HAY UNA PALABRA Hay una palabra sagrada verdadera
HAY UNA PALABRA
Hay una palabra sagrada, verdadera, importante, y que sin embargo, muchas veces decimos a la ligera. Esa palabra es “AMIGO”.
La decimos sin pensar a un vecino, al compañero de trabajo, a las personas que circunstancialmente conocemos. La decimos cuando presentamos a alguien que no conocemos mucho, la decimos cuando nos referimos a alguna persona que no “pesa” demasiado en nuestra vida. . .
Es una palabra que se acomoda, queda bien. Pero, a pesar de eso, nosotros sabemos, en nuestro corazón, quiénes son merecedores de esa palabra, de ese título, más importante aún, que todos aquellos llamados “de nobleza”.
Es a ellos a quiénes hoy, quiero decirles lo mucho que me importan, y lo imprescindibles que han sido y que son en mi vida. Y va en mi reconocimiento todo mi amor y la promesa de que sabré corresponder a esa amistad con lo mejor de mi persona, con mis mejores sentimientos.
Ellos son los amigos que están y los que se han ido. Los de la infancia, los de la juventud y los de la edad madura. Los que viven cerca y los que viven lejos. Los que puedo abrazar y decirles lo mucho que los quiero y los que se comunican conmigo a través de mi computadora.
Estos últimos, merecen un capítulo aparte, porque me han acompañado en mis horas de dolor y en las alegres también, sin conocerme. Han llorado y han reído conmigo.
Se enciende mi pantalla y allí están, son muchos, con diferentes nicks, pero con las mismas ansias de compartir, de agradar, de dar. Ellos se entregan sin condiciones, me sirven de oreja, de panacea, y me brindan su amor incondicionalmente. No necesitan “ponerse lindos” para agradar, porque ellos solo muestran su interior, su alma; su corazón.
Va para todos ellos mi amor y mi agradecimiento, y mi deseo de que pasen el mejor “Día del Amigo”. Gracias por estar, gracias por ser, gracias por existir en mi vida. Que tengas un gran día. FELICIDADES
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