Parece extrao pero es as Cuando miras fijamente

Parece extraño, pero es así: Cuando miras fijamente al sol, la demasiada luz produce tinieblas.

Nada es más cierto que la existencia de Dios, y nada más razonable que la creación del cosmos por Dios; pero nada es más misterioso y oscuro.

Aunque creas en la vida eterna, no hallarás tinieblas más dolorosas que el momento de la muerte.

La criatura, por serlo, está sometida a la oscuridad del “misterio”, que no es falta de luz, sino reflejo de una luz que la trasciende.

Esta luz es de tal novedad que la criatura, que nada sabe, necesita una revelación progresiva, que le ocupará toda la existencia.

La luz trascendente, Dios, es tiniebla para nuestros ojos inmaduros. Para comunicarse con la criatura, usa signos, líneas, palabras, historia, profetas…

Sólo sumergidos en la Luz, podemos exclamar: “Creo en la luz”. Sólo conmovidos por la perfección de lo creado, podemos exclamar: “Creo en la perfección”.

No existe medio humano, por sutil que sea, que pueda sustituir la Fe. Ni un milagro. “¡Ni que resucite un muerto!”.

Resucitó Lázaro y Cristo… y el problema persiste… El descubrimiento de Él tiene lugar solo por la Fe.

En la relación con el trascendente, nos guste o no, entramos en el dominio de la Fe, y la fe es oscura y, con frecuencia, dolorosa.

Mira… y escucha: Las criaturas…, lo sublime…, lo perfecto…, son fotografías y lenguaje del Trascendente. El cosmos…, imagen de la inmensidad. La bondad…, fruto de su Bondad.

Fiarse del que todo lo sabe y todo lo puede es la mejor alternativa para el que nada sabe y nada puede. “El que crea en mí tendrá la Vida”. ¡Qué dicha poder creer!