Pedro Pramo Boom latinoamericano y REALISMO MGICO Prof
Pedro Páramo, Boom latinoamericano y REALISMO MÁGICO Prof. Ignacio Di Tullio
El autor • Nace en el pueblo de Pulco, perteneciente a la ciudad de San Gabriel, que a su vez pertenece al distrito de Sayula. Era un pueblo muy pequeño, de dos mil habitantes.
El autor • Con la Rebelión Cristera (1926 – 1928) tuvo que trasladarse a San Gabriel y su familia perdió casi todo lo que tenía.
Revolución Cristera • Constitución mexicana: Un cura por cada 10000 habitantes. El pueblo se opuso a esto. Los sacerdotes cerraron las iglesias, dejaron el culto cerrado. Y el pueblo protestó y luego se levantó en armas, defendiendo lo que ellos llamaban “la santa causa de Dios”.
Revolución Cristera • Es una revolución más bien de origen “matriarcal”: fueron las mujeres quienes hicieron la revolución. Les decían a sus maridos o hijos: “no eres hombre si no vas a pelear por esta causa”, fue una forma de agitación. Hubo mucho saqueo y mucha violencia.
Infancia • En los primeros meses de la revolución, pierde, con muy pocos años de diferencia, a su padre, a su abuelo y a su madre. Rulfo estudiaba en un colegio de monjas y casi sin familiares cercanos lo enviaron a un orfanato, una correccional donde la pasó muy mal.
Depresión • Era un sistema carcelario, de una fuerte disciplina, un lugar lleno de pandillas en los cuales era común la violencia y el hostigamiento. Muchos hijos de familias pudientes mandaban allí a sus hijos para aleccionarlos. Fueron años muy tristes en los cuales Rulfo se siente solo y “consigue un estado depresivo que al día de hoy no se me puede curar”.
Depresión • De cualquier modo, Rulfo reconoce tener un carácter tendiente a la depresión y a la soledad, aspecto que se ha dedicado a cultivar a lo largo de toda su vida.
La violencia • LA VIOLENCIA: Forma parte de su obra. El estado de violencia como constitutivo del ser humano. Dice Rulfo que la violencia de su obra es una violencia imaginada. • Habla de la violencia de chispa retardada, de la violencia que traía el hombre en su interior, con la revolución (las violaciones, los asesinatos, los saqueos, las peleas). La violencia, cuando convive entre las personas con quienes uno se cruza todos los días que parecieran ser, a primera vista, personas pacíficas.
Realidad vs. Imaginación • Rulfo dice que recrea y revive esos personajes a través de su literatura, “imaginándolos como a él le hubiera gustado que fueran, La realidad es solo el punto de partida. Lo único que hay de realidad es la ubicación y el modo de hablar de los personajes”.
El Paisaje • El llano, el páramo, retratado en su obra.
Realidad vs. Imaginación • El ideal no es reflejar la realidad tal como es. Eso lo estamos viviendo, lo estamos leyendo en los periódicos, la estamos viendo por televisión, día a día. No se puede repetir eso que se está diciendo. Al escritor hay que dejarle el mundo de los sueños ya que no puede vivir en el mundo de la realidad.
Pedro Páramo Dos niveles de historia • 1) Historia de Juan Preciado • Narrador en 1 ra. persona • Tiempo/ No tiempo: racconto • Lugar/ No lugar • 2) Historia de Pedro Páramo • Narrador en 3 ra. persona • Tiempo Histórico • Lugar de la omnisciencia
Temas presentados por el autor • Caudillismo • Paternidad • Soledad • Ensimismamiento • Frustración-derrota • Locura
Mitos aludidos • Descenso a los infiernos • Paraíso perdido • Eterno retorno
Realidad vs. Imaginación • PERIODISTA: ¿El mundo de la realidad se ha convertido en información periodismo y el escritor debe vivir en otro mundo, el mundo de los sueños, del pasado pero no en el mundo del reflejo de la realidad directa? • JUAN RULFO: Es así. debe crear otra realidad.
El llano en llamas – Pedro Páramo • Publica el volúmen de cuentos El llano en llamas y llega a vender, en su tiempo, 400. 000 ejemplares. • Cuento “Luvina”. Estancamiento moral de las poblaciones rurales, habitadas solo por los viejos y los muertos, que pasaban “como sombras, repegados al muro de las casas, casi arrastrados por el viento”.
• Escribe Pedro Páramo (1955) en cuatro o cinco meses (él dice que ya estaba escrita en su cabeza), gracias a una beca de la Fundación Rockefeller, que gana en 1953. • Le permite sentarse a escribir la novela con tranquilidad, puesto que había tenido que trabajar toda su vida para sobrevivir. Trabaja en oficinas públicas, en publicidad, vendiendo neumáticos de automóviles y como director del departamento editorial del Instituto Nacional Indigenista.
