INSTRUCCIONES DE LOS ESPRITUS Llevar a los participantes

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INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS

INSTRUCCIONES DE LOS ESPÍRITUS

Llevar a los participantes a reflexionar sobre la piedad, alertándolos de que no debemos

Llevar a los participantes a reflexionar sobre la piedad, alertándolos de que no debemos cerrar nuestro corazón ante las miserias de nuestros hermanos. Debemos, por el contrario, estimular y fortalecer este sentimiento, que es el resorte propulsor de la caridad. 2

La piedad 17. La piedad es la virtud que más os aproxima a los

La piedad 17. La piedad es la virtud que más os aproxima a los ángeles. Hermana de la caridad, os conduce hacia Dios. ¡Ah! Dejad que vuestro corazón se enternezca ante el espectáculo de las miserias y los padecimientos de vuestros semejantes. Vuestras lágrimas son un bálsamo que derramáis en sus heridas, y cuando a través de una dulce simpatía llegáis a infundirles la esperanza y la resignación, ¡cuánto encanto experimentáis! Es verdad que ese encanto conlleva cierta amargura, porque nace junto a la desgracia. No obstante, así como no posee la acrimonia de los goces mundanos, tampoco es portador de las pungentes decepciones del vacío que esos goces dejan en pos de sí. Es un encanto cuya delicadeza penetrante regocija el alma. La piedad… Cuando se siente intensamente, la piedad es amor. El amor es devoción. La devoción es el olvido de uno mismo; y ese olvido, esa abnegación en favor de los que sufren, es la virtud por excelencia, la que el

Cuando esa doctrina sea restablecida en su primitiva pureza, cuando sea aceptada por todos

Cuando esa doctrina sea restablecida en su primitiva pureza, cuando sea aceptada por todos los pueblos, llevará la felicidad a la Tierra, y hará que reinen en ella la concordia, la paz y el amor. El sentimiento más apropiado para haceros progresar, aquel mediante el cual domináis en vosotros el egoísmo y el orgullo, aquel que predispone vuestra alma a la humildad, a la beneficencia y al amor al prójimo, es ¡la piedad! Esa piedad que os conmueve hasta las entrañas cuando veis los padecimientos de vuestros hermanos, que os impulsa a tenderles la mano para socorrerlos y os arranca lágrimas de simpatía. Por consiguiente, nunca sofoquéis en vuestros corazones esa emoción celestial, ni procedáis como los egoístas empedernidos, que se apartan de los afligidos porque el espectáculo de sus miserias perturbaría durante algunos instantes su alegre existencia. Temed permanecer indiferentes cuando podáis ser útiles. La tranquilidad que se adquiere al precio de la indiferencia culposa es la tranquilidad del Mar Muerto, que oculta en el fondo de sus aguas el fango

Con todo, ¡cuán lejos se halla la piedad de causar la perturbación y el

Con todo, ¡cuán lejos se halla la piedad de causar la perturbación y el disgusto ante los que se espanta el egoísta! Es cierto que el alma experimenta, al contacto con la desgracia ajena, una opresión natural y profunda que estremece todo vuestro ser y lo conmueve penosamente, haciendo que se retraiga en sí mismo. Grande es, no obstante, la compensación cuando conseguís infundir valor y esperanza a un hermano en desgracia, que se enternece cuando una mano amiga aprieta la suya, y cuya mirada, húmeda por la emoción y el reconocimiento, se dirige a vosotros dócilmente, antes de elevarse hacia el Cielo en agradecimiento por haberle enviado un consuelo, un amparo. La piedad es la melancólica pero celestial precursora de la caridad, es la primera de las virtudes que la tienen por hermana, y cuyos beneficios ella anticipa y dignifica. (Miguel. Burdeos, 1862. )

1. - ¿Qué es la piedad?

1. - ¿Qué es la piedad?

R: Es la simpatía espontánea y desinteresada que experimentamos al presenciar el sufrimiento de

R: Es la simpatía espontánea y desinteresada que experimentamos al presenciar el sufrimiento de nuestro hermano. “La piedad es la virtud que más os aproxima de los ángeles; es hermana de la caridad que os conduce a Dios”.

2. - ¿Por qué es necesario que tengamos piedad ante el sufrimiento del prójimo?

2. - ¿Por qué es necesario que tengamos piedad ante el sufrimiento del prójimo?

