La Providencia de Dios y el problema del
La Providencia de Dios y el problema del mal FORO DE REFLEXIÓN Y ESTUDIO SOBRE EL YOUCAT 26ª SESIÓN MONS. JULIÁN BARRIO ARZOBISPO DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
51. “Si Dios lo sabe todo, ¿por qué no impide entonces el mal? ” Dice Santo Tomás • “Dios permite el mal sólo para hacer surgir de él algo mejor”. El mal en el mundo es un misterio oscuro y doloroso. • Hay muchas cosas incomprensibles. Dios es totalmente bueno y nunca puede ser causante de algo malo. • Dios creó el mundo bueno pero no es aún perfecto. • En medio de rebeliones violentas y de procesos dolorosos se desarrolla hasta su consumación definitiva.
¿Cómo podría un hombre con corazón y razón soportar la vida en este mundo si no existiera Dios? �De este modo se puede situar mejor lo que la Iglesia denomina mal físico, por ejemplo, una minusvalía de nacimiento, o una catástrofe natural. �Por el contrario los males morales vienen al mundo por el abuso de la libertad. � El infierno en la tierra es obra de los hombres la mayoría de las veces. �La pregunta no es ¿Cómo se puede creer en un Dios bueno cuando existe tanto mal? �Sino ¿cómo podría un hombre con corazón y razón soportar la vida en este mundo si no existiera Dios? El mal no tuvo la primera palabra ni tendrá la última.
Confianza en Dios que busca el bien de las criaturas � El problema del mal invade todo el campo de la conciencia y parece amenazar la fe. � Hay muchas cosas en la vida que resultan inaccesibles a la comprensión humana, pero se puede tener confianza en Dios que busca en definitiva el bien de las criaturas. � El libro de la Sabiduría dice la vida humana tanto para el justo como para el malvado no encuentra sentido si todo acaba con la muerte, porque la justicia es inmortal. De este modo Dios ha creado al hombre para que sea incorruptible y lo ha hecho a imagen de lo que posee como suyo. Los que permanezcan firmes en el amor permanecerán a su lado. � La palabra decisiva la ha dicho Jesucristo “En efecto, como el mundo, por medio de la sabiduría no reconoció a Dios en la sabiduría de Dios, ha sido por la locura de la predicación como Dios ha creído conveniente salvar a los que creen”. J Jesús aceptó la muerte, oponiendo el amor que es Dios al odio. � Y Dios Padre lo resucitó. No se justifica la existencia del mal en una creación que por teoría no es Dios; pero muestra a Dios comprometiéndose personalmente con nosotros contra el pecado y contra la muerte.
La cuestión del mal �Creemos en un Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. En este contexto se nos plantea todavía el mayor problema de todos La cuestión del mal. Si la acción de Dios está en el centro de todo, de cada objeto, de cada proceso, ¿qué significa en relación con el sufrimiento y los desastres, el cáncer y los tsunamis?
¿Preguntas y respuestas? �Debemos dejar claro que nunca encontraremos una respuesta a esta cuestión que nos permita sentarnos y relajarnos, como si pudiésemos decir: Todo resulta perfectamente claro y nadie debe albergar ninguna duda o recelo. Si llegásemos a ese estadio, seríamos insensibles ante la terrible inmediatez del dolor y la angustia. �Valoraríamos la vida y el bienestar humanos menos de lo que deberíamos. Hay algo en la gran angustia que acompaña a estas cuestiones que refleja con qué seriedad hemos aprendido a tomar el dolor humano; Y esa seriedad es la mejor prueba de la diferencia que marca la fe. Nadie es prescindible Ningún sufrimiento resulta insignificante, un mero estadístico.
Interacciones e Interconexión � Una explicación que insinuase que algunas vidas son menos importantes que otras supondría traicionar una de las instituciones básicas de la fe. � No obstante, hay algunas cosas que podemos tener en cuenta antes de concluir que no tiene sentido hablar de Dios en un mundo de terror y desastres. � Si Dios crea un mundo que realmente es distinto de él, un mundo de interacciones e interconexión esto significa que el mundo puede cambiar. Distintos procesos fluyen, se mezclan y producen realidades diversas. � Se trata de un mundo en el que cualquier acontecimiento cuenta en lo que es prácticamente una innumerable gama de causas o factores que se han hecho que se diese de esta forma y no de aquella.
Efecto mariposa � En los últimos años hemos empezado a ser conscientes de que incluso el más pequeño fenómeno del mundo puede tener un efecto desproporcionado y sorprendente (el llamado efecto mariposa). � Resulta difícil ofrecer una descripción verdaderamente sensata de un mundo que consistiera en multitud de pequeños sistemas aislados entre sí, de forma que no se produjeses nunca determinados tipos de interacción. � Es un mundo en el que los seres humanos cuentan con la libertad de elegir dónde vivir y poder optar por vivir donde los volcanes entran en erupción. ¿Debería Dios imposibilitar que las personas habiten en esos lugares? ¿O tal vez debería intervenir con una advertencia o un milagro cuando resultara demasiado arriesgado? ¿Qué grado de peligro debería alcanzar la situación antes de que Dios actuara? Si en el mundo existiera una seguridad absoluta, ¿sería un verdadero mundo, un lugar con su propia consistencia y autonomía?