PEDRO PÁRAMO • Dice que la escribió y que con el tiempo la olvidó. Decía estar una nueva novela (o “noveleta”) que jamás publicó. Escribe solamente dos libros. • Los mismos problemas que tienen los lectores los tuvo él al escribirlos. Dice que son necesarias tres lecturas para poder comprenderla. La novela no fue valorada en su momento, en su época, sino por generaciones posteriores.
• Rulfo dice que no reconoce una influencia faulkneriana. Trabaja con muertos y rompe el tiempo y el espacio. Porque trabaja con muertos dice que no se los puede ubicar en ningún lado. Una novela de fantasmas que cobran vida y la vuelven a perder. Rulfo dice que desde el punto de vista de la estructura, Pedro Páramo es una novela que no se sostiene desde ninguna estructura.
Borges y Rulfo, una conversación… • 1973 • Prólogo a una de las ediciones de Pedro Páramo. • “Emily Dickinson creía que publicar no es parte esencial destino de un escritor. Juan Rulfo parece compartir ese parecer. Devoto de la lectura, de la soledad y de la escritura de manuscritos, que revisaba, corregía y destruía, no publicó su primer libro -El llano en llamas, 1953 - hasta casi cumplidos los cuarenta años. Un terco amigo, Efrén Hernández, le arrancó los originales y los llevó a la imprenta. Esta serie de diecinueve cuentos prefigura de algún modo la novela que lo ha hecho famoso en muchos países y en muchas lenguas.
• Desde el momento en que el narrador, que busca a Pedro Páramo, su padre, se cruza con un desconocido que le declara que son hermanos y que toda la gente del pueblo se llama Páramo, el lector ya sabe que ha entrado en un texto fantástico, cuyas indefinidas ramificaciones no le es dado prever, pero cuya gravitación ya lo atrapa. • (…) Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica y aun de la literatura”.
• En 1973, Jorge Luis Borges visitó la ciudad de México y pidió encontrarse con su admirado Juan Rulfo, y lo que sigue es parte del diálogo que sostuvieron: • RULFO: Maestro, soy yo, Rulfo. Qué bueno que ya llegó. Usted sabe cómo lo estimamos y lo admiramos. • BORGES: Finalmente, Rulfo. Ya no puedo ver a un país, pero lo puedo escuchar. Y escucho tanta amabilidad. Ya había olvidado la verdadera dimensión de esta gran costumbre. Pero no me llame Borges y menos «maestro» , dígame Jorge Luis.
RULFO: Qué amable. Usted dígame entonces Juan. • BORGES: Le voy a ser sincero. Me gusta más Juan que Jorge Luis, con sus cuatro letras tan breves y tan definitivas. La brevedad ha sido siempre una de mis predilecciones. • RULFO: No, eso sí que no. Juan, cualquiera, pero Jorge Luis, sólo Borges. • BORGES: Usted tan atento como siempre. Dígame, ¿cómo ha estado últimamente?
• RULFO: ¿Yo? Pues muriéndome, muriéndome por ahí. • BORGES: Entonces no le ha ido tan mal. • RULFO: ¿Cómo así? • BORGES: Imagínese, don Juan, lo desdichado que seríamos si fuéramos inmortales.
• RULFO: Sí, verdad. Después anda uno por ahí muerto haciendo como si estuviera uno vivo. • BORGES: Le voy a confesar un secreto. Mi abuelo, el general, decía que no se llamaba Borges, que su nombre verdadero era otro, secreto. Sospecho que se llamaba Pedro Páramo. Yo entonces soy una reedición de lo que usted escribió sobre los de Comala • RULFO: Así ya me puedo morir en serio.
• “Álvaro Mutis subió a grandes zancadas los siete pisos de mi casa con un paquete de libros, separó del montón el más pequeño y corto, y me dijo muerto de risa: ¡Lea esa vaina, carajo, para que aprenda! Era Pedro Páramo. Aquella noche no pude dormir mientras no terminé la segunda lectura. Nunca, desde la noche tremenda en que leí la Metamorfosis de Kafka en una lúgubre pensión de estudiantes de Bogotá —casi diez años atrás— había sufrido una conmoción semejante”. • Gabriel García Márquez
EL BOOM • Cuando se habla de boom se hace referencia a una irrupción, a una explosión que ocurre en la literatura, con nuevas formas en la escritura y en el estilo de los textos, cuyo epicentro tuvo lugar en América latina.
¿Quién inventó el boom de la novela latinoamericana?
¿Fue, como sugieren algunos, la agente literaria Carmen Balcells, la poderosa mamá grande que representa a Cortázar, Vargas Llosa, García Márquez y Fuentes, los cuatro pilares más visibles del fenómeno?
¿O fue, como dicen otros, el editor Paco Porrúa, quien desde Sudamericana hacía germinar las páginas de esos mismos autores?
¿Fue la revista Primera Plana, que usó por primera vez la palabra boom para referirse a esta camada de narradores?