R: Porque este sentimiento, si es sincero y profundo, nos llevará a la práctica

R: Porque este sentimiento, si es sincero y profundo, nos llevará a la práctica de la caridad, pues nos sensibilizará hasta el punto de desear aminorar el sufrimiento, a través de los medios de que dispongamos. La piedad bien sentida es amor, dedicación, olvido de sí mismo, abnegación a favor de los desgraciados. La piedad es el resorte propulsor de la caridad: no la practicamos sino cuando nos compadecemos del sufrimiento ajeno.

3. - ¿Por qué es común refrenar este sentimiento, evitando encarar el sufrimiento ajeno?

3. - ¿Por qué es común refrenar este sentimiento, evitando encarar el sufrimiento ajeno?

R: Porque el egoísmo y el orgullo endurecen nuestro corazón, generando la indiferencia, la

R: Porque el egoísmo y el orgullo endurecen nuestro corazón, generando la indiferencia, la comodidad, el miedo de ser importunados en nuestra tranquilidad o molestados en los bienes materiales. EGOISMO ORGULLO “El sentimiento más apropiado para hacer que progreséis, dominando en vosotros el egoísmo y el orgullo, aquél que dispone vuestra alma a la humildad, a la beneficencia y al amor al prójimo, es la piedad”. “Temed ser indiferentes, cuando pudieseis ser útiles”.

4. - ¿Nuestros problemas no son más importantes que los del prójimo?

4. - ¿Nuestros problemas no son más importantes que los del prójimo?

R: Sin duda son más importantes pero, muchas veces, en el auxilio al prójimo

R: Sin duda son más importantes pero, muchas veces, en el auxilio al prójimo está el camino para la solución de nuestros propios problemas. Solución “Es consolando que se es consolado”. Auxiliar al prójimo

5. - ¿Por qué Jesús nos orientó para ser caritativos, no juzgando sino, perdonando

5. - ¿Por qué Jesús nos orientó para ser caritativos, no juzgando sino, perdonando y auxiliando siempre?

R: Para que nos librásemos de experimentar el mismo dolor que presenciamos, situación que

R: Para que nos librásemos de experimentar el mismo dolor que presenciamos, situación que la Ley de Dios prevé para los insensibles. Cuando el sufrimiento ajeno no nos sensibiliza, la Orientación Divina estatuye que vengamos a experimentarlo igualmente, para evaluar el dolor del prójimo y nos predispone a ampararlo. (Cairbar Schutel – El Espíritu de la Verdad nº 26). 26

6. - ¿Qué compensación tiene aquél que cultiva la piedad?

6. - ¿Qué compensación tiene aquél que cultiva la piedad?

R: Al contacto con la desgracia de otro, es inevitable que sufra natural estremecimiento.

R: Al contacto con la desgracia de otro, es inevitable que sufra natural estremecimiento. Sin embargo, al compadecerse del hermano en sufrimiento y de él recibir reconocimiento, experimenta una penetrante suavidad que le llena el alma de alegría. “Cuan lejos, entre tanto, se halla la piedad de causar el disturbio, es el aborrecimiento de que se refrena el egoísta (…). Grande, no obstante, es la compensación, cuando llegáis a dar fuerza y esperanza a un hermano infeliz…”

7. - Ante los innumerables problemas que aflige a la Humanidad, ¿cómo escoger a

7. - Ante los innumerables problemas que aflige a la Humanidad, ¿cómo escoger a aquél a quien prestaremos auxilio?

R: A aquél que está más próximo a nosotros, en nombre de la misericordia

R: A aquél que está más próximo a nosotros, en nombre de la misericordia divina.

8. - Nuestra pequeña acción, ¿no sería una gota de agua en el océano?

8. - Nuestra pequeña acción, ¿no sería una gota de agua en el océano?

R: Es posible. Sin embargo, es de muchas gotas que se forma el océano.

R: Es posible. Sin embargo, es de muchas gotas que se forma el océano.

La piedad es el sentimiento divino que nos impulsa al auxilio del prójimo, a

La piedad es el sentimiento divino que nos impulsa al auxilio del prójimo, a la caridad. Todos traemos en el corazón esta centella de amor que precisa de nuestro esfuerzo fraterno para expandirse.

8 0 ¡No te irrites contra tus calumniadores! Son tus bienhechores, que te llaman

8 0 ¡No te irrites contra tus calumniadores! Son tus bienhechores, que te llaman la atención sobre tus errores, reales o posibles. ¡Sigue adelante! El dolor abona nuestra vida para el crecimiento en perfección. El arado que rompe el corazón de la tierra, es el que permite que haya cosechas abundantes. Y las lágrimas fertilizan nuestro corazón, dando la posibilidad a un crecimiento mejor.