LA PALABRA DE DIOS ARCHIVO No 41 JEREMIAS
LA PALABRA DE DIOS ARCHIVO No. 41 JEREMIAS
LA PALABRA DE DIOS JEREMIAS 2ª de 3 partes (capítulos 23 -36)
Cap. 23 LOS MALOS PASTORES Y EL REY JUSTO ¡Ay de los pastores que pierden y dispersan el rebaño de mi pastizal!, oráculo del Señor. Yo suscitaré para ellas pastores que las apacentarán; y ya no temerán ni se espantarán, y no se echará de menos a ninguna, oráculo del Señor. 1, 4 Yo soy el buen pastor. . . Jn 10, 14
Cap. 24 VISION DE LAS DOS CANASTAS DE HIGOS El Señor me hizo ver dos canastas de higos, puestas delante del Templo del Señor. El Señor me dijo: "¿Qué ves, Jeremías? ". "Higos, respondí; los higos buenos son muy buenos; los higos malos son muy malos, tan malos que no se los puede comer". Entonces la palabra del Señor me llegó en estos términos: Así habla el Señor, Dios de Israel: Como a estos higos buenos, así miraré yo para su bien a los deportados de Judá que envié de este lugar al país de los caldeos. Pero como a esos higos malos, que de tan malos no se los puede comer, sí, así habla el Señor, de esa misma manera, trataré a Sedecías, rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén, tanto a los que han quedado en este país como a los que habitan en el país de Egipto. 24, 1; 3 -5 y 8
Cap. 25 BABILONIA, INSTRUMENTO Y OBJETO DEL CASTIGO DIVINO Pero ustedes no me escucharon, oráculo del Señor, agraviándome con la obra de sus manos, para su propia desgracia. Por eso, así habla el Señor de los ejércitos: Porque ustedes no han escuchado mis palabras, yo mando a buscar todos los clanes del Norte, oráculo del Señor, y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi servidor, y los hago venir contra este país, contra sus habitantes y contra todas estas naciones de alrededor. Así los consagraré al exterminio total, y los convertiré en una desolación, en un motivo de estupor y en ruinas perpetuas. Haré desaparecer de entre ellos el grito de alegría y el grito de júbilo, el canto del esposo y el canto de la esposa, el ruido del molino y la luz de la Lámpara. Todo este país será una ruina y una devastación, y esas naciones servirán al rey de Babilonia durante setenta años. 25, 7 -11
INTRODUCCION A LOS ORACULOS CONTRA LAS NACIONES El pasaje siguiente sirve de prólogo a los oráculos contra las naciones, contenidos en los caps. 46 -51. En la versión griega de los Setenta, dichos oráculos se encuentran inmediatamente después de 25, 13 a. Este acomodo parece ser el original, ya que varias otras colecciones proféticas, como la primera parte de Isaías, Ezequiel, Habacuc y Sofonías, presentan también una división tripartita, que ubica las profecías contra las naciones entre los oráculos de amenaza y las promesas de salvación para Israel.
LA COPA DE LA IRA DEL SEÑOR Esto es lo que profetizó Jeremías contra todas las naciones. Porque así me ha hablado el Señor, Dios de Israel: “Toma de mi mano esta copa de vino del furor, y dásela de beber a todas las naciones a las que yo te envío; ellas la beberán, se marearán y se enloquecerán, a causa de la espada que envío en medio de ellas”. 25, 15 -16 Tú les dirás: Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Beban hasta embriagarse, vomiten y caigan para no levantarse más, delante de la espada que yo envío en medio de ustedes! Y si ellos se niegan a tomar de tu mano la copa para beber, tú les dirás: Así habla el Señor de los ejércitos: ¡Tendrán que beber! 25, 27 -28 Así habla el Señor de los ejércitos: Miren cómo pasa la desgracia de nación en nación; se desata una gran tempestad desde los extremos de la tierra. 25, 32
RELATOS BIOGRAFICOS Y ANUNCIOS DE SALVACION Ø Ø Ø La siguiente sección se divide en tres partes: Comienza con una serie de relatos biográficos (caps. 26 -29), Prosigue con varios oráculos de salvación (caps. 30 -33) y Concluye con unos fragmentos adicionales (caps. 34 -35). Los oráculos reunidos en la segunda parte desarrollan el tema central de toda la sección, que es la restauración de Israel. El Señor cambiará la suerte de su Pueblo, y sus llagas serán curadas (30, 17 -18). El congregará a sus hijos dispersos y los cuidará como un pastor su rebaño (31, 10). Los purificará de sus faltas y perdonará sus pecados (33, 8). Será el Dios de todas las tribus de Israel y ellas serán su Pueblo (31, 8).
