LA VIRGEN DE LA LECHE Este singular tema

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LA VIRGEN DE LA LECHE Este singular tema iconográfico atraviesa de parte a parte

LA VIRGEN DE LA LECHE Este singular tema iconográfico atraviesa de parte a parte el firmamento del arte cristiano, empezando ya en las catacumbas. Acompaña al tema una copiosa literatura, que, además de sostenerlo, le imprime a fines de la Edad Media grandiosas dimensiones. María era la titular de la mayor parte de los retablos, la protagonista de los grandes dramas del teatro medieval y a ella irían dedicados los gozos, gaudes, plegarias, himnos, rogativas y el primer libro que en España se imprimiera: Les trobes en Lahors de la Verge Maria. Leyendas, ritos y reliquias crearon un ambiente en extremo favorable a la Virgen de la Leche y a su plasmación artística. El arte bizantino de los siglos XI y XII dio la fórmula y en nuestro país este tema arraigó profundamente y tuvo una gama de manifestaciones como en ningún otro. La Virgen de la Leche es la representación típica de la Madre de Dios, la que ponía más de relieve su Maternidad divina. El acto de alimentar al Niño Jesús toma gran trascendencia y pompa. Ángeles y Arcángeles, santos y devotos asisten a ese momento solemne en que la Virgen pone su máxima contribución a la obra redentora de su Hijo. En Catalunya y Valencia, en que el título vulgarmente preferido para nombrar a María es el de Mare de Deu, este tema iconográfico tuvo una difusión y matización como en ningún otro lugar de España o del extranjero. Y mientras la poesía, el teatro, los sermones, la música y la liturgia honraban, exaltaban y al mismo tiempo acercaban la figura de María, el arte hacía lo propio. PINTURA ROMANICA Y PROTOGOTICA En la Corona de Aragón la representación fechada de la Virgen de la Leche más antigua que se conserva data de 1269 y el resto de obras románicas y protogóticas conocidas se sitúan a finales del S. XIII. En ellas la Virgen de la Leche aparece sentada sobre un trono y con todo el aspecto de una reina. PINTURA GOTICA En plena época gótica, el tema de la Virgen de la Leche tomará un vuelo de gran elegancia y suntuosidad, porque es la época en que la devoción a María bajo esta advocación adquiere inusitada exhuberancia. Surgen las Vírgenes de la Humildad y en las Vírgenes de la Leche la devota atención se concentra exclusivamente en el acto maternal de María de dar su leche a Jesús. ESTILOS ARTÍSTICOS La pintura gótica suele dividirse en tres épocas bien diferenciadas: ESTILO ITALO-GOTICO La innovaciones irradiadas a los largo del S. XIV desde Italia llegan a Catalunya y también a Valencia haciendo posible la creación de un nuevo lenguaje artístico en el que lo autóctono comienza a estar presente, aunque de forma todavía incipiente, en lo estilístico e iconográfico. Se produce un acercamiento entre el espectador y las sagradas figuras, dando lugar a una nueva iconografía que se enriquece con el redescubrimiento de los apócrifos y la literatura contemporánea y muestra detalles de género en la decoración y la indumentaria, mostrando a los personajes sagrados como si hubieran vivido en la Italia, Catalunya o Valencia del S. XIV. La interpretación que Ramón Destorrents y los Hermanos Serra hicieron de la pintura italiana en suelo catalán es trasplantada a Valencia de la mano del maestro de Villahermosa. Otros autores renombrados de la época serán: Llorenç Saragossa, Francesc Serra II y el Maestro de Penella. ICONOGRAFIA La Virgen de la Leche sentada en un trono. Este modo de representación típica del románico perdurará a lo largo del gótico donde paulatinamente irá conviviendo con otras formas de representación. Aquí la Virgen de la Leche aparece sentada en un grandioso trono, como una reina que considera el más trascendental acto de su realeza el dar el pecho a su hijo. La Virgen de la Humildad. Modelo iconográfico que ha sido considerado el paradigma de los cambios en el arte y en la espiritualidad que tuvieron lugar al final de la edad media y que trajeron consigo la humanización de la imagen religiosa. Consiste en un tipo iconográfico que muestra a maría sentada en el suelo, sobre un cojín que trata de suavizar su atrevida postura, y, en la mayoría de los ejemplos conocidos, ofreciendo el pecho a su Hijo. Esta postura de la Virgen, totalmente carente de pompa y ceremonial, a veces con los pies desnudos y representada en una actitud tan humana como la de amamantar a su hijo, refleja la sencillez y la humanidad