Salmo responsorial 110 El Seor recuerda siempre su

Salmo responsorial: 110 El Señor recuerda siempre su alianza. 1. Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos, en la asamblea. Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que las aman. 2. Justicia y verdad son las obras de sus manos, todos sus preceptos merecen confianza: son estables para siempre jamás, se han de cumplir con verdad y rectitud. 3. Envió la redención a su pueblo, ratificó para siempre su alianza, su nombre es sagrado y temible. La alabanza del Señor dura por siempre.

Es un salmo con un himno profundamente de alabanza y acción de gracias. Es Dios que hace proezas a favor de su pueblo. Es un Dios que es misericordia, clemencia, fidelidad, alianza, obras … Es un salmo que nos permite gritar las maravillas que se han realizado en al historia de la salvación por parte de un Dios activo y cumplidor. Dios obra, es decir hace y ese hacer es lo que produce la acción de gracias. Cabe aquí señalar que el Señor actúa con misericordia y dejando todo “borrón y cuenta nueva” dedica su amor en el cumplimiento a lo ofrecido.

Este Salmo 110 llega al clima de su mejor expresión cuando se contempla el rostro de Dios. Es un Dios que requiere de respeto, pero no de terror o miedo. Es una justicia divina que va a durar para siempre. Así como la gratitud de cada uno de nosotros será eterna. Para resumir, el Salmo nos invita al final a descubrir las muchas cosas buenas que el Señor nos da cada día. Nosotros vemos más fácilmente los aspectos negativos de nuestra vida. El Salmo nos invita a ver también las cosas positivas, los numerosos dones que recibimos, para sentir así la gratitud, porque sólo un corazón agradecido puede celebrar dignamente la gran liturgia de la gratitud, la Eucaristía.

Por último, este himno de alabanza y de mucha acción de gracias, pues es Dios quien actúa a favor de su pueblo. De ahí que no solo sea con los labios sino con todo el corazón. De aquí la necesidad que se tiene de alabarlo con la vida y que sea recta y digna a los ojos de Dios. Es un Dios que ha estado en todo y para todos. Desde una naturaleza pintada en su mejor esplendor para contemplar la belleza de la creación al servicio de la humanidad. Desde aquí Cumaná, estado Sucre agradecemos y alabamos a Dios. P. Marcelo Rivas Sánchez