Lectio Divina Viernes 27 de noviembre 2020 Paz
Lectio Divina Viernes, 27 de noviembre 2020. Paz y Bien
Hoy iniciamos nuestra oración en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Invoquemos al Espíritu Santo para prepararnos a escuchar la Palabra de Dios, diciendo: Ven Espíritu Santo, Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias. Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo. Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros. CANCIÓN: https: //youtu. be/jtt 7 zy. Fe. Nls
Domingo: I de Adviento San Marcos (13, 33 - 37) Utiliza la versión de la Biblia que tengas en casa Fortalécenos ¡Oh Padre! con el don de tu Espíritu Santo. Él nos haga capaces de seguir a Jesús con valentía y fidelidad.
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos (13, 33 - 37) En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»
REFLEXIÓN Este domingo iniciamos el Adviento, es decir la llegada del nacimiento de Jesús, mientras esperamos su venida gloriosa, el Señor nos recuerda que hemos de estar siempre en vela, "porque no sabemos a qué hora llegará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o al amanecer” Si nosotros queremos que Cristo venga a nuestra alma y nazca en nosotros esta Navidad, tenemos que abrirle nuestra casa desde adentro, hemos de preparar nuestro nacimiento "belén" interior. Y esto exige estar en vela para que el pecado y los vicios del mundo no hagan presa de nuestra vida. Él no obliga a nadie, ni fuerza contra su voluntad a que le abran. Cada uno lo hace libremente. Él nos respeta siempre porque nos ama, incluso aunque en nuestra indiferencia o negación nos hacemos daño a nosotros mismos. ¡Ojalá que le abramos la puerta y le dejemos entrar a nuestra casa esta Navidad! Tenemos cuatro semanas de Adviento para preparar nuestra alma. Y tú ¿Abrirás tu casa al rey?
Empecemos nuestra Lectio Divina Vuelve a releer el texto bíblico. Escoge la frase que más llame tu atención y escríbela: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
1. Lectura: Me pregunto ¿Qué dice el texto? . . …………………………… … 2. Meditación: La Palabra de Dios ilumina mi corazón y tiene relación con lo que vivo. Por eso me pregunto: . …………………………… 3. Oración: En este diálogo con Dios, me pregunto: ¿Qué le respondo a Dios? . ……………………………… 4. Contemplación. Porque la Palabra de Dios ilumina mi vida: ¿A qué me comprometo? . ………………………………
Nuestra petición de hoy: Señor, te pedimos que, ahora que comienza el adviento, nos ayudes a preparar nuestros corazones con alegría para tu llegada, que en nuestra familia podamos demostrarnos el amor que nos tenemos y vivamos cada día más unidos. ROGUEMOS AL SEÑOR. Finalizamos nuestra oración confiándole a Dios nuestras intenciones personales, rezando en familia un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. Recibamos la bendición del Señor, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
- Slides: 8