de los personajes sagrados que el arte y la literatura de la época quisieron transmitir bajo el influjo de la espiritualidad franciscana. El acto de amamantar a su hijo originó una justificada trascendencia y una popularísima devoción, perdió su primitiva severidad y se pobló de Ángeles músicos, tronos, interiores suntuosos, fieles y donantes. Otras formas de representación serán: La Virgen de la Leche aparece de pié. Forma de representación más común en escultura que en pintura. ESTILO GÓTICO INTERNACIONAL La Virgen de la Leche esta de rodillas. En el acto de amamantar y rendida de fervor, María está de rodillas. A finales del S. XIV y principios del XV se produce un desarrollo económico y comercial que lleva a un aumento en la demanda de obras de arte que los talleres locales no pueden satisfacer por lo que son llamados artistas foráneos que, desde Italia, Avignon y Centroeuropa, hacen llegar nuevas tendencias artísticas que al fundirse dan lugar al gótico internacional , estilo que supo expresar de forma magistral la síntesis entre lo humano y lo divino, entre naturalismo e idealismo, entre lo trascendente y lo anecdótico, entre misticismo y realismo. La Virgen dando su leche a los santos. Se origina en la persona de San Bernardo. Este Santo fue muy favorecido del cielo y la Virgen se le apareció y le regaló con su néctar maternal. El favor de la Virgen a San Bernardo se repite en otros Santos, especialmente aquellos que más se distinguieron por su devoción a María. Así como el máximo servicio prestado por la Madre de Dios a su Hijo, fue el de amamantarle, también el máximo favor de María a sus predilectos es el de darles su leche. La Virgen es representada como una mujer real, aunque no de aspecto humilde, sino cortesano y distinguido, vestida y tocada a la usanza de la época, y en una actitud tan humana y cuotidiana como la de amamantar a su hijo. Autores destacados de esta época serán: Ramon Mur, Antonio Peris y el Maestro de Juan Sivera. SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XV Aunque el arte del S. XV nunca deja de ser plural, a partir de la segunda mitad de ese siglo, la doble tendencia italiana y nórdica, típica de las obras del gótico internacional, se decanta hacia una clara apuesta por el flamenquismo dando lugar al estilo que algunos autores denominaran HISPANOFLAMENCO. La Virgen dando su leche a los devotos. Es otra forma de representación y de esa manera el privilegio de la leche de María, lo mismo que su manto, pasó de los Santos a los simples fieles que no se contentan, como San Bernardo, con recibir en su boca el místico liquido, sino que acuden a recogerlo con platos, ollas, vasos y jarrones. Pueden aparecer representadas todas las clases sociales. La Virgen dando su leche a las almas del Purgatorio. Al igual que con el tema de los devotos resalta claramente que no se trata de ningún prodigio real o histórico sino de la representación simbólica de la maternal misericordia de la Virgen hacia sus hijos, que no puede expresarse de una manera más tierna, ni más intuitiva y adecuada. También existe un tipo velado de Virgen lactante y es aquel en que el Niño Jesús busca ansioso el pecho de su Madre. Pone la mano en la escotadura de la túnica de la Virgen o la introduce en ella. Generalmente, el gesto de Jesús resulta muy gracioso y significativo. Las Vírgenes de la Leche a menudo aparecen rodeadas de algunas imágenes como: • La media luna a sus pies, en una alusión a la mujer apocalíptica. • La corona, que adquiere la significación particular de hacer resaltar más su maternidad divina. Los personajes representados adquieren un gran verismo anatómico, fisiológico y psicológico, lo cual, junto a la representación tridimensional del espacio y el fondo de paisaje, nos regala una visión mística pero totalmente realista de esa nueva y armónica fusión de lo humano con lo divino. Con frecuencia el Niño Jesús aparece distraído, bien pendiente de la cruz, los libros o los ángeles, pero también existen obras en que el Niño está completamente entregado a la tarea de chupar la leche de sus santa Madre. Autores destacados seran: Jaume Huguet, el Maestro de Canapost, Bartolomé Bermejo, Martinez Vallejo, el Maestro de Perea y Nicolás Falcó. La manera de dar el pecho también va cambiando. En las representaciones más primitivas, el pecho aparece como la llaga del costado de Cristo resucitado, es decir, por un corte de la túnica. Luego con mayor realismo, el pecho aparece por entre la abertura del corpiño.