MANTENED LA LUZ ENCENDIDA El Seor le dice

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MANTENED LA LUZ ENCENDIDA

MANTENED LA LUZ ENCENDIDA

El Señor le dice a Moisés: “Ordénales a los israelitas que te traigan aceite

El Señor le dice a Moisés: “Ordénales a los israelitas que te traigan aceite puro de oliva, para que las lámparas estén siempre encendidas. Aarón y sus hijos deberán mantenerlas encendidas toda la noche en presencia del SEÑOR, en la Tienda de reunión, fuera de la cortina que está ante el arca del pacto…” (Éxodo 27: 2021)

¿Qué representan, el aceite y las lámparas? Como ustedes bien lo saben, según lo

¿Qué representan, el aceite y las lámparas? Como ustedes bien lo saben, según lo dice Testimonios Para los Ministros, cap. El Señor Viene Pronto: el aceite de oliva, representa al Espíritu Santo. Las lampareras representan la Palabra de Dios: «Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino» (Sal. 119: 105). «Así también de los seres santos que están en la presencia de Dios, su Espíritu es impartido a los instrumentos humanos que están consagrados a su servicio. Los ministros de Dios han de estar permanentemente surtidos de este aceite, para que, a su vez, puedan impartirlo a la iglesia» .

Además de los ministros, ¿Quiénes otros son llamados a ser llenos del Espíritu Santo

Además de los ministros, ¿Quiénes otros son llamados a ser llenos del Espíritu Santo para alumbrar al mundo? «Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable» (1 Pedro 2: 9). Es así como el apóstol Pedro incluye en el ministerio sacerdotal a toda la iglesia. Una vez que esta ha sido instruida por los ministros, deben comunicar a otros lo aprendido.

Dios había estipulado que método se debía utilizar para extraer el aceite: Lev. 24:

Dios había estipulado que método se debía utilizar para extraer el aceite: Lev. 24: 2. «Manda a los hijos de Israel que te traigan para el alumbrado aceite puro de olivas machacadas, para hacer arder las lámparas continuamente» Para obtener el Aceite de las lámparas del santuario las aceitunas se machacaban luego de limpiarlas con cuidado y eliminar toda materia extraña. El líquido oleoso se dejaba escurrir. De esta manera se producía menos cantidad de aceite, pero la calidad era superior La verdadera "prensa para aceite" más antigua que se conoce fue hallada en Gezer, y data probablemente del s IV a. C. Consistía en una canasta en que se ponían las aceitunas machacadas y se las prensaba con una piedra, colocada sobre ellas, mediante una palanca de madera de cuyo extremo colgaban pesos. El Aceite goteaba de la canasta a un recipiente. (Extraido del Comentario Bíblico).

Note que la ciencia ha inventado maquinas para extraer más rápido el aceite de

Note que la ciencia ha inventado maquinas para extraer más rápido el aceite de las aceitunas porque lo que interesa es cantidad, pero el método de Dios era prensado, goteado. Lo que producía no cantidad sino calidad. Como resultado, el aceite era claro e incoloro y ardía con una llama viva y con poco humo. Las siete lámparas nunca se apagaban todas a la vez sino que continuamente debían arder día y noche (PP 359), salvo durante el traslado del tabernáculo de un lugar a otro. Las lámparas eran atendidas mañana y tarde (Exo. 30: 7, 8).

Las lámparas se encontraban cerca del lugar Santísimo, desde donde Dios se encontraba con

Las lámparas se encontraban cerca del lugar Santísimo, desde donde Dios se encontraba con Moisés (Exo. 25: 22), y además el pueblo se reunía para encontrarse con Dios. (Exo. 29: 42, 43; Num. 10: 3). Debía tomarse especial precaución para que las lámparas no se apagaran en la noche. La "luz eterna « o «continuamente» mocionada en (Lev. 24: 2) era un recordatorio perpetuo de Aquel en quien "no hay ningunas tinieblas" (1 Juan 1: 5).

Así debiera ser el caso de la iglesia, la cual tiene que ser siempre

Así debiera ser el caso de la iglesia, la cual tiene que ser siempre "la luz del mundo" (Mat. 5: 14). Colectivamente e individualmente, cada uno de los que dicen, haber aceptado a Cristo como su Salvador personal, debe hacer brillar la luz donde se encuentre. Su luz no debería apagarse nunca (Juan 3: 19 -21). La "eterna luz" del santuario representaba la «luz verdadera» , Cristo Jesús, «la luz de los hombres» . (Juan 1: 4 -9; DTG 429). Quien dice que es mismo «ayer, hoy y por los siglos» (Heb. 13: 8; Sant. 1: 17). La luz del santuario Señalaba también las Sagradas Escrituras, que son lámpara a nuestros pies. (Sal. 119: 105; Isa. 40: 8).

