MiguelA No te quejes Dedicado con cario a

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Miguel-A. “¡No te quejes!” Dedicado, con cariño, a mi amiga Lía Dálvit, de Buenos

Miguel-A. “¡No te quejes!” Dedicado, con cariño, a mi amiga Lía Dálvit, de Buenos Aires. (3/5/2007).

Un hombre estaba harto de tener que ir a trabajar todos los días, mientras

Un hombre estaba harto de tener que ir a trabajar todos los días, mientras su esposa se quedaba en casa. Quería que ella se diera cuenta de sus dificultades. Por ello, oró así: - Señor, voy a trabajar cada día durante 8 horas, mientras mi esposa se queda en casa tranquila. Quiero que sepa por lo que tengo que pasar a diario. Concédeme intercambiar mi cuerpo con ella por un día.

Dios, en su infinita sabiduría, le concedió el deseo al hombre. A la mañana

Dios, en su infinita sabiduría, le concedió el deseo al hombre. A la mañana siguiente, se despertó como mujer. Se levantó. . . hizo el desayuno para su cónyuge. . . despertó a los niños. . . les vistió. . . les dio de desayunar. . . los llevó al colegio. . . volvió a casa. . . recogió la ropa sucia. . . puso la lavadora. . . fue al supermercado. . . no tenía suficiente dinero, y pasó por el Banco. . . regresó a casa. . . guardó los víveres comprados. . . limpió la caca del gato. . . bañó al perro. . corrió a hacer las camas. . . sacó la ropa de la la lavadora. . . la tendió para secarse. . . limpió el baño. . . barrió y fregó la cocina.

Salió corriendo a recoger a sus hijos al colegio. . . tuvo una discusión

Salió corriendo a recoger a sus hijos al colegio. . . tuvo una discusión con ellos. . . sacó leche y galletas para la merienda de los niños. . . les organizó para que hiciesen la tarea. . . colocó la tabla de planchar. . . se puso a planchar mientras veía la televisión. . . luego, peló las patatas, y preparó la ensalada, la carne, y puso el arroz a cocinar para la cena.

Cuando su cónyuge llegó preguntando por la cena, ésta ya estaba lista y servida.

Cuando su cónyuge llegó preguntando por la cena, ésta ya estaba lista y servida. Tras cenar, recogió la mesa, y fregó los platos sucios. . . bañó a los niños, y los acostó. Ya estaba exhausto. Se fue a la cama. . . donde estaba esperándolo el cónyuge para hacer el amor. . . lo cual logró hacer sin quejarse.

A la mañana siguiente se despertó e, inmediatamente, se arrodilló al lado de la

A la mañana siguiente se despertó e, inmediatamente, se arrodilló al lado de la cama, y oró así: - Señor, no sé en qué estaba pensando. Estaba equivocado al envidiar a mi esposa por poder quedarse en casa todo el día. Por favor, Señor, vuélvenos a cambiar. - Hijo mío -le respondió Dios-, creo que has aprendido la lección. Sería un placer para mí volver a poner las cosas como estaban. Sin embargo, vas a tener que esperar nueve meses. ¡Anoche quedaste embarazado!.