA CERCANÍA Y LA TERNURA DE DIOS COMO PROVIDENCIA EN MÚLTIPLES OCASIONES.
Y ANTES DE PASAR A GOZAR ETERNAMENTE DEL SEÑOR, ENCENDIÓ HOGUERAS DE AÑOR EN VOGHERA, SAN QUIRICO Y NUEVAMENTE EN PAVIA.
EL ECO DE SU VOZ SIGUE RESONANDO EN NOSOTROS:
NOVENA A SANTA BENITA Padre nuestro que estás en el cielo y derramaste abundantes gracias sobre Santa Benita, concediéndole un abandono total en tu Providencia amorosa. Por su intercesión concédenos las gracias que te pedimos. Hijo eterno del Padre que te encarnaste por amor a los hombres y quisiste hacer partícipe de tu cruz a Santa Benita, inspirándole amor a las humillaciones y a los sufrimientos. Por su intercesión concédenos las gracias que te pedimos. Espíritu Santo, amor eterno, que procedes del Padre y del Hijo, que con la efusión de tus dones, guiaste por el camino de la santidad y del apostolado a Santa Benita. Por su intercesión concédenos las gracias que te pedimos.
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