Era el propósito de Dios que Israel fuese una luz para las naciones circunvecinas

Era el propósito de Dios que Israel fuese una luz para las naciones circunvecinas (PVGM 268). La "ventaja" de los judíos estaba principalmente en que a ellos les había "sido confiada la palabra de Dios" (Rom. 3: 1; 3: 2): la palabra profética que predecía la venida de la Palabra viviente (Cristo Jesús), de la "verdadera Luz" que ilumina a todo hombre que viene al mundo. (Zac. 4: 1 -4; Juan 1: 9; DTG 428). De la misma forma que los judíos fueron los depositarios de la Palabra de Dios para que anunciaran al mundo sobre la primera venida de Cristo, lo es la iglesia Adventista en este tiempo, para que prediquen el «evangelio Eterno» , y anunciar al mundo la segunda venida de Cristo.

Pero para que ese propósito se cumpla escuchemos el consejo del Señor en Lucas:

Pero para que ese propósito se cumpla escuchemos el consejo del Señor en Lucas: 12. 35 -38. «Tened vuestra cintura ceñida y vuestras lámparas encendidas» . Y ¿para qué “preparadas y encendidas? Lo que continúa del texto en mención trae la respuesta: 36 «Sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que, cuando llegue y llame, le abran en seguida. 37 Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá y hará que se sienten a la mesa y vendrá a servirles. 38 Y aunque venga a la segunda vigilia o a la

“El hijo de Dios que mantiene “su lámpara encendida”, de ninguna manera será sorprendido

“El hijo de Dios que mantiene “su lámpara encendida”, de ninguna manera será sorprendido por el retorno de Cristo, cómo un ladrón que sorprende en medio de la oscuridad. No obstante esa luz permanecerá encendida cuando no escasee el combustible, el aceite de oliva, que representa al Espíritu Santo, como el aceite más puro que puede hacer perpetua nuestra luz. Elena de White comenta sobre la luz y el aceite: “Se está extendiendo ahora la última invitación a la cena. La lámpara del alma debiera estar preparada y encendida mediante la provisión del aceite santo. En el nombre del Señor intimo a cada alma a que se aparte ahora de toda iniquidad, para que el día del Señor no la sorprenda como ladrón. La verdad debe ser proclamada en forma clara y definida, pero siempre tal como es en Jesús”.

Querido hermano (a), ¡mantengamos encendidas nuestras lámparas!, ¡qué la luz de la preparación para

Querido hermano (a), ¡mantengamos encendidas nuestras lámparas!, ¡qué la luz de la preparación para retorno de Cristo, brille en nuestra vida!, “ahora es el momento de prepararnos para la venida de nuestro Señor. La preparación para salir a su encuentro no puede lograrse en un momento. En preparación para esta solemne escena, debiéramos esperar en actitud vigilante y velar, combinando todo ello con trabajo ferviente. Así glorifican a Dios sus hijos. En medio de las agitadas escenas de la vida, se oirán sus voces pronunciando palabras de ánimo, fe y esperanza. Todo lo que tienen y son está consagrado al servicio del Maestro…”.

Cada mañana carguemos nuestras lámparas con el más puro aceite, de tal forma que

Cada mañana carguemos nuestras lámparas con el más puro aceite, de tal forma que la luz se encienda y no se apague. Con la luz encendida tenemos asegurada nuestra vida y el poder para compartirla: “Gran poder debe asistir al mensaje de la segunda aparición de Cristo. No debemos descansar hasta ver muchas almas convertidas a la bendita esperanza del regreso del Señor.

En los días de los apóstoles el mensaje que ellos llevaron produjo una verdadera

En los días de los apóstoles el mensaje que ellos llevaron produjo una verdadera obra, convirtiendo las almas de los ídolos para servir al Dios viviente. La obra que tenemos que realizar hoy es igualmente real, y la verdad es igualmente verdadera; sólo que ahora debemos dar el mensaje con mucho más fervor ya que la venida del Señor está más cerca que entonces. El mensaje para este tiempo es positivo, sencillo y de la más profunda importancia. Debemos obrar como hombres y mujeres que lo creemos. Esperar, vigilar, trabajar, orar, amonestar al mundo: he aquí nuestra obra”. Mi oración es que Dios extienda sobre cada uno de nosotros su gracia, y nos ayude para que nuestras lámparas brillen cada día más, y más, en el nombre de Cristo Jesús. Amen.