ISLA DE VULCANO Diseado por Abenal Antes de
ISLA DE VULCANO Diseñado por Abenal
Antes de comenzar a ver los detalles de este viaje realizado a isla de Vulcano (en islas Eolias, norte de Sicilia), es recomendable empezar por ver el post y fotos con detalles de esta isla entre cráteres (y un paraíso en ebullición). Vulcano es una de las siete islas Eolias, un paisaje sumamente particular por su geología volcánica, laderas abruptas junto al mar azul, playas de arena negra, fumarolas en los cráteres de volcanes activos, y pequeños pueblos encantadores junto a ruinas arqueológicas y vestigios del pasado. Poco más se puede pedir. Confieso que antes del viaje no imaginaba la variedad de opciones que puede haber en una sola isla, y mucho menos, la forma en que las actividades pueden multiplicarse al combinar visitas a varias de las islas Eolias, tan fáciles de comunicar en poco tiempo por ferry. Hacer base en una de ellas, y luego explorar las islas vecinas supone una ventura y sorpresa permanente. Mi comienzo a explorar las Eolias fue haciendo base en isla Vulcano, alojado en un sitio especial rodeado de un entorno magnífico: Therasia Resort es un cinco estrellas situado en la península de Vulcanello que tiene como plato fuerte sus vistas a la isla de Lípari y las Eolias (un auténtico mirador natural al paraíso volcánico que supone el conjunto de las Eolias). Como llegar a Vulcano Una de las formas más prácticas para llegar a las Eolias es desde la ciudad de Milazzo, al norte de Sicilia (previa llegada al aeropuerto de Catania). El trayecto completo sería, desde el aeropuerto de Catania (la segunda ciudad en importancia de Sicilia, pero su principal aeropuerto) seguir unos 130 kilómetros (o una hora y cuarenta minutos en coche aunque también hay opciones de bus o tren) hasta Milazzo, el mayor puerto de embarque para las Eolias. Desde allí, en menos de una hora por mar llegaremos a isla Vulcano. Y la bienvenida será con estas vistas del cráter principal:
Un resort de lujo mirando a las Eolias. Una vez en la isla de Vulcano, la estadía del viaje y la base para explorar las Eolias será el Therasia Resort, situado en una península (Vulcanello) orientada hacia al norte del archipiélago. La vista de bienvenida es sobrecogedora hacia todo el entorno: panorámicas magníficas a la isla de Lípari (separada por un kilómetro de mar azul), y en lejanía, el resto de las islas, con la mítica silueta de Estrómboli, también llamado “el faro del Mediterráneo” por su volcán activo. Hacia abajo, la piscina infinita del hotel que parece fundirse con el mar presagia jornadas para disfrutar el paisaje y relajarse por completo. El hotel se asienta sobre un suelo rocoso (restos de lava) en forma de terrazas escalonadas con distintos niveles. El emplazamiento es tal que ya sea desde las habitaciones, desde el lugar donde desayunamos, o el vestíbulo, siempre tendremos vistas impresionantes.
