LA VIDA EN CRISTO LA VOCACIN DEL HOMBRE

LA VIDA EN CRISTO LA VOCACIÓN DEL HOMBRE: LA EN EL ESPÌRITU La dignidad de la persona humana está en su creac semejanza de Dios.

La libertad es el p dado por Dios al de obrar o no ob hacer esto o aqu ejecutar de este modo por sí m deliberadas.

Un acto es moralmente bueno cuando, supone, la bondad del objeto, del fin y de las circuns

Hay actos cuya elec siempre ilícita en ra su objeto ( por ejem la blasfemia, el homicidio, el adulterio).

La conciencia moral es un juic que impulsa al hombre a hace evitar el mal.

Gracias a ella, la persona humana percibe la cualidad moral de los actos, permitiéndole asumir la responsabilidad del mismo.

Es necesario, por tanto, esforzar la conciencia.

La virtud es una disposición hab firme para hace bien: Las principales virtudes humanas son las denominadas cardinales: justicia, la fortaleza y la templan

Prudencia Fortaleza Justicia Templanza

Las virtudes teologales son las que tienen como origen, motivo y objeto inmediato a Dios. Las virtudes teologales son: La fe, la esperanza y la c Son infusas.

La fe es la virtud teologal por la en Dios y en todo lo que Él nos h que la Iglesia nos propone creer dado que Dios es la Verdad misma. por la fe el hombre se abandona libremente a Dios.

La esperanza es l teologal por la qu deseamos y espe Dios la vida eterna como nuestra confiando en las promesas de Cri en la ayuda de la gracia del Espíri

La caridad es la virtud Teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor a Dios.

Los dones del Espíri son perfecciones pe que hacen al hombr para seguir las inspi divinas.

Son siete: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.

Fortale za Consejo Sabiduría Entendim

Ciencia Piedad Temor de Dios

Los frutos del Esp Santo son perfec plasmadas en nosotros como primicias de la gloria eterna.

La tradición de la Iglesia enumera doce: “caridad, gozo paz, paciencia, longanimidad, bonda mansedumbre, fidelidad, modes y castidad” ( Gálatas 5, 22 -23 ).

El pecado es “una p un acto o un deseo a la ley eterna” ( Sa Agustín). Es una ofensa a Dio desobedecemos en vez de responder a su Amor

Cristo, en su Pasión, revela plenamente la gravedad del pecado y lo vence con su misericordia. La variedad de los pec grande.

Pueden distinguirs su objeto o según l virtudes o los mand a los que se opone Pueden referirse d mente a Dios, al pr o a nosotros mismos.

En cuanto a la gravedad, el pecado se distingue en pecado mortal y pecado venial.

Se comete pecad cuando se dan, a tiempo, materia plena advertenci deliberado consentimiento.

Este pecado destruye en nosotros la caridad, nos priva de la gracia santificante y, a menos que nos arrepinta nos conduce a la eterna del infiern

Se perdona, por ordinaria, media sacramentos de Bautismo y de la Penitencia o Reconciliación.

El pecado venial, que se diferenci esencialmente del pecado morta se comete cuando la materia es leve; o bien, siendo grave la materia, no se da plena adverten consentimiento. Este pecado no r con Dios

Sin embargo, deb caridad, impide el del alma en el eje de las virtudes y e práctica del bien moral y merece penas temporales de purificación.

El pecado prolifera en nosotros pues uno lleva a otro, y su repetición gen vicio.

Los vicios, com contrarios a la virtudes, son hábitos perve que oscurecen la conciencia e inclina al mal.

Los vicios pueden ser referidos a los siete pecados llamados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula envidia y pereza.

Tenemos responsa en los pecados de otros cuando coo culpablemente a cometan.
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