Leccin de la Escuela Sabtica Sbado 2 de

Lección de la Escuela Sabática Sábado 2 de abril de 2011

¿Cuál fue el mayor regalo que has recibido?

“Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos” (Romanos 4: 7)

La justicia de Cristo, es el único vestido, que nos hace aceptos a Dios.

�La Biblia usa varias figuras para referirse a la justicia de Dios. La figura de los vestidos es una de las formas como ilustra la condición humana y el deseo de Dios. Solo hay dos opciones, usas vestidos tejidos en telares humanos o vestidos que son tejidos en el telar del cielo. ¿Sabes lo que significa eso?

1. La condición del ser humano y sus vestiduras son descritos por el profeta Isaías como “Trapos de inmundicia” (Isaías 64: 5 -7). � Isaías llega a darse cuenta da ello. Isaías está hablando por su pueblo, cuya mayoría no se daba cuenta de este hecho. � La tendencia natural es verse bueno, o buscar hacer cosas para usar sus propios vestidos, justicia humana.

�Isaías llega a darse cuenta da ello. Isaías está hablando por su pueblo, cuya mayoría no se daba cuenta de este hecho. �La tendencia natural es verse bueno, o buscar hacer cosas para usar sus propios vestidos, justicia humana.

�La frase “trapos de inmundicia” significa una ropa manchada por la menstruación. Una forma categórica de referirse a la condición pecaminosa del ser humano. �Pablo también enfatiza eso en Romanos 3, afirma que tanto los judíos como los gentiles son pecadores, y necesitan la gracia divina.

2. Hay un fuerte énfasis en las obras humanas. � Los telares humanos producen vestidos son para darle honra al hombre. � Los telares humanos producen vestidos que son temporales, se envejecen. � Los telares humanos fabrican vestidos para el culto a la personalidad.

�“El conocimiento propio salvará a muchos de caer en graves tentaciones, y evitará más de una deshonrosa derrota. A fin de conocernos a nosotros mismos, es esencial que investiguemos fielmente los motivos y principios de nuestra conducta, comparando nuestras acciones con la norma del deber revelada en la Palabra de Dios” (Obreros evangélicos, pp. 292, 293).

1. La expresión “telar del cielo” es usada por Elena de White en Youth’s Instructor, 6 de diciembre de 1894. Esta es una alusión directa a la justicia de Cristo. Es elaborado en el telar de Dios, donde no hay ningún hilo de pecado u obra humana. � El símbolo apropiado del vestido para cubrir la condición humana (Romanos 4: 7; Salmo 32: 1) �

2. Implica: � Justicia imputada significa la sustitución de su vida sin pecado por nuestra vida pecaminosa. � Se nos acredita, desde fuera de nosotros, y nos cubre completamente. A los ojos de Dios, es como si nunca hubiésemos pecado. � Sin pecado. como si siempre hubiéramos sido completamente obedientes a los mandatos de Dios, como si fuéramos tan santos y justos como Jesús mismo.

3. El caso de Abraham. Romanos 4: 1 al 7, podemos ver la forma como Pablo ilustra la justicia de Cristo. � Justicia no por obras. � Justicia por fe. Creyendo sencillamente en Cristo, él nos proveerá su manto de perfección, la perfecta justicia que él vivió.

�"No por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo, nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herede ros conforme a la esperanza de la vida eterna" (Tito 3: 5 7)

�Justicia sin ley. La justicia nos salva, necesitamos que nos cubra como un vestido; es una justicia que se ha manifestado “sin la ley”. �La justicia esta en Cristo. Es decir, es la justicia de Jesús, que nos trae “la redención que es en Cristo Jesús”. �La fe confirma la ley. Justificados tenemos el poder de ser fieles a los mandamientos de Dios (v. 31)

�“El Señor desea que todos sus hijos sean felices, llenos de paz y obedientes. Mediante el ejercicio de la fe el creyente llega a poseer esas bendiciones. Mediante ella puede ser suplida cada deficiencia del carácter, cada contaminación purifi cada, cada falta corregida, cada excelencia desarrollada” (Conflicto y valor, p. 359).

4. Es cambio completo, no mejoramiento externo (Romanos 6: 1 -13). � Impacto Radical. Pablo es muy claro acerca del impacto radical, que cambia la vida, ha sido “crucificado” con Jesús. � De muerte a vida. Nota las imágenes de vida y muerte aquí; no hay nada a medias. La persona vestida de trapos inmundos, ha muerto; nació una persona nueva, vestida con la justicia de Jesús � Nueva vida. Esta novedad significa que ya no permitiremos más que el pecado reine en nosotros.

5. Evitando los extremos, la gracia barata o el legalismo, que son una distorsión de la Justicia de Cristo (Filipenses 3: 3 -16). � La justicia imputada de Cristo es distinta de la obra del Espíritu Santo que nos transforma. Tener la primera sin la segunda es como tener una moneda con un solo lado, y eso no existe. Nunca debemos separarlas.

�Evitando los extremos. Comprender que la obediencia viene como un regalo nos impide caer en la gracia barata o en el legalismo. Primero, creeremos en la importancia de obedecer; y segundo, nuestra obediencia no será meritoria, porque es un regalo.

�Depende de nuestra voluntad. Lo que si tenemos que hacer es decidir, entregarle, nuestra voluntad, aceptar su justicia, dejarnos transformar cada día por el poder del Espíritu Santo.

�“Tenemos a menudo que postrarnos y llorar a los pies de Jesús por causa de nuestras culpas y errores; pero no debemos desanimarnos. Aun si somos vencidos por el enemigo, no somos arrojados ni abandonados ni rechazados por Dios. No; Cristo está a la diestra de Dios e intercede por nosotros” (La fe por la cual vivo, p. 120).

�“Cuando el pecador percibe los incomparables encantos de Jesús, el pecado deja de parecerle atractivo, porque contempla al Señalado entre diez mil, a Aquel que es enteramente codiciable. Verifica por experiencia personal el poder del evangelio, cuya vastedad de designio es igualada únicamente por su preciosidad de propósito” (Fe y obras, pp. 110, 111)

La justicia humana es imperfecta, no soluciona el problema del pecado. Solo la vida perfecta de Cristo, su justicia, nos cubre plenamente y nos hace justos y aceptos a Dios. Luego nos transforma cada día en una hermosa obediencia a la ley, como resultado de ser justificado, somos transformados por el poder del Espíritu Santo.

Pr. Santos Corrales Pastor, Iglesia Trujillo Central Unión Peruana del Norte

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