PERSECUCION CONTRA JEREMIAS Los siguientes relatos presentan a Jeremías en abierto enfrentamiento con los dirigentes de Judá y los falsos profetas. Dichos relatos han sido insertados intencionalmente en este contexto, para mostrar que en Jeremías se realiza otra de las condiciones esenciales del verdadero profeta, que es el cumplimiento de sus predicciones (28, 15 -17). En esta sección merece destacarse la "carta" enviada por Jeremías a los judíos deportados a Babilonia en el 597 a. C. (2 Rey. 24, 8 -17). Entre los exiliados había falsos profetas que alentaban la esperanza de una próxima liberación. Pero Jeremías les dirige un mensaje para disipar ese optimismo ilusorio. El exilio será largo. Los deportados deben establecerse en aquella tierra extranjera y promover la prosperidad de su nuevo país. Al Señor se lo puede servir también en Babilonia, porque El está junto a su Pueblo incluso fuera de Palestina. Este inesperado consejo marcó una etapa decisiva en la historia de la Revelación: la religión de Israel había traspasado las fronteras de la Tierra Santa.
Cap. 26 ARRESTO DE JEREMIAS POR SU DISCURSO CONTRA EL TEMPLO Tú les dirás: Así habla el Señor: Si ustedes no me escuchan ni caminan según la Ley que yo les propuse; si no escuchan las palabras de mis servidores los profetas, que yo les envío incansablemente y a quienes ustedes no han escuchado, entonces yo trataré a esta Casa como traté a Silo y haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra. 26, 4 -6 Y apenas Jeremías terminó de decir todo lo que el Señor le había ordenado decir al pueblo, los sacerdotes y los profetas se le echaron encima, diciendo: "¡Vas a morir!” 26, 8
Cap. 27 LA ACCION SIMBOLICA DEL YUGO En cuanto a la nación o al reino que no lo sirva a él, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que no someta su cuello al yugo del rey de Babilonia, yo castigaré a esa nación con la espada, el hambre y la peste, oráculo del Señor, hasta hacerla desaparecer completamente por medio de él. 27, 8
Cap. 28 ENFRENTAMIENTO DE JEREMIAS CON ANANIAS "Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Yo he quebrado el yugo del rey de Babilonia! Dentro de dos años, devolveré a este lugar los objetos de la Casa del Señor que Nabucodonosor, rey de Babilonia, sacó de este lugar y se llevó a Babilonia. Y también a Jeconias, hijo de Joaquim, rey de Judá, y a todos los deportados de Judá que fueron a Babilonia, los haré volver a este lugar , oráculo del Señor, cuando yo quiebre el yugo del rey de Babilonia”. El profeta Ananías tomó la barra que estaba sobre el cuello de Jeremías y la quebró. 28, 2 -4 y 10
Cap. 29 CARTA DE JEREMIAS A LOS EXILIADOS DE BABILONIA Porque así habla el Señor al rey que sienta en el trono de David y a todo el pueblo que habita en esta ciudad, a sus hermanos que no partieron con ustedes al exilio; así habla el Señor de los ejércitos: Yo enviaré contra ellos la espada, el hambre y la peste; los haré semejantes a higos en mal estado, que de tan malos no se pueden comer; los perseguiré con la espada, el hambre y la peste, y haré de ellos un objeto de terror para todos los reinos de la tierra, una imprecación y un objeto de horror, de estupor y de escarnio en todas las naciones adonde los expulsaré, porque no han escuchado mis palabras, oráculo del Señor, siendo así que yo les envié incansablemente a mis servidores los profetas. Pero ustedes no me han escuchado, oráculo del Señor. 29, 16 -19
