La narracin Estructura narrativa 1 Introduccin 2 Nudo

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La narración Estructura narrativa 1. Introducción 2. Nudo 3. Desenlace

La narración Estructura narrativa 1. Introducción 2. Nudo 3. Desenlace

Estructura �Una narración se estructura en tres momentos o partes principales: introducción, nudo y

Estructura �Una narración se estructura en tres momentos o partes principales: introducción, nudo y desenlace. � Un cuento de Leopoldo Alas «Clarín» , titulado ¡Adiós, Cordera!

Rosa y Pinín, hijos de Antón y Chinta, son dos hermanos gemelos asturianos. Todas

Rosa y Pinín, hijos de Antón y Chinta, son dos hermanos gemelos asturianos. Todas las mañanas llevan a pastar a la Cordera, una vaca que es el sustento de la familia. La Cordera es la compañera inseparable de los niños. Los tres viven una vida cargada de sentimientos y emociones. Debido a una serie de circunstancias, Antón se ve obligado a vender la vaca. Pero el cariño que por ella siente le lleva a pedir un precio exagerado; de este modo nadie la compraría y podría llevarla a casa de nuevo. . . Sin embargo, al final, no habrá más remedio que venderla.

LA INTRODUCCIÓN �En la introducción o planteamiento se suele encontrar la presentación de los

LA INTRODUCCIÓN �En la introducción o planteamiento se suele encontrar la presentación de los personajes que intervienen en el relato, así como el tiempo y el lugar en el que ocurren los hechos. La introducción puede presentarse de varios modos. Dos de ellos son: � Presentar de forma cronológica y ordenada los hechos desde el inicio, de modo que el lector los conoce desde el principio. � Introducir al lector en una escena en la que existen unos personajes y ocurren unos hechos de los que nada sabe. Luego, a medida que avanza la narración, se irán dando a conocer los elementos.

¡Eran tres, siempre los tres: Rosa, Pinín y la Cordera! El prao Somonte era

¡Eran tres, siempre los tres: Rosa, Pinín y la Cordera! El prao Somonte era un recorte triangular de terciopelo verde tendido, como en una colgadura, cuesta abajo por la loma. Uno de sus ángulos, el inferior, lo despuntaba el camino de hierro de Oviedo a Gijón [. . . ] Aquella paz sólo se había turbado en los días de prueba de la inauguración del ferrocarril. La primera vez que la Cordera vio pasar el tren, se volvió loca [. . . ] En Pinín y Rosa la novedad del ferrocarril produjo impresiones más agradables y persistentes. Si al principio era una alegría loca, algo mezclada de miedo supersticioso, una excitación nerviosa, que les hacía prorrumpir en gritos, gestos, pantomimas descabelladas, después fue un recreo pacífico, suave, renovado varias veces al día.

NUDO �En el nudo se presenta, generalmente, un conflicto, a partir del cual la

NUDO �En el nudo se presenta, generalmente, un conflicto, a partir del cual la acción del relato se dirigirá hacia un final. El conflicto puede establecerse entre dos personajes y también a partir de un hecho decisivo.

Ya Chinta, musa de la economía en aquel hogar miserable, había muerto mirando a

Ya Chinta, musa de la economía en aquel hogar miserable, había muerto mirando a la vaca por un boquete del destrozado tabique de ramaje, señalándola como salvación de la familia. «Cuidadla; es vuestro sustento» , parecían decir los ojos de la pobre moribunda, que murió extenuada de hambre y de trabajo. El amor de los gemelos se había concentrado en la Cordera; el regazo, que tiene su cariño especial, que el padre no puede reemplazar, estaba al calor de la vaca, en el establo, y allá en el Somonte. Todo esto lo comprendía Antón a su manera, confusamente. De la venta necesaria no había que decir palabra a los niños. Un sábado de julio, al ser de día, de mal humor, Antón echó a andar hacia Gijón, llevando a la Cordera por delante, sin más atavío que el collar de esquila. Pinín y Rosa dormían. [. . . ] Desde aquel día en que adivinaron el peligro, Pinín y Rosa no sosegaron. A media semana se personó el mayordomo en el corral de Antón. Era otro aldeano de la misma parroquia, de malas pulgas, cruel con los caseros atrasados. Antón, que no admitía reprimendas, se puso lívido ante las amenazas del desahucio. El amo no esperaba más. Bueno, vendería la vaca a vil precio, por una merienda. Había que pagar o quedarse en la calle.

EL DESENLACE �Es la resolución final del conflicto que se ha plan teado a

EL DESENLACE �Es la resolución final del conflicto que se ha plan teado a lo largo del nudo. Puede presentarse de dos maneras: � Un final cerrado, cuando el autor o autora deja perfectamente acabada la acción, de modo que la historia no puede continuar. � Un final abierto, que permite que la narración pueda continuar con nuevos episodios, sin que cambie el sentido de los acontecimientos princi pales. Incluso el lector puede imaginar la conti nuación de la historia.

