III Creo en el Espritu Santo Creo en

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III. Creo en el Espíritu Santo

III. Creo en el Espíritu Santo

Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre

Creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

La tercera parte del Credo está centrada en el Espíritu Santo, del que primero

La tercera parte del Credo está centrada en el Espíritu Santo, del que primero se confiesa su divinidad y después su acción en la Historia de la salvación. El resto del Credo se refiere a puntos importantes de esta acción del Espíritu en la Historia: su acción en la Iglesia, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna. En esta presentación se muestra su naturaleza y acción en cada persona. En el siguiente los demás aspectos.

1. Son muchos los textos en que Jesús habla del Espíritu como una persona

1. Son muchos los textos en que Jesús habla del Espíritu como una persona que actúa con una acción propia Dará testimonio de mí (Jn 15, 26). El Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros (Mt 10, 20) El Espíritu. . . vive con vosotros y estará en vosotros (Jn 14, 17). El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu (Rom 8, 16). Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: "¡Abba, Padre!" (Gal 4, 6). Etc.

2. Que procede del Padre y del Hijo Cuando venga el Paráclito, . .

2. Que procede del Padre y del Hijo Cuando venga el Paráclito, . . . el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí (Jn 15, 26). Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros (Jn 16, 15).

3. Forma parte de la Santísima Trinidad. La palabra de Dios lo presenta en

3. Forma parte de la Santísima Trinidad. La palabra de Dios lo presenta en la misma línea que el Padre y el Hijo. Por eso recibe la misma adoración que el Padre y el Hijo La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén (2 Cor 13, 13). Id y haced discípulos de todas las gentes, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 28, 19) Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: "¡Abba, Padre!" (Gal 4, 6). Elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas (1 Pe 1, 2) Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo (Hch 20, 28).

Elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer

Elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas (1 Pe 1, 2) Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo (Hch 20, 28). Y hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos (! Cor 12, 4 -6).

II. LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO, SEÑOR Y DADOR DE VIDA,

II. LA OBRA DEL ESPIRITU SANTO, SEÑOR Y DADOR DE VIDA,

1. Jesús prometió enviarnos su Espíritu para que nos acompañe y ayude Yo pediré

1. Jesús prometió enviarnos su Espíritu para que nos acompañe y ayude Yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre (Jn 14, 16), Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí (Jn 15, 26). Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho (Jn 14, 26).

2. Jesús, muriendo y resucitando, nos ha conseguido el Espíritu Esto dijo del Espíritu

2. Jesús, muriendo y resucitando, nos ha conseguido el Espíritu Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyeran en él, pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado (Jn 7, 39). Y al decir esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo (Jn 20, 22). Así que, exaltado por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís (Hch 2, 33).

3. Cómo se recibe el Espíritu Santo 1) Pedirlo al Padre Pues si vosotros,

3. Cómo se recibe el Espíritu Santo 1) Pedirlo al Padre Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? (Lc 11, 13) Los cuales, una vez llegados, oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo (Hch 8, 15)

2) Se le da a los que lo obedecen Nosotros somos testigos suyos de

2) Se le da a los que lo obedecen Nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que lo obedecen (Hch 5, 32).

3) Se da a los que han oído la Palabra y han creído En

3) Se da a los que han oído la Palabra y han creído En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Ef 1, 13) Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la Ley o por el escuchar con fe? . . . Aquel, pues, que os da el Espíritu y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la Ley o por el oír con fe? (Gal 3, 2. 3)

4) Se da en el bautismo Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno

4) Se da en el bautismo Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo (Hch 2, 38) Y esto erais algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús y por el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor 6, 11). Por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, tanto judíos como griegos, tanto esclavos como libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu (1 Cor 12, 13). Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios (Jn 3, 5)

4. El bautismo es un nuevo nacimiento como hijos de Dios El viento sopla

4. El bautismo es un nuevo nacimiento como hijos de Dios El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo aquel que nace del Espíritu (Jn 3, 8). Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo (Tit 3, 5)

5. El Espíritu nos introduce en el mundo de Dios y nos va divinizando

5. El Espíritu nos introduce en el mundo de Dios y nos va divinizando Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es (Jn 3, 6). Elegidos según el previo conocimiento de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas (1 Pe 1, 2) Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor ( 2 Cor 3, 18).

6. El Espíritu habita en el creyente. Por eso somos templos del Espíritu. El

6. El Espíritu habita en el creyente. Por eso somos templos del Espíritu. El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros (Jn 14, 17). ¿Acaso no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios está en vosotros? (1 Cor 3, 16) En quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu (Ef 2, 22).

7. Nos hace participar la vida trinitaria Por tanto, id y haced discípulos a

7. Nos hace participar la vida trinitaria Por tanto, id y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 28, 19)

8. El Espíritu nos lleva al Padre y nos hace hijos de Dios Porque

8. El Espíritu nos lleva al Padre y nos hace hijos de Dios Porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre (Ef 2, 18). El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios (Rom 8, 16).

9. El Espíritu certifica y da a conocer que somos hijos de Dios Y

9. El Espíritu certifica y da a conocer que somos hijos de Dios Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: "¡Abba, Padre!" (Gal 4, 6). Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios (Rom 8, 14) El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado (Jn 3, 24). En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu (1 Jn 4, 13).

10. El Espíritu concede todos los dones necesarios para la vida cristiana El fruto

10. El Espíritu concede todos los dones necesarios para la vida cristiana El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí (Gal 5, 22 -23) El Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Rom 14, 17).