RESPUESTA DE JEREMIAS A LA PROTESTA DE SEMAIAS Por eso, así habla el Señor: Yo voy a castigar a Semaías, de Nejelám, y a su descendencia: ninguno de los suyos habitará en medio de este pueblo ni verá el bien que yo haré a mi pueblo, oráculo del Señor, porque él ha profetizado la rebelión contra el Señor. 29, 32
PROMESAS DE RESTAURACION: LA NUEVA ALIANZA La misión profética de Jeremías no consistió únicamente en "arrancar y derribar", sino también en "edificar y plantar" (1, 10). En los largos años de su actividad, el profeta afrontó toda clase de peligros para erradicar el mal que minaba la vida de su Pueblo. Pero Judá no supo responder a su mensaje. El pecado tiene raíces tan hondas en el corazón humano, que el hombre con sus solas fuerzas no puede liberarse de esa pesada esclavitud (13, 23; 17, 1).
¿Quiere decir entonces que Dios ha fracasado en su designio de formarse un Pueblo fiel? Jeremías no se deja vencer por la desesperanza y predice una futura intervención divina que transformará por completo las relaciones del Señor con su Pueblo. Sobre las ruinas de la Alianza sellada en el Sinaí, Dios hará surgir una "Nueva Alianza", que no será una mera restauración de la antigua, sino una nueva creación. La Ley ya no será letra muerta, grabada en tablas de piedra, porque el Señor renovará el corazón de sus fieles para hacerlos vibrar con sus propios sentimientos. Entonces Israel "conocerá" de veras al Señor y será realmente su Pueblo (31, 31 -34).
A fin de confirmar esta promesa, Jeremías realiza una acción simbólica. En pleno asedio de Jerusalén, él adquiere el campo de un pariente cercano, para impedir que una propiedad familiar pase a manos de terceros. La transacción se realiza en presencia de testigos (32, 6 -10), y el profeta explica este acto como un símbolo de la vida que iba a renacer después de la purificación del exilio (32, 11 -15). Jeremías ignoraba cuándo y cómo se harían realidad estas promesas. El Nuevo Testamento nos dice que esa Nueva Alianza de Dios con la humanidad quedó sellada de una vez para siempre con la sangre de Jesús (Lc. 22, 20; Heb. 8, 7 -13; 9, 15 -23).
Cap. 30 INTRODUCCION Así habla el Señor, el Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que yo te he dirigido, porque llegarán los días –oráculo del Señor– en que cambiaré la suerte de mi pueblo Israel y Judá, dice el Señor, y los haré volver al país que he dado a sus padres, y ellos lo poseerán. 30, 2 -3 EVOCACION DEL DÍA DEL SEÑOR ¡Ay! Porque es grande aquel Día, y no hay otro igual. Es un tiempo de angustia para Jacob, pero él se salvará de la angustia. 30, 7 ISRAEL LIBERADO PARA SERVIR AL SEÑOR Aquel día –oráculo del Señor de los ejércitos– yo quebraré el yugo de su cuello y romperé sus ataduras. Ya no servirán a extranjeros, sino que servirán al Señor, su Dios, y a David, su rey, que yo les suscitaré. 30, 8 -9
LA CURACION DE LAS HERIDAS DE ISRAEL Sí, yo cicatrizaré tu llaga y te sanaré de todas tus heridas, oráculo del Señor, porque te llaman "La Expulsada, esa Sión, de la que nadie se preocupa". 30, 17 RESTAURACION DE SION Y DE SUS INSTITUCIONES Ustedes serán mi Pueblo y yo seré su Dios. 30, 22 EL JUICIO DEL SEÑOR ¡Miren el huracán del Señor, ha estallado el furor, arrecia la tempestad, gira sobre la cabeza de los malvados! 30, 23
