MiguelA Chistes mdicos Un hipocondraco va al mdico
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Miguel-A. “Chistes médicos”
Un hipocondríaco va al médico, y le pregunta: - Doctor, mi mujer se acostó con el vecino la semana pasada, y aún no me han salido los cuernos. ¿Será por falta de calcio? .
Una enfermera va empujando la camilla. El paciente está palidísimo, con cara de pánico total, y, casi llorando, le pide a la enfermera: - Por favor, ¿me podría llevar a urgencias? . - ¡¡NO!! Ya le he dicho antes que no. Si el doctor ha dicho que al depósito de cadáveres, ¡usted va al depósito de cadáveres!.
En el hospital, un hombre esperaba a que saliera el doctor para preguntarle cómo estaba su esposa. - Su esposa -dice el doctorha quedado totalmente paralizada. Le tendrá que dar de comer a la boca, porque no puede mover las manos. . . la tendrá que llevar al baño, le tendrá que cambiar de ropa, bañarla, etc. El esposo se puso a llorar, y el doctor agregó: - Era broma, hombre. ¡ya se ha muerto!.
En el consultorio, el paciente le muestra a su médico los resultados de sus análisis. El doctor los analiza, con cara de preocupación, y le dice al paciente: - Vamos a tener que mandarle hacer una plaquita. . . - ¿De tórax, doctor? . - ¡Nooo!, . . de mármol.
A una mujer le hacen una cirugía estética completa: le arreglan la nariz, le engrosan los labios, le estiran la piel de la cara, etc. Finalmente, el cirujano le pregunta: - ¿Desea, la señora, algo más? . - ¡Sí! Quisiera tener los ojos más grandes y expresivos. - ¡Nada más fácil, señora! ¡Enfermera, traiga la cuenta, por favor!.
Una mujer lleva a un bebé al pediatra. La enfermera los hace pasar al consultorio. El doctor examina al niño, lo mide y lo pesa. . . y descubre que está por debajo del desarrollo normal. Pregunta si lo alimenta a biberón o con pecho. - A pecho -responde la mujer. - Por favor, señora, ¿podría descubrirse los pechos? . La mujer obedece. Y el médico toca, aprieta, y palpa ambos pechos, en un examen detallado. Luego le indica a la señora que se cubra, y le dice: - Con razón el niño pesa poco, señora. ¡Usted no tiene leche!. - ¡Ya lo sé! Soy su abuela. ¡Pero estoy encantada de haber traído al niño a consulta!.
Una anciana va su odontólogo, y le dice: - Vengo a que me saque los dientes. . . - Pero señora. . . ¡si usted no tiene dientes!. - ¡Si, doctor! Me los he tragado, por eso vengo a que me los saque.