11. En concreto capacita para amar con amor divino El amor de Dios ha

11. En concreto capacita para amar con amor divino El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado (Rom 5, 5) Os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios (Rom 15, 30)

12. Anima la esperanza Nosotros, por el Espíritu, aguardamos por fe la esperanza de

12. Anima la esperanza Nosotros, por el Espíritu, aguardamos por fe la esperanza de la justicia (Gal 5, 5) Y el Dios de la esperanza os llene de todo gozo y paz en la fe, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo (Rom 15, 13).

13. Infunde alegría Vosotros vinisteis a ser imitadores nuestros y del Señor, recibiendo la

13. Infunde alegría Vosotros vinisteis a ser imitadores nuestros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con el gozo que da el Espíritu Santo (1 Tes 1, 6). Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo (Hch 13, 52).

14. Capacita para orar Os hago saber que nadie que hable por el Espíritu

14. Capacita para orar Os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios dice de Jesús: "¡Sea anatema!", como tampoco nadie puede exclamar: "¡Jesús es el Señor!", sino por el Espíritu Santo (1 Cor 12, 3) De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles, pero el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos (Rom 8, 26 -27).

15. Capacita para obrar con libertad de hijos de Dios, liberando del legalismo El

15. Capacita para obrar con libertad de hijos de Dios, liberando del legalismo El Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad (2 Cor 3, 17). Pero ahora estamos libres de la Ley, por haber muerto para aquella a la que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra (Rom 7, 6). El cual asimismo nos capacitó para ser ministros de un nuevo pacto, no de la letra, sino del Espíritu, porque la letra mata, pero el Espíritu da vida ( 2 Cor 3, 6).

16. El Espíritu de la verdad nos enseña la verdad El Espíritu es la

16. El Espíritu de la verdad nos enseña la verdad El Espíritu es la verdad (1 Jn 5, 6). Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga y os hará saber las cosas que habrán de venir (Jn 16, 13). Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí (Jn 15, 26). El Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce; pero vosotros lo conocéis, porque vive con vosotros y estará en vosotros (Jn 14, 17).

17. Da a conocer los misterios de Dios Pero Dios nos las reveló a

17. Da a conocer los misterios de Dios Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios, porque ¿quién de entre los hombres conoce las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. . . Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente (1 Cor 2, 1012. 14).

18. Fortalece en la vida cristiana y ayuda en las dificultades Para que os

18. Fortalece en la vida cristiana y ayuda en las dificultades Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu (Ef 3, 16) Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto resultará en mi liberación (Flp 1, 19).

19. Animó el sacrificio existencial de Cristo Anima el sacrificio existencial ¿Cuánto más la

19. Animó el sacrificio existencial de Cristo Anima el sacrificio existencial ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo? (Hebr 9, 14). Para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean como ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo (Rom 15, 16).

20. Garantía de nuestra resurrección futura El cual también nos ha sellado y nos

20. Garantía de nuestra resurrección futura El cual también nos ha sellado y nos ha dado, como garantía, el Espíritu en nuestros corazones ( 2 Cor 1, 22). Pero el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado el Espíritu como garantía (2 Cor 5, 5). Y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo (Rom 8, 23).

21. El Espíritu nos resucitará Si el Espíritu de aquel que levantó de los

21. El Espíritu nos resucitará Si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús está en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que está en vosotros (Rom 8, 11).

1. Pedirlo al Padre Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a

1. Pedirlo al Padre Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? (Lc 11, 13)

2. Vivir según las exigencias del Espíritu Digo, pues: Andad en el Espíritu, y

2. Vivir según las exigencias del Espíritu Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne (Gal 5, 16). Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu (Gal 5, 25). Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu (Rom 8, 5). Vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios está en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. (Rom 8, 9) El deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais (Gal 5, 17).

Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería,

Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones, envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios (Gal 5, 19 -21). El que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna (Gal 6, 8).

3. Orar confianza Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el

3. Orar confianza Orad en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velad en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos (Ef 6, 18) Vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo (Judas 1, 20)

4. Actuar con fortaleza Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu

4. Actuar con fortaleza Porque no nos dio el Señor a nosotros un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y de templanza ( 2 Tim 1, 7).

5. Secundar la verdad dada a conocer por el Espíritu Dios nos las reveló

5. Secundar la verdad dada a conocer por el Espíritu Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios (1 Cor 2, 10)

6. Amar Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios,

6. Amar Queridos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor. (1 Jn 4, 7).

7. Buscadores de la verdad Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de

7. Buscadores de la verdad Cuando venga el Paráclito, que yo os enviaré de junto al Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre. . . (Jn 15, 26).

8. No pecar contra el Espíritu pecando contra la verdad El que blasfeme contra

8. No pecar contra el Espíritu pecando contra la verdad El que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno (Mc 3, 29). ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisotee al Hijo de Dios, y tenga por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado y ofenda al Espíritu de gracia? (Hebr 10, 29) "¡Duros de cerviz! ¡Incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros (Hch 7, 51). Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención (Ef 4, 30).

9. Somos templos de Dios. Respetar el templo ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es

9. Somos templos de Dios. Respetar el templo ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros? (1 Cor 6, 19)

10. Trabajar para ser libres de todo pecado El Señor es el Espíritu; y

10. Trabajar para ser libres de todo pecado El Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad (2 Cor 3, 17). Para ser libres nos libertó Cristo. Manteneos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud. (Gal 5, 1) Porque, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; sólo que no toméis de esa libertad pretexto para la carne; antes al contrario, servíos por amor los unos a los otros. Pues toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo (Gal 5, 13 -14).

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