Las vistas a las Eolias cada atardecer. Esa misma vista (la de la bienvenida) será la protagonista de la estadía a toda hora, pero con sus promontorios rocosos junto a la isla de Lípari, y como telón de fondo, nada realzará más la belleza que los sucesivos atardeceres. Desde las terrazas, la habitación, o desde la piscina, cada puesta de sol será un espectáculo particular al que asisten los huéspedes con sus cámaras fotográficas apuntando al horizonte, y al que por supuesto, también me he apuntado cada jornada. Para pruebas, mejor lo cuentan las imágenes Un último destello del sol antes de despedirse, el espectáculo diarios desde las terrazas del Therasia Resort
Una estadía en isla Vulcano. Una vez instalados, los días se suceden tranquilos en las Eolias, tanto como quisiéramos que fuera nuestro programa. La cantidad de días recomendados para quedarse puede variar entre un mínimo de tres a cuatro noches, hasta cuantas quisiéramos extendernos para descansar y disfrutar al máximo y combinar con la exploración a las islas vecinas. La isla Vulcano es relativamente pequeña, pero puede resultar asombroso por la variedad de propuestas, incluyendo algunas exóticas. Enumeradas, las actividades principales para programar una estadía (y pensar seriamente en extendernos en jornadas) son las siguientes: Disfrutar de un día de playa (o varios) En isla Vulcano hay varias playas. Algunas son accesibles con una simple caminata, o en bicicleta (porque están cerca de los hoteles y el poblado), otras están un tanto más escondidas, y se pueden visitar en lanchas, canoas, motos de agua. Entre ellas están la playa de Sabbie-Nera, la más concurrida con su particular arena negra:
Hacer senderismo entre cráteres y volcanes con vistas inigualables. Las opciones para explorar la isla son variadas, y hasta sorprendentes considerando que no es de gran tamaño: todo lo compensa el paisaje accidentado y protagonizado por varios volcanes y cráteres. Por ejemplo, en la península de Vulcanello (la misma del resort) se encuentra el llamado Valle de los Monstruos, bautizado así por las formas de las oladas de lava que asoman entre la vegetación de forma “intimidante”. Pero el plato fuerte en la isla es el ascenso al cráter de Vulcano, un paseo de una hora con requerimiento mínimo de esfuerzo y estado físico (nada insalvable) por un sendero sobre el cono montañoso. El premio es llegar hasta el cráter de unos 500 metros de diámetro, observar los vapores ardientes, las manchas de azufre (y su olor nada agradable), y las vistas hacia el archipiélago y las otras Eolias. La recomendación es hacerlo al atardecer y cerca de la puesta de sol, cuando el calor cede lugar a la hora dorada para las fotografías.
Darse un baño en lodos curativos. Si en el día nos damos una extensa caminata por los senderos, o simplemente disfrutamos de la playa, antes del atardecer un plan excelente podría ser tomar un baño de lodo con propiedades terapéuticas. Junto al Porto di Levante el olor a azufre y emanaciones de las entrañas de la tierra anuncia que estamos cerca de los baños humeantes a cielo abierto. Las aguas del pequeño lago de lodo desprenden vapores de azufre a los que se les atribuye efectos curativos (especiales para las articulaciones). Aplicar barro sobre la piel puede resultar un bálsamo, como si se tratara de un auténtico spa natural. El ingreso a los lagos de lodo es de apenas 5 euros por adulto.
Explorar islas vecinas Para alternar jornadas en la isla Vulcano, nada mejor que explorar algunas de las islas vecinas. La más concurrida y poblada es la isla de Lípari (que además es la más cercana, apenas unos 20 minutos de navegación). En Lípari se puede recorrer el casco histórico del poblado homónimo, hacer compras de productos tradicionales, rentar un coche, moto o bicicleta y dar un giro a la isla, atravesando pueblos encantadores junto a playas de arena negra.
Disfrutar del hotel y la gastronomía de Sicilia La disponibilidad del personal del hotel es total, siempre muy amables y dispuestos a brindar una atención reconfortante. Todo contribuye a hacernos sentir sumanente cómodos. El Resort cuenta con spa, tres restaurantes con diferentes vistas, pero siempre con la particularidad que el mar y las islas Eolias parecen un cuadro desde cada ventana, la mencionada piscina infinita, variadas terrazas con diferentes orientaciones al paisaje, mucho contacto con la naturaleza. El hotel es una propuesta de alojamiento para disfrutar y vivir las Eolias con lujo e intensidad. Entre los restaurantes, entre ellos L’Arcipelago, o Il CAppero, es posible degustar un menú que se nutre de los ingredientes locales y sabores sicilianos , para presentarlos con un menú innovador (y del que hablaré en un próximo post).
La geografía de las Eolias, y de Vulcano en particular, hacen que se trate de un destino único, con sus propios parámetros de belleza y un despliegue soberbio de vistas en cada isla. Es el destino ideal para descansar, conectar con la naturaleza y envolverse del Mediterráneo, la cultura siciliana y eoliana en particular. Fin
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