LA ESCULTURA IMPRESIONISTA Rodin Los burgueses de Calais
LA ESCULTURA IMPRESIONISTA: Rodin Los burgueses de Calais
Auguste RODIN (1840 -1917) Aunque el Impresionismo es un movimiento fundamentalmente pictórico, también se puede hablar de una escultura impresionista, dado que algunos artistas supieron introducir juegos lumínicos a través de la renovación de la técnica. El escultor más importante vinculado al Impresionismo es el francés Auguste Rodin es el escultor, en mármol y en bronce, más destacado del siglo XIX. Su principal aportación fue la liberación de la escultura de las rígidas normas de las Academias de Bellas Artes, creando obras personales antiacadémicas y, por tanto, originales. La mano de Dios o La Creación (1889) Intentó llevar a los volúmenes las variaciones lumínicas por medio de superficies rugosas y de la multiplicación de ángulos.
El tratamiento de la luz vincula a Rodin con los impresionistas. Pero, a diferencia de ellos, que se muestran indiferentes por el tema, Rodin se preocupó por reflejar en sus obras las pasiones y los dramas humanos. El beso (1882) Los burgueses de Calais (Detalle)
Sus esculturas fueron muy chocantes para sus contemporáneos, poco comprendidas y bastante criticadas. Fueron consideradas demasiado reales, demasiado vivas, con demasiado sentimiento, para una sociedad acostumbrada al ideal académico de belleza clásica. La Edad de Bronce (vaciado en yeso) Andrómeda (1885) Rodin es inclasificable, porque sus obras unas veces fueron clásicas (El beso), otras realistas (La Edad del Bronce), otras impresionistas y otras expresionistas. Iris, mensajera de los dioses (1890)
Lo que más le preocupó fue la representación lo más exacta posible de la esencia de la personalidad, de la psicología de sus personajes, de su estado anímico, de los sentimientos. Para lograrlo llegaba incluso a distorsionar la anatomía y a realizar en la misma obra rostros muy expresivos y otras partes del cuerpo sin tallar, como en el Retrato de Balzac (1867).
El Despertar de la Humanidad o La Edad de Bronce (1877) Es un desnudo masculino de tamaño natural. El joven, aunque le cuesta mantener su vigor, parece que va a lanzarse a la vida. Con la mano izquierda plegada parece contener la explosión de amor, de deseo y de esperanza anunciando lo que será la posterior producción de Rodin. Fue muy criticada porque su realismo indujo a pensar que había sido fundida a partir de un modelo vivo.
La puerta del Infierno (1880 -1917) Son unas puertas de bronce para un futuro Museo de Artes Decorativas de París, que no llegó a construirse, como tampoco Rodin finalizó las puertas, en las que trabajó el resto de su vida y que fueron fundidas en bronce después de su muerte. Muchos de sus componentes sirvieron a Rodin como modelo de obras independientes.
El Pensador (1880)
Los burgueses de Calais (1895)
La escultura representa a los seis ciudadanos que en 1374, al inicio de la Guerra de los Cien Años (1337 -1453), se ofrecieron a dar sus vidas para salvar a sus convecinos de la sitiada ciudad francesa de Calais. El rey británico que los había invadido exigió que seis habitantes de Calais le entregaran las llaves de la ciudad, y que después serían ejecutados.
El beso (1886) Es uno de las pocas esculturas de Rodin que disfrutó de aceptación popular. Supone a un tiempo la apoteosis de la belleza y del movimiento, con la multiplicación de los planos y la suave ondulación de la superficie.
Danaid (1886)
LA PINTURA IMPRESIONISTA EN ESPAÑA: Sorolla Pescadora valenciana (1916) Óleo sobre lienzo
Joaquín SOROLLA (1863 -1923) En España destaca la figura de este pintor valenciano, aunque su adscripción al Impresionismo ha sido muy discutida. Autorretrato (1912) Niños a la orilla del mar (1903) Óleo sobre lienzo Es el principal representante de la pintura al aire libre y de la luz, aunque mantiene en muchos de sus cuadros un dibujo poderoso y afronta problemas de composición y movimiento que preocuparon poco a los impresionistas franceses.
Sorolla realizó sus primeras obras dentro del realismo social que tanto gustaba a los críticos españoles en aquellos momentos. Aun dicen que el pescado es caro (1896) Óleo sobre lienzo Es un hecho característico de los pintores españoles del siglo XIX, motivado por la escasez económica de sus primeros años y por el rápido deseo de triunfo, que hace que se adapten a lo exigido en el mundo académico para conseguir el dinero y la fama. Escena valenciana (1893) Óleo sobre lienzo
Cosiendo la vela (1896) Óleo sobre lienzo
El baño del caballo (1909) Óleo sobre lienzo
Paseo a la orilla del mar (1909) Óleo sobre lienzo
Antes del baño (1909) Óleo sobre lienzo
Bajo el toldo. Zarauz (1910) Óleo sobre lienzo
Niños en la playa (1910) Óleo sobre lienzo
Mi mujer y mis hijas en el jardín (1910) Óleo sobre lienzo
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