Cap. 31 UNA NUEVA ALIANZA He aquí que días vienen, oráculo de Yahveh, en que yo pactaré con la casa de Israel (y con la casa de Judá) una nueva alianza; no como la alianza que pacté con sus padres, cuando les tomé de la mano para sacarles de Egipto; que ellos rompieron mi alianza, y yo hice estrago en ellos, oráculo de Yahveh. Sino que esta será la alianza que yo pacte con la casa de Israel, después de aquellos días, oráculo de Yahveh: pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrán que adoctrinar más el uno a su prójimo y el otro a su hermano, diciendo: "Conoced a Yahveh", pues todos ellos me conocerán del más chico al más grande, oráculo de Yahveh, cuando perdone su culpa, y de su pecado no vuelva a acordarme. Así dice Yahveh, el que da el sol para alumbrar el día, y gobierna la luna y las estrellas para alumbrar la noche, el que agita el mar y hace bramar sus olas, cuyo nombre es Yahveh Sebaot. 31, 31 -35
Por eso Cristo es el mediador de un Nuevo Testamento o Alianza. Por su muerte fueron redimidas las faltas cometidas bajo el régimen de la primera Alianza, y desde entonces la promesa se cumple en los que Dios llama para la herencia eterna. Heb. 9, 15
Cap. 32 LA COMPRA DE UN CAMPO, SIGNO DE LA RESTAURACION FUTURA Jeremías dijo: "La palabra del Señor me llegó en estos términos: Janamel, hijo de tu tío Salúm, viene hacia ti para decirte: Compra mi campo que está en Anatot, porque a ti te corresponde adquirirlo, en virtud del derecho de rescate". Janamel, el hijo de mi tío, vino a verme en el patio de la guardia, según la palabra del Señor, y me dijo: "Cómprame mi campo que está en Anatot, en el país de Benjamín, porque tú tienes el derecho de adquisición y de rescate: cómpramelo". Yo comprendí que esa era la palabra del Señor; compré a Janamel, el hijo de mi tío, el campo que está en Anatot, y le pesé la plata: diecisiete siclos de plata. Hice la escritura, la sellé, la certifiqué con testigos y pesé la plata en una balanza. 32, 6 -10
Cap. 33 NUEVAS PROMESAS DE RESTAURACION La palabra del Señor llegó a Jeremías por segunda vez, mientras todavía estaba detenido en el patio de la guardia, en estos términos: Así habla el Señor que hizo la tierra y la formó para que subsistiera – ¡su nombre es el Señor!–: Invócame y yo te responderé, y te anunciaré cosas grandes e impenetrables, que tú no conocías. 33, 1 -3 Así habla el Señor: En este lugar del que ustedes dicen: "Está desierto, sin hombres ni animales", en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén, que están devastadas, sin hombres ni habitantes ni animales, se oirá de nuevo el grito de alegría y el grito de júbilo, el canto del esposo y el canto de la esposa, y el canto de los que dicen, mientras presentan el sacrificio de alabanza en la Casa del Señor: “Den gracias al Señor de los ejércitos, porque es bueno el Señor, porque es eterno su amor“. Sí, yo cambiaré la suerte de este país, y será como al principio, dice el Señor. 33, 10 -11
PROMESAS SOBRE EL REINO Y EL SACERDOCIO En aquellos días, estará a salvo Judá y Jerusalén habitará segura. Y la llamarán así: “El Señor es nuestra justicia”. Porque así habla el Señor: Nunca le faltará a David un sucesor que se siente en el trono de la casa de Israel. Y a los sacerdotes levitas nunca les faltará un descendiente que esté delante de mí para ofrecer el holocausto, hacer quemar la oblación y presentar el sacrificio cada día. 33, 16 -18
Cap. 34 ANUNCIO DE LA DESTRUCCION DE JERUSALEN Y DE LA CAUTIVIDAD DE SEDECIAS Sin embargo, ¡escucha la palabra del Señor, Sedecías, rey de Judá! Así habla el Señor acerca de ti: Tú no morirás por la espada, sino que morirás en paz. Y así como se quemaron perfumes por tus padres, los reyes antiguos que te han precedido, así se quemarán perfumes por ti, y se entonará por ti la lamentación: "¡Ay Señor!". Esta es la palabra que yo te he dicho, oráculo del Señor. El profeta Jeremías dijo a Sedecías, rey de Judá, todas estas palabras en Jerusalén. 34, 4 -6
