Isaas junior Diseo Jos L Caravias sj Joven

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Isaías junior Diseño: José L. Caravias sj. Joven nacido en el destierro, posiblemente cantor.

Isaías junior Diseño: José L. Caravias sj. Joven nacido en el destierro, posiblemente cantor. Después que los desterrados, gracias a Ezequiel, reconocen sus faltas, sienten un rostro de Dios muy consolador, como madre cariñosa y padrino liberador.

Consuelen, dice Yavé, tu Dios, consuelen a mi pueblo. Hablen a Jerusalén, hablen a

Consuelen, dice Yavé, tu Dios, consuelen a mi pueblo. Hablen a Jerusalén, hablen a su corazón, y díganle que su jornada ha terminado, que ha sido pagada ¡Grita sin miedo! su culpa. Acá está tu Dios, 40, 1 que viene con mucho poder. . . Como pastor, lleva a pastar a su rebaño, toma en brazos a los corderos, los pone junto a su corazón y conduce al reposo a las paridas. 40, 9 -11

¿Acaso no lo sabes, o nunca lo has oído? Yavé es un Dios eterno

¿Acaso no lo sabes, o nunca lo has oído? Yavé es un Dios eterno que ha trazado los contornos del mundo. ¿Por qué dices y repites: ‘Yavé no me mira, mi Dios no tiene idea de mis derechos’? No se cansa ni se fatiga y su inteligencia no tiene límites. Él da la fuerza al que está cansado y robustece al que está débil. 40, 27 -29

Los jóvenes se cansan y se fatigan y hasta pueden llegar a caerse. Pero

Los jóvenes se cansan y se fatigan y hasta pueden llegar a caerse. Pero los que esperan en Yavé sentirán que se les renuevan sus fuerzas, y que les crecen alas como de águilas. Correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse. 40, 30 s

Tú eres mi servidor, yo te elegí y no te rechacé. No temas, pues

Tú eres mi servidor, yo te elegí y no te rechacé. No temas, pues yo estoy contigo; no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te doy fuerzas, yo soy tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te sostendré. Te tomo de la mano y te digo: No temas, que vengo a ayudarte. No temas, raza de Jacob, más indefensa que un gusano. Yo vengo en tu ayuda; el Santo de Israel te va a liberar. 41, 9 -13

No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu nombre, tú

No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu nombre, tú me perteneces. Si atraviesas un río, yo estaré contigo y no te arrastrará la corriente. Si pasas por medio de las llamas, no te quemarás, ni siquiera te chamuscarás. Pues yo soy Yavé, tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. Para rescatarte, entregaría a Egipto Etiopía y Sabá, en lugar tuyo. Porque tú vales mucho a mis ojos. Yo te aprecio y te amo mucho. 43, 1 -4

No se acuerden más de otros tiempos, ni sueñen ya más en Derramaré agua

No se acuerden más de otros tiempos, ni sueñen ya más en Derramaré agua las cosas del pasado. sobre Pues yo voy a el suelo sediento y haré brotar torrentes realizar una cosa nueva, que ya aparece. en la tierra seca. ¿No la notan? 43, 18 Derramaré mi espíritu sobre tu raza y favoreceré a tus descendientes. 44, 3

Decían: Yavé me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí. Pero, ¿puede

Decían: Yavé me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí. Pero, ¿puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, ¡Yo nunca me olvidaría de ti! 49, 13 -16 Mira cómo te tengo grabada en la palma de mis manos.

Yo soy Yavé, el único Salvador. Yo soy el primero y el último; no

Yo soy Yavé, el único Salvador. Yo soy el primero y el último; no hay otro dios fuera de mí. 43, 11 Todos los que se dedican a tallar estatuas de dioses no son nada, y sus obras preferidas no sirven para nada. Son puras mentiras. 44, 9. 20 Son tontos los que llevan en procesión a una estatua de madera y le rezan a un dios incapaz de salvarlos. 45, 20 Dios justo y salvador no hay fuera de mí. . . Sólo con Yavé se puede triunfar y mantenerse firme. 45, 21. 24

Escúchenme ustedes, que anhelan la justicia y que buscan a Yavé. En un momento

Escúchenme ustedes, que anhelan la justicia y que buscan a Yavé. En un momento haré aparecer mi justicia, y mi salvación llegará como la luz. 51, 1. 5 Atiéndanme, ustedes que saben lo que es correcto, pueblo que tienes mi ley en tu corazón. No teman las injurias de los hombres ni se desmoralicen por sus insultos. Porque la polilla los roerá como lana. 51, 7 s Pero mi justicia durará para siempre y mi salvación seguirá de generación en generación.

Yo, yo soy el que te consuela. ¿Por qué tienes miedo a un hombre

Yo, yo soy el que te consuela. ¿Por qué tienes miedo a un hombre que desaparecerá como el pasto? Tú te has olvidado de Yavé. . . , y te lo pasas siempre asustado al ver la rabia del tirano, que trata, por todos los medios, de destruirte. 51, 12 s ¡Levántate, tú que estabas cautivo, y desata las ligaduras de tu cuello. Sal de Babilonia y purifícate. Al frente de ustedes irá Yavé. 52, 2. 11 s

Yavé te llama como a la esposa abandonada, que se encuentra afligida. ¿Se puede

Yavé te llama como a la esposa abandonada, que se encuentra afligida. ¿Se puede rechazar la esposa que uno toma siendo joven? Por unos instantes te oculté mi rostro, pero con amor que no tiene fin me apiado de ti. Los cerros podrían moverse, pero yo jamás retiraré mi amor, ni se romperá nunca mi alianza de paz contigo 54, 5 -10

Todos tus hijos serán instruidos por Yavé, y grande será la felicidad de tus

Todos tus hijos serán instruidos por Yavé, y grande será la felicidad de tus hijos. Te mantendrás firme por la justicia y no tendrás que temer la opresión; el terror no se te acercará más. 54, 13 s

Busquen a Yavé ahora que lo pueden encontrar, llámenlo ahora que está cerca. .

Busquen a Yavé ahora que lo pueden encontrar, llámenlo ahora que está cerca. . . Vuélvase a nuestro Dios, que está siempre dispuesto a perdonar. Los proyectos de ustedes no son los míos y mis caminos no son los suyos, dice Yavé. Así como el cielo está muy alto por encima de la tierra, así también mis caminos se elevan por encima de sus caminos y mis proyectos son muy superiores a los suyos. 55, 6 -9

Como baja la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá

Como baja la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá sin haber empapado y fecundado la tierra y haberla hecho germinar, dando la simiente para sembrar y el pan para comer, así será la palabra que salga de mi boca. No volverá a mí sin haber hecho lo que yo quería, y haber llevado a cabo su misión. 55, 10 s