Lectio divinadomingo 4 Noviembre 2012 Sociedad Bblica Espaa
Lectio divinadomingo 4 Noviembre 2012 Sociedad Bíblica España Música: Ending Love Theme Montaje: Eloísa DJ
Amor: el mandamiento más importante Al ver lo bien que Jesús había contestado a los saduceos, uno de los maestros de la ley, que les había oído discutir, se acercó a él y le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primer mandamiento de todos es: ‘Oye, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. ’ Y el segundo es: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo. ’ Ningún mandamiento es más importante que estos. Clic para avanzar
El maestro de la ley dijo: Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: Dios es uno solo y no hay otro fuera de él. Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y que todos los sacrificios que se queman en el altar. Al ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sentido, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas. Marcos 12. 28 -34 Clic para avanzar
Un maestro de la ley, impresionado por las respuestas que daba Jesús, le pregunta cuál es el primero de todos los mandamientos.
Jesús contesta citando el Deuteronomio 6. 4 -5, texto también conocido como Shema Israel.
Jesús sigue el método tradicional de los maestros judíos:
Éxodo, Levítico, escoge el mandamiento más importante para resumir toda la enseñanza de los Libros de la Ley: Deuteronomio. Números
En otras palabras, este verso particular es el fundamento y el objetivo de todo lo que se dice en aquellos libros
y todo cuanto hay en ellos ha de ser interpretado teniéndolo como punto de referencia.
Las palabras usadas para expresar el primer mandamiento varían ligeramente de las recogidas en Deuteronomio 6. 4
Puedes comprobar la diferencia Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Jesús entonces vincula este primer mandamiento con otro ‘segundo’: amar al prójimo como a ti mismo.
Se trata de una cita de Levítico 19. 18. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová Clic para avanzar
Jesús deja bien claro que el amor debe estar en el centro mismo del mandamiento más importante.
En primer lugar, amor a Dios, y en segundo, amor al prójimo.
Al vincular uno y otro, Jesús da a entender que ambos deben ir unidos.
La religión no puede descuidar la dimensión social de la vida del ser humano.
Jesús no pone límites a nuestro amor a Dios;
además, nuestro amor a nuestro prójimo debe ser al menos tan grande como el amor a nosotros mismos.
Jesús propone una meta muy elevada: deberíamos amar a nuestro prójimo sin esperar recibir nada a cambio.
Quien le ha hecho la pregunta está de acuerdo con Jesús y hace un comentario muy acertado:
obedecer estos dos mandamientos debe estar por encima de todo,
ser más importante que los sacrificios de animales que constituían el rasgo fundamental del culto de aquella época.
Considera qué significa en la práctica obedecer estos dos mandamientos.
¿Cuáles son sus consecuencias?
¿Cómo puedes amar a Dios por entero?
¿Cómo puedes amar a tu prójimo como a ti mismo?
¿Qué es más importante para ti: cumplir con las prácticas religiosas u obedecer estos mandamientos?
¿Qué tiene que decirnos este pasaje sobre cuáles han de ser nuestros objetivos más importantes?
Pide a Dios que te ayude a amarle a él y a los demás con mayor plenitud.
Todo el Salmo 18 enumera muchos atributos de Dios y muchas de sus promesas.
Mientras oras recitando este salmo, trata de averiguar lo que te revelan estos versos sobre la personalidad de Dios.
Yo te amo, Señor, mi fuerza, Señor, mi Roca, mi fortaleza y mi libertador, mi Dios, el peñasco en que me refugio, mi escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoqué al Señor, que es digno de alabanza y quedé a salvo de mis enemigos. ¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi Roca! ¡Glorificado sea el Dios de mi salvación, Él concede grandes victorias a su rey y trata con fidelidad a su Ungido, a David y a su descendencia para siempre. Salmo 18. 2 -4, 47, 51 Clic para avanzar
¿Qué puedes descubrir e incorporar a tu vida de fe?
Para ampliar lo que escuchamos en el Evangelio, la primera lectura, de Deuteronomio 6. 4 -5, nos ofrece el texto original al que se refiere Jesús.
Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Clic para avanzar
Hebreos 7. 2328 explica por qué Jesús es nuestro Sumo Sacerdote perfecto.
Además, aquellos sacerdotes fueron muchos, porque la muerte les impedía perdurar. Pero éste posee un sacerdocio perpetuo, porque permanece para siempre. De ahí que pueda también salvar perfectamente a los que por él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor. Así es el Sumo Sacerdote que nos convenía: santo, inocente, incontaminado, apartado de los pecadores, encumbrado por encima de los cielos, Clic para avanzar
que no tiene necesidad de ofrecer sacrificios cada día, primero por sus pecados propios como aquellos Sumos Sacerdotes, luego por los del pueblo: y esto lo realizó de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. Es que la Ley instituye Sumos Sacerdotes a hombres frágiles: pero la palabra del juramento, posterior a la Ley, hace al Hijo perfecto para siempre. Clic para avanzar
Ya no son necesarios más sacrificios rituales.
Jesús se ha hecho cargo de nuestro pecado de una vez por todas mediante el sacrificio de su propia vida
y mediante su perfecta obediencia a la voluntad del Padre. Clic para finalizar
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