LA LIBERACION DE LOS ESCLAVOS Todos los jefes y todo el pueblo que habían participado en la alianza, aceptaron dejar en libertad a sus esclavos y esclavas, de manera que ya no los tendrían a su servicio: aceptaron y los dejaron en libertad. 34, 10
Cap. 35 EL EJEMPLO DE LOS RECABITAS Y a la familia de los recabitas, Jeremías les dijo: “Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Porque ustedes han obedecido la orden de Jonadab, su antepasado; porque han observado todos sus mandamientos y han obrado conforme a lo que él les ordenó, por eso, así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Nunca le faltará a Jonadab, hijo de Recab, un descendiente que esté todos los días en mi presencia”. 35, 18 - 19
LOS PADECIMIENTOS DE JEREMIAS Durante el reinado de Sedecías (597 -587 a. C. ), Judá vive los momentos más dramáticos de su historia. Entre el pueblo y las clases dirigentes se alzan violentas voces de protesta, que claman por la rebelión contra Babilonia. Egipto, desde el sur, alienta esos brotes de nacionalismo y promete su ayuda a los rebeldes de Judá y de los reinos vecinos. Sedecías, desoyendo las reiteradas advertencias de Jeremías, cede por fin a esas fuertes presiones y quebranta el juramento de fidelidad que le había impuesto Nabucodonosor (2 Crón. 36, 13; Ez. 17, 13 -15). La reacción de este no se hace esperar. A comienzos del 588, invade el territorio de Judá y mantiene sitiada a Jerusalén durante un año y medio, salvo una breve interrupción motivada por el avance de las tropas egipcias (37, 5).
Un testigo presencial de los hechos, probablemente Baruc, el fiel amigo y confidente de Jeremías, nos da un relato detallado de los padecimientos que debió soportar el profeta antes y después de la caída de Jerusalén. De un lado estaba Jeremías, que se esforzaba por conjurar la catástrofe aconsejando una política de sumisión a Babilonia. En el lado opuesto, los oficiales del rey y algunos profetas, que lo acusaban de traición a la causa nacional. En el medio se encontraba Sedecías, siempre fluctuante entre el temor que le inspiraban sus consejeros y el ascendiente que ejercía sobre él la personalidad del profeta. En este relato de su “pasión”, Jeremías personifica la figura del justo perseguido por su inquebrantable fidelidad a la Palabra de Dios. Algunos años más tarde, el Segundo Isaías perfilaría los rasgos del "Servidor sufriente", reflejando muchos aspectos de la vida de Jeremías (Is. 52, 13 – 53, 12).
Cap. 36 LECTURA PUBLICA DE LOS ORACULOS DE JEREMIAS Jeremías llamó a Baruc, hijo de Nerías, y Baruc escribió en un rollo, bajo el dictado de Jeremías, todas las palabras que el Señor le había dicho. 36, 4 Entonces Baruc leyó en el rollo las palabras de Jeremías, en la Casa del Señor, en la sala de Guemarías, hijo de Safán, el secretario, en el atrio superior, a la entrada de la puerta Nueva de la Casa del Señor ; y lo hizo en presencia de todo el pueblo. 36, 10 Y a medida que Iehudí leía tres o cuatro columnas, el rey las cortaba con el cortaplumas del secretario y las arrojaba al fuego del brasero. Así hasta que todo el rollo se consumió por completo en el fuego del brasero. 36, 23
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