Al día siguiente, muy temprano, a la hora de siempre, Pinín y Rosa fueron

Al día siguiente, muy temprano, a la hora de siempre, Pinín y Rosa fueron al prado Somonte. Aquella soledad no lo había sido nunca para ellos triste; aquel día, el Somonte sin la Cordera parecía el desierto. De repente silbó la máquina, apareció el humo, luego el tren. En un furgón cerrado, en unas ventanas altas o respiraderos, vislumbraron los hermanos gemelos cabezas de vacas que, pasmadas, miraban por aquellos tragaluces. -¡Adiós, Cordera! -gritó Rosa, adivinando allí a su amiga, la vaca abuela. -¡Adiós, Cordera! -vociferó Pinín con la misma fe, enseñando los puños al tren, que volaba camino de Castilla. [. . . ] y Rosa y Pinín miraban con rencor la vía, el telégrafo y los símbolos de aquel mundo enemigo que les arrebataba, que les devoraba a su compañera de tantas soledades, de tantas ternuras silenciosas para sus apetitos, para convertirla en manjares de ricos glotones.

ELEMENTOS DE LA NARRACIÓN

ELEMENTOS DE LA NARRACIÓN

EL NARRADOR � El narrador es quien relata los hechos y los presenta del

EL NARRADOR � El narrador es quien relata los hechos y los presenta del modo que mejor se adapte a sus intenciones. Él es, además, el que marca el tono de la narración, ordena los hechos, caracteriza a los personajes y guía, en suma, el transcurso de la acción. � Narración en primera persona. El narrador, llamado narrador interno, participa, como protagonista o como testigo, en los acontecimientos que relata. Ejemplo: � Cuando el narrador es a la vez el personaje protagonista, hablamos de relato autobiográfico. Las memorias y el diario son ejemplos de relatos autobiográficos. Si el autor narra su propia vida, se trata de una autobiografía real, y es ficticia cuando el autor presenta al narrador como protagonista. � Narración en tercera persona. El narrador, llamado narrador externo, no participa en los hechos que relata. Es el más común; cuenta todo lo que les sucede a los personajes. � En algunos casos, el narrador en tercera persona conoce todo sobre sus personajes: lo que hacen, lo que sienten, lo que piensan. . . ; decimos entonces que es un narrador omnisciente (omnisciente significa «que todo lo sabe» ). Ejemplo:

LA ACCIÓN �El conjunto de acontecimientos que se narran constituyen la acción o trama

LA ACCIÓN �El conjunto de acontecimientos que se narran constituyen la acción o trama narrativa. Esos acontecimientos se producen en un lugar y en un tiempo generalmente determinados. El narrador puede contar esos hechos en un orden cronológico, como ocurre generalmente en los cuentos. Pero también puede romper ese orden anticipando sucesos que ocurrieron más tarde o dando un salto atrás en el tiempo para remontarse a hechos lejanos.

� El desarrollo lineal. La narración va presentando los acontecimientos en orden cronológico, desde

� El desarrollo lineal. La narración va presentando los acontecimientos en orden cronológico, desde los más antiguos a los más recientes. Los cuentos tradicionales, por ejemplo, suelen presentar esta organización. � La anticipación. Es una ruptura del orden temporal que consiste en adelantar acontecimientos y anunciar hechos que se producirán más tarde. En el siguiente fragmento, el enunciado destacado constituye una anticipación: � La retrospección. Es otra ruptura del orden cronológico, consistente en retroceder en el tiempo (dar un salto atrás) para contar hechos anteriores al momento en que se sitúa la historia. Así ocurre en la novela policíaca, en la que es frecuente comenzar con un crimen para, a continuación, reconstruir los acontecimientos que lo precedieron.

PERSONAJES �Son los seres que llevan a cabo la acción. El lector los conoce

PERSONAJES �Son los seres que llevan a cabo la acción. El lector los conoce por la descripción que el narrador hace de ellos, por sus actitudes, por lo que hacen y dicen. Generalmente son personas, reales o ficticias, pero a veces también pueden ser animales u objetos personificados

� Según su importancia en el desarrollo de la acción, los personajes pueden ser

� Según su importancia en el desarrollo de la acción, los personajes pueden ser principales o secundarios. Entre los primeros destacan el protagonista, que es quien lleva el peso de la acción, y el antagonista, que se opone a él. � Según el grado de profundidad psicológica con que se presentan, los personajes pueden ser planos o redondos: � Los personajes planos no cambian a lo largo de la obra y responden a un esquema de conducta previo. Los personajes de los cuentos tradicionales, por ejemplo, suelen estar construidos como personajes planos que con frecuencia encarnan una virtud, un defecto o una cualidad. � Los personajes redondos, en cambio, poseen características individuales y evolucionan a lo largo del relato; son seres de complejidad psicológica que se acaban pareciendo a los reales. Los personajes más importantes de las novelas suelen ser de este tipo.

TIEMPO � En los textos narrativos, la información se dispone según un orden temporal.

