Para recordar 51 segundos MiguelA Si viviste de

  • Slides: 15
Download presentation
“Para recordar” 51 segundos. Miguel-A.

“Para recordar” 51 segundos. Miguel-A.

Si viviste de niño en los 60, o 70, ¡¿cómo has sobrevivido? !. De

Si viviste de niño en los 60, o 70, ¡¿cómo has sobrevivido? !. De niños nos llevaban en coches sin cinturón de seguridad, ni airbag. . . e íbamos en la parte de atrás de una camioneta. Era un paseo especial. Aún lo recordamos. . .

¡Nuestras cunas estaban pintadas con brillantes colores de pintura a base de plomo!. No

¡Nuestras cunas estaban pintadas con brillantes colores de pintura a base de plomo!. No teníamos tapas con seguro para niños en los frascos de medicinas.

Cuando andábamos en bicicleta no usábamos casco, ni rodilleras, ni coderas. Y era más

Cuando andábamos en bicicleta no usábamos casco, ni rodilleras, ni coderas. Y era más divertido cuando convertías tu bici en una moto, con un simple envase de frutsi colocado entre los radios de la rueda.

Empleábamos horas y horas construyendo unos carritos de cajas o tubos. Y quienes teníamos

Empleábamos horas y horas construyendo unos carritos de cajas o tubos. Y quienes teníamos la fortuna de tener un amigo con bici, íbamos remolcados. . . y en la esquina recordábamos no tener frenos. Después de varios accidentes aprendimos soluciones. Era preferible chocar con arbustos o caer por tierra, a chocar con los coches.

Tomábamos agua de la manguera del jardín, o de cualquier parte. . . y

Tomábamos agua de la manguera del jardín, o de cualquier parte. . . y no de una botella de agua purificada.

¡No teníamos teléfono móvil. . . así que nadie podía ubicarnos! ¡¡Impensable!!.

¡No teníamos teléfono móvil. . . así que nadie podía ubicarnos! ¡¡Impensable!!.

Llegábamos a casa a comer, tras pasar la mañana en la escuela. Después de

Llegábamos a casa a comer, tras pasar la mañana en la escuela. Después de la merienda, salíamos a jugar con la única condición de regresar antes del anochecer.

Comíamos bizcochitos, twinquis, pan y mantecadas, tomábamos bebidas con azúcar, y nunca teníamos exceso

Comíamos bizcochitos, twinquis, pan y mantecadas, tomábamos bebidas con azúcar, y nunca teníamos exceso de peso, porque siempre estábamos jugando y corriendo. Nos cortábamos, nos rompíamos un hueso, perdíamos un diente, pero nunca hubo demandas por éstos accidentes. Nadie tenía la culpa, más que nosotros mismos.

Compartíamos una cocacola entre cuatro (cuando la podíamos comprar, era botella de vidrio de

Compartíamos una cocacola entre cuatro (cuando la podíamos comprar, era botella de vidrio de 1 litro). . . bebiendo en la misma botella, y nadie se contagiaba ni moría por eso. No teníamos Playstations, Nintendo 64, X boxes, Juegos de Video, 99 canales de TV por cable, grabadoras de video, DWD, teléfonos móviles, ordenadores, “chatrooms” en Internet, etc. . . ¡PERO TENÍAMOS VERDADEROS AMIGOS!.

Salíamos de casa. . . nos subíamos en la bicicleta, o caminábamos hasta la

Salíamos de casa. . . nos subíamos en la bicicleta, o caminábamos hasta la casa del amigo, tocábamos el timbre. . . (o sencillamente entrábamos sin llamar). . . y allí estaba. . . Y, después, salíamos, juntos, a jugar. . .

. . . sí. . . a jugar a la calle. . . ¡En

. . . sí. . . a jugar a la calle. . . ¡En el mundo cruel! ¡Por supuesto, sin un guardaespaldas contratado por papá!.

Hacíamos juegos con palitos, bolas de tenis, jugábamos hoyo, bote pateado, policías y ladrones,

Hacíamos juegos con palitos, bolas de tenis, jugábamos hoyo, bote pateado, policías y ladrones, tochito, beis, etc. Y en algún equipo que se formaba para jugar un partido de fútbol, o baloncesto. No todos llegaban a ser elegidos para jugar, pero no por ello había desencanto que llevara a traumas.

Algunos estudiantes no eran tan brillantes como otros. . . y cuando perdían un

Algunos estudiantes no eran tan brillantes como otros. . . y cuando perdían un curso lo repetían. Nadie iba al psicólogo, o al psicopedagogo, nadie tenía dislexia, simplemente repetía. . . y tenía una segunda oportunidad.

Tuvimos libertad, éxitos, fracasos, responsabilidades. . . Y aprendimos a manejarlo todo ello. Algunos,

Tuvimos libertad, éxitos, fracasos, responsabilidades. . . Y aprendimos a manejarlo todo ello. Algunos, seguro que dirán que fuimos unos aburridos, pero. . . ¡¡¡FUIMOS FELICES!!!. ¿Eres de esa generación? Si lo eres, regálate un segundo de reflexión, y envía este “. pps” a tus amigos. Quizás se olviden por un momento de sus agitadas vidas, y vuelvan, con el recuerdo, durante unos minutos a ser niños otra vez.