Enfrentarnos a realidades � Esto no sirve en absoluto para facilitar las cosas a nivel emocional cuando nos enfrentamos a realidades como el tsunami de Asia. � No impedirá que cuestionemos a Dios o protestemos ante él. � Los desastres naturales son simplemente eso: � El despliegue de las leyes de la naturaleza. Y lo que hace posible considerar a Dios aún creíble en este contexto no será un argumento fácil que explique porqué se da el mal Sino una vez más, la experiencia del modo en que personas de carne y hueso descubren a Dios como alguien real incluso en medio de tales terrores. � Si alguien afectado por el peor de los sufrimientos encuentra que es posible creer sinceramente en Dios, Ello constituye una especie de testimonio, una declaración de que Dios puede ser tomado en serio, Y no se puede prescindir de eso como si fuera una necedad autocomplaciente.
Riesgos y Amenazas � ¿Significa esto que Dios crea un mundo arriesgado? Claramente, sí, y así lo percibimos. � Cualquier cosa que no sea Dios está expuesta a riesgos. Y Dios lleva el riesgo al extremo al crear un mundo en el que surgirán criaturas dotadas de inteligencia y libertad. � Las amenazas a la seguridad no sólo están en los procesos naturales, Sino en las decisiones humanas, Que pueden ser meramente estúpidas O decididamente hostiles para con Dios y los demás. � Job dice: “Dios me puede dar la muerte; pero no me queda otra esperanza que seguir defendiendo mi causa ante él”. Todavía hoy podemos escuchar a personas que dicen cosas parecidas. � ¿No se supone que los cristianos deben creer en los milagros? � ¿Por qué Dios interviene allí y no aquí? � ¿Por qué aparentemente unas oraciones son escuchadas y otras no? Esto nos remite a los significados de la omnipotencia de Dios que se parece a un manantial constante de presencia amorosa, actuando siempre en el centro de todo lo que existe, abriendo las puertas a un futuro incluso cuando no vemos esperanza alguna.
Dios siempre actúa pero su acción no es siempre visible � Dios no escucha nuestras oraciones de la misma forma en que alguien recibe solicitudes. En unas pone el visto bueno y en otras pone una cruz. � San Agustín dice � Que los milagros son sólo procesos naturales acelerados un poco. Dios siempre actúa pero su acción no es siempre visible. Lo único que sabemos es que estamos llamados a orar. A confiar y a vivir con integridad en la presencia de Dios para que pueda llegar el amor. � El milagro es al mismo tiempo acción de Dios y el resultado de dejar un espacio a Dios en el mundo a través de la oración, la confianza y la receptividad. � “Creemos en un Dios creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible”. La creación transciende lo que podemos entender, transciende lo que ocurre a nuestro alrededor. Desde nuestro punto de vista no todo va a tener sentido. � Esta creencia guarda relación con la posibilidad de una vida integrada, no de una vida en la que algunos aspectos tienen que ser ocultados o barridos bajo la alfombra.
Expresar la Fe en Dios Padre �Cuando expresamos la fe en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible, afirmamos que tenemos razones para esperar que nuestra vida, en toda su fragmentariedad, conflictividad e imperfección, será cohesionada de forma que el amor autónomo y activo de Dios pueda reflejarse en el universo. �Tenemos razones para esperar que nuestra vida imbricada en el complejo sistema de la realidad creada, pueda mostrar en cierta medida el amor gratuito y generoso del que todo procede, el amor del hacedor a cuya imagen hemos sido creados.
El sentido de la historia � ¿De dónde viene el mal? ¿Cómo se puede alabar a Dios que todo lo gobierna perfectamente ante la realidad del mal? ¿Por qué tiene que sufrir el justo? � Job lucha y discute con Dios que se le descubre como el siempre más grande, como el totalmente Otro cuyos caminos son inescrutables para el hombre y cuya sabiduría es insondable. � A pesar de todo, los hombres han buscado dos explicaciones: � Presentar la historia como un gran ciclo. � Al principio impera la bondad: Es la edad de hierro; Le siguen la edad de plata, La edad del bronce Y la edad del hierro.
Otro modelo � Ve la historia como una línea ascendente, como historia de progreso que camina hacia lo mejor y más elevado. � La Sagrada Escritura no pretende darnos una interpretación de la historia profana del mundo. � La Biblia nos dice que todo viene de Dios y todo vuelve a él. � Pero ni el esquema de decadencia ni el de progreso pueden encerrar a la historia. � La historia es una lucha constante entre dos reinos: El reino de Dios Y el reino del Mal. � El amor de Dios y el amor de sí mismo, que se dan casi siempre mezclados. Esto exige discernimiento ante los signos de los tiempos. � “Por Cristo y en Cristo se ilumina el enigma del dolor y de la muerte, que fuera del Evangelio nos envuelve en absoluta oscuridad” (GS 22).
Preguntas y respuestas � El conjunto de la fe cristiana constituye la respuesta a esta pregunta dolorosa y misteriosa: la bondad de la creación, el drama del pecado, el amor paciente de Dios que sale al encuentro del hombre con sus Alianzas… En su bondad y sabiduría infinitas quiso libremente crear un mundo en estado de vía hacia la perfección última. � Junto al bien físico existe el mal físico, mientras la creación no haya alcanzado el estado de perfección. � Los ángeles y los hombres, criaturas inteligentes y libres, deben caminar hacia su último destino por elección libre y amor de preferencia. Por ello pueden desviarse. � Y fue así como el mal moral entró en el mundo. Dios no es la causa del mal moral. Sin embargo lo permite respetando la libertad de la criatura.
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