Los poseedores de mercancas y sus mercancas Mi

Los poseedores de mercancías y sus mercancías Mi mercancía debe ser un equivalente general para todas las demás, de modo que la pueda intercambiar por cualquier otra. Valor de uso Mercancía Valor Pero mi mercancía también debe ser un equivalente general para todas las demás. Valor de uso = Mercancía Valor

Los poseedores de mercancías dudan… Pero no todas las mercancías pueden ser al mismo tiempo el equivalente general. Eso no funciona: sólo una lo puede ser. Y ahora, ¿qué hago? Valor de uso Mercancía Valor Y ¿yo? Valor de uso = Mercancía Valor

…y encuentran una solución ¡Fantástico! ¡Dinero! Con él puedo intercambiar todo directamente. Ay, ¡genial!, ya hay una solución. Dinero Valor V Valor r Valor o l a V Valor ¡Yupi! Y sin tener que pensarlo. Dinero Equivalente general «En el principio era la acción. De ahí que los poseedores de mercancías hayan actuado antes de haber pensado. » (Tomo I, Vol. 1: 105)

El fetiche del dinero Ay de veras, como caes en la trampa del fetiche del dinero. Es justo al contrario: porque representamos los valores de todas nuestras mercancías en una sola y excluida se convierte en dinero. Mira no más, porque tenemos dinero podemos relacionar todas nuestras mercancías a él. ¡Súperpráctico! ¿No? Mercancía Dinero Mercancía

El proceso histórico: la gestación del dinero La expansión y profundización históricas del intercambio desarrollan la antítesis, latente en la naturaleza de la mercancía, entre valor de uso y valor [. . . ]. Por consiguiente, en la misma medida en que se consuma la transformación de los productos del trabajo en mercancías, se lleva a cabo la transformación de la mercancía en dinero. (Tomo I, Vol. 1: 106)