TIEMPO � En los textos narrativos, la información se dispone según un orden temporal. El relato puede presentar los hechos que se cuentan reflejando con fidelidad el orden en que estos se suceden, de modo que se presenten al principio los acontecimientos más remotos y al final los más recientes. En este caso decimos que la narración presenta un desarrollo lineal. Los cuentos tradicionales, por ejemplo, suelen presentar esta organización. � Los tiempos verbales. Puesto que la narración tiene por objeto contar hechos reales o ficticios, en los textos narrativos desempeñan un papel fundamental las palabras que expresan acciones, es decir, los verbos. Y puesto que generalmente se cuentan hechos ya pasados, lo habitual es que en la narración encontremos verbos en pasado, sobre todo en pretérito perfecto simple (esperó, demoró, compartió, inquietó. . . ) o en pretérito imperfecto de indicativo (vivía, era, llegaba, detestaba. . . ). � Los indicadores de tiempo. El transcurso del tiempo y la simultaneidad o la sucesión de las acciones se marca también con adverbios (mientras, entonces, antes, después) y otras expresiones que tienen un marcado carácter temporal (por fin, al cabo de un rato, al día siguiente. . . ). Ejemplo:

ESPACIO � Los acontecimientos de la narración siempre suceden en algún lugar. Muchas veces

ESPACIO � Los acontecimientos de la narración siempre suceden en algún lugar. Muchas veces se puede deducir el sitio donde ocurre la acción sin necesidad de que sea especificado por parte del narrador. Ejemplo: � La azafata tiraba de su maleta con agilidad cuando de repente vio a su ex marido ir hacia la puerta de embarque. � En el texto anterior, se puede deducir que el lugar del encuentro es un aeropuerto. En caso de que la localización no esté indicada, por muy abstracta que sea, el lector siempre puede recurrir a su imaginación. � Para algunos autores el espacio de la narración puede tener una gran importancia. De hecho, hay novelas que están dedicadas a un lugar concreto, y hacen, por tanto, del espacio literario el protagonista de la historia. Por ejemplo, en Volverás a Región de Juan Benet, Región es el lugar donde sucede la historia. Se trata de un espacio enigmático que adquiere protagonismo y cobra un gran poder simbólico a la hora de interpretar el desarrollo de la acción

LOS AMANTES En un lejano y extraño país, en la alcoba más alta de

LOS AMANTES En un lejano y extraño país, en la alcoba más alta de la más alta torre, una hermosa joven dejaba reposar su cabeza sobre el pecho de su amante. Todo era tan perfecto que resultaba difícil de creer. Al fin estaban juntos. Después de tanto tiempo, de tantas luchas, tantas guerras, por fin descansaban acostados juntos bajo una gruesa manta, apartados del resto del mundo y sus ordinarias rutinas. Sólo estaban ellos dos y no hacía falta nada más. Todo era tal y como ella lo había soñado a solas mil y una veces, todo incluso el intenso palpitar del pecho de su amante bajo su cabeza, aquel constante pumpum que no la dejaba dormir. “Ojalá se detuviera” pensó “Ojalá se detuviera y pudiéramos estar así para siempre”. Como si de un deseo formulado ante una lámpara mágica se tratara, en el mismo instante en que ese pensamiento cruzó por su cabeza, el silencio se hizo total y la joven se sumergió el sueño más dulce y profundo de su vida. Con la luz del amanecer sobre sus ojos, la joven se incorporó y besó con cuidado los ojos cerrados de su amante. Le besó las mejillas y los labios, pero él siguió sin despertar. Sin cambiar el gesto de su rostro, sin borrar la sonrisa de sus labios, la hermosa joven volvió a recostarse sobre el pecho de él diciéndose a sí misma “Ves amor, ya no importa qué pueda suceder fuera de esta torre

� TITULO: CÁNCER AUTOR: ©Fernando Di Tomaso Hacía meses que mi padre no se

� TITULO: CÁNCER AUTOR: ©Fernando Di Tomaso Hacía meses que mi padre no se levantaba de la cama. Yo tenía siete años y me habían prohibido verlo más que un ratito, una vez al día; pero me colaba en su cuarto cada vez que podía. Una mañana, bien temprano, me escabullí y lo encontré viejísimo, llorando sin ruido, casi sin mover la cara. Me dijo que no me asustara, que el monstruo se había ido, pero que tenía que traerle la escopeta, por si volvía. . . Cerca del mediodía, estaba ayudando a mi madre en la cocina cuando escuchamos el disparo, ¡papá mató al monstruo!, grité.

MI HERMANO Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete

MI HERMANO Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete minutos en la barriga de mamá, y me dejara allí, solo, aterrorizado en la oscuridad, flotando como un astronauta en aquel líquido viscoso, y oyendo al otro lado cómo a él se lo comían a besos. Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y los que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá. Desde entonces salía antes que Pablo de todos los sitios: de la habitación, de casa, del colegio, de misa, del cine -aunque ello me costara el final de la película. Un día me distraje y mi hermano salió antes que yo a la calle, y mientras me miraba con aquella sonrisa adorable, un coche se lo llevó por delante. Recuerdo que mi madre, al oír el golpe, salió de la casa y pasó ante mí corriendo y gritando mi nombre, con los brazos extendidos hacia el cadáver de mi hermano. Yo nunca la saqué del error.