A pesar de las teorías conspirativas, todas las miradas convergen en un libro que asomó solitario en noviembre de 1966 titulado, con cautelosa sobriedad, Los nuestros.
Su autor, Luis Harss –escritor, periodista, académico y ensayista– empezó a concebir Los nuestros como un navegante sin brújula. Entre setiembre de 1964 y agosto de 1966, y por sugerencia de un editor de Nueva York, Roger Klein, se dedicó a entrevistar a diez escritores latinoamericanos que representaban lo más notable de esa nueva narrativa aún inexplorada como conjunto. A la mayoría no los conocía.
El libro se publicó primero en inglés (Into the Mainstream: Conversations with Latin American Writers), y el propio Harss lo tradujo al castellano a pedido de Porrúa
EL BOOM • Sin embargo, este movimiento (no confundir con un movimiento vanguardista, ya que el boom carecía de manifiestos: se lo llama movimiento en cuanto a renovación), tuvo algunos pasos previos. Es decir, se debe estudiar algunos textos claves que condujeron a esta renovación:
EL BOOM Adán Buenosayres (1947), de Leopoldo Marechal. • El túnel (1947), de Ernesto Sábato. • El Aleph (1949), de Jorge Luis Borges. • Hombres de maíz (1949), de Miguél Ángel Asturias. •
EL BOOM • No todos los escritores de la época escribían bajo los lineamientos del boom: el caso más explícito es el de Borges.
EL REALISMO MÁGICO • Hacia la década de 1950, la categoría estética del REALISMO MÁGICO comienza a ser utilizada por la crítica y los círculos académicos.
EL REALISMO MÁGICO • El crítico alemán Franz Roh había acuñado en 1925 el término "realismo mágico" como respuesta a la nuevas tendencias en el mundo plástico después del expresionismo. • SEYMOUR MENTON escribe La verdadera historia del realismo mágico (FCE, 1998) en el que propone la siguiente definición:
EL REALISMO MÁGICO • “Es la visión de la realidad diaria de un modo objetivo y ultrapreciso, con la introducción de algún elemento inesperado o improbable que crea un efecto raro o extraño o deja desconcertado o asombrado al observador en el museo o al lector en su butaca. ”
EL REALISMO MÁGICO • Se debe diferenciar al realismo mágico de lo fantástico. Este último aparece cuando los personajes violan leyes físicas del universo. Lo textos fantásticos provocan desconcierto en el lector y no el efecto de encantamiento mediante el cual el realismo mágico seduce al lector.
EL REALISMO MÁGICO • El realismo mágico trasciende el realismo objetivo, pero también se aleja del universo “maravilloso” del mundo americano heredado por escritores europeos de la conquista (por ejemplo, Bartolomé de las Casas). La gran novedad fue una aproximación a la realidad a través del pensar mítico racional.
EL REALISMO MÁGICO • Hay un punto central en estos autores del siglo XX: su originalidad reside en la extrañeza que provenía del modo en el que se abordaba la realidad y que dio lugar a REALISMOS IMAGINARIOS, que Menton describe en su libro:
1. REALISMO MÁGICO-MÍTICO: Se basaron en la magia de a palabra, en la fragmentación y la atemporalidad de los textos precolombinos, como el Popol Vuh (el libro sagrado de la civilización maya). Buscan realzar mitos del pasado precolombino en un fondo mágico de las culturas primitivas indígenas. Ej. Hombres de maíz o Leyendas de Guatemala, de Miguél Ángel Asturias.
2. LO REAL MARAVILLOSO: Recibió influjos de vanguardias europeas, pero creó a partir de la realidad americana. Sus autores –como Alejo Carpentiermuestran que en América Latina existe un depósito de fuerzas mitológicas, que hay un fondo mágico en las culturas primitivas.
Carpentier dice que América es el mundo de lo “real maravillloso” , el mundo de los orígenes, del paraíso perdido, de la cultura virginal. Su diferencia con el realismo mágico-mítico es que éste busca referentes de raigambres americanas, mientras que lo real maravilloso encuentra lo insólito en la naturaleza de la realidad.
3. EL REALISMO FANTÁSTICO: Este subgénero alude a la coherencia racional y se aproxima a creaciones imaginarias puras. Lo fantástico parte de imágenes reales, pero solo se conciben dentro de un orden irracional: funda una nueva realidad, un nuevo orden que se termina aceptando. En este inciso se encuentra Pedro Páramo, pues además de la ruptura de los ejes espacio-temporales, presenta al mundo de los muertos como si estuvieran vivos.
EL REALISMO MÁGICO • Al decir de Menton, “ni el lector ni el espectador” (nótese cómo se aplica el concepto no solo a lo literario sino que lo hace extensivo al cine) suelen hablar del “Realismo mágico” con ligereza. Ni el mismísimo García Márquez se animó a dar una definición precisa del término. El realismo mágico, por un lado, el realismo mágico-mítico, lo real marvilloso y el realismo fantástico por el otro, se entrecruzan, se tocan, se retroalimentan.
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