INVOCO Minenguian Apolonio Bartolo Ronquillo mazateco Oaxaca Invoco
“INVOCO” (Minengui´an) ¨Apolonio Bartolo Ronquillo mazateco, Oaxaca Invoco al viento para que nos traiga las nubes y nos caiga la lluvia. Que brote, que florezca, que fructifique nuestro pensamiento milenario, que se extiendan nuestras raíces, que se alarguen nuestras vidas.
Invoco al supremo del universo para que nos siga dando la voz, nos siga dando la luz, nos siga dando el vigor; invoco a nuestra madre la tierra para que nos siga dando el seno, nos siga dando el alimento, nos siga dando el pozol, haga nuestras vidas abundantes.
Invoco al padre sol para que nos siga dando la vista, nos siga dando su luz, su iluminación; invoco a la luna para que nos siga dando fertilidad, nos proyecte, nos reverdezca el porvenir.
Y que el viento nos esparza, que la lluvia nos fecunde, el sol nos ilumine, la luna nos fertilice; que el supremo del universo haga abundantes nuestras vidas.
“VOLVER A QUERER” (Ta jcha'k'an) <> Alberto Gómez Pérez, tzotzil, Chiapas Con hondo dolor y pasión a lo prohibido pregunto: ¿dónde estás eternidad, ficción? Máscaras risueñas se acercan en burla traviesa. Sueños, ansias, puñal cortante que el alma atraviesa, muerte lenta y segura.
Grita el alma ¡ven! La sábana y la almohada responden armoniosas al ritmo del sufrir; vueltas y vueltas en la cama, torbellinos y recuerdos viejos.
Hincado y orando, sentado y bailando al son de la esperanza; ser o no ser, el viajero incansable muere, sufre por ti en el capricho, como tierra seca sediento de agua; vida o muerte lenta puede ser el futuro.
Grita el alma ¡vuelve! Otra vez, caminar inseguro en la oscuridad, manjares jugosos y engañosos que me lleva y me consume; de aquellas palabras de deseo, nada, falsedad escondida en la oscuridad de la noche triste, triste.
“VEN A MI…” ¨Andrés Henestrosa. Ven a mí, acércate más, más cerca. Dame tu mano y por el camino de mi mano pásate y éntrate en mi corazón. Escucha lentamente para que puedas entender estas palabras que en mis labios tiemblan.
Verás mis palabras caer en el aire, como si fueran pequeñas balsas próximas a naufragar su contenido. Acógelas. Sé tú como una blanda orilla de mar a donde mis palabras recalaran. Acércate más, más cerca.
Dame tu mano. En mis historias encontrarás lo que es limpio, lo que es bello, lo que transparente brota de mí como una flor. Acógelas, sé tú como una blanda orilla, donde mis palabras recalaran.
Acércate más, más cerca. Pero ¡ay de mí!, si estando tú en mi corazón, yo abro los ojos y te busco en el viento y en la nube, y otra vez me encuentro solo, completamente solo bajo el viento.
“ENIGMA DE VIVIR” No es verdad que vivimos, no es verdad que duramos en la tierra. ¡Yo tengo que dejar las bellas flores, tengo que ir en busca del sitio del misterio! Pero por breve tiempo, hagamos nuestros los hermosos cantos. “MI HERMANO EL HOMBRE” Amo el canto de zenzontle pájaro de cuatrocientas voces, amo el color del jade y el enervante perfume de las flores, pero más amo a mi hermano: el hombre. Imágenes: Pinturas de Diego Rivera Música: “Ella” Se agradece respetarlo sin alteración Presentación: Carmen Umaña 10/29/2020 9: 20 AM
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