FEMINISMO M ngeles Arrez Monllor INTRODUCCIN El feminismo

FEMINISMO Mª Ángeles Arráez Monllor

INTRODUCCIÓN El feminismo es un movimiento político más que una teoría sistemática. Está ligado a la acción y es esencialmente plural. p 3 puntos clave: p n n n p Privilegia la experiencia No puede sistematizarse fácilmente Hace político lo personal Tiene un objetivo principal: acabar con el dominio sistemático del hombre sobre la mujer y entender, explicar y enfrentarse a esta situación para ponerle fin.

INTRODUCCIÓN Las diferencias entre teorías feministas son el resultado tanto de diferencias “intelectuales” entre las mujeres (feminismo liberal, marxista, socialista, radical, cultural, etc. ) como en su experiencia (mujeres occidentales, lesbianas, “feminismo negro”, etc. ). p Muchas denuncian que el discurso esté dominado por las feministas occidentales, de clase media y heterosexuales, pues deja fuera los intereses y expectativas de muchas mujeres. p

INTRODUCCIÓN p 3 cuestiones centrales del feminismo como ciencia social y política: n n n ¿Cómo surgió el dominio masculino? ¿Por qué fue tan ampliamente aceptado? ¿Cuáles son sus consecuencias? p Idea común: la exclusión universal de la mujer de la política tiene un importante peso aquí. La mayoría de los pensadores políticos de Occidente basan sus propuestas en supuestos sobre el género. p Ej: Aristóteles, Kant, Mill.

INTRODUCCIÓN p ARISTÓTELES: define la polis como la asociación soberana, final y más perfecta. Pero lo hace en oposición a lo doméstico como lo otro. p KANT: las mujeres carecen de la racionalidad necesaria para el deber moral. p MILL: no vio cómo la reclusión de la mujer a la vida doméstica restringe su influencia en la vida política.

INTRODUCCIÓN p Kant: A pesar de que algunas mentes están “compuestas de tanta compasión que encuentran placer en repartir felicidad a su alrededor, sus acciones, aunque sean amables y dignas de elogio y admiración, no deben ser tenidas en cuenta”. Las mujeres “evitan la crueldad, no porque sea incorrecta, sino porque es fea. ¡Nada de obligación o deber! (…) Sólo hacen algo porque les complace. (…) Me cuesta creer que el sexo bello sea capaz de principios”. - Principios fundamentales de la metafísica de la moral (1785) - Observaciones sobre el sentido de lo bello y lo sublime (1763)

INTRODUCCIÓN “Lo personal es lo político”. La distinción público/privado: n No significa que los problemas privados, individuales o domésticos deban considerarse públicos. Ni que las virtudes apropiadas para la vida privada y la pública sean las mismas. n Significa ver cada acción con un significado público potencial. Reconocer que las acciones privadas pueden generar desigualdades en la esfera pública y, a la inversa, que las decisiones públicas pueden crear desigualdad en el ámbito doméstico. p

INTRODUCCIÓN El significado de la diferencia p Años 60: feminismo de la igualdad (la diferencia es política) frente a feminismo de la diferencia (la diferencia es ontológica) n IGUALDAD: es la cultura la que impone diferencias entre hombres y mujeres. Hay que alcanzar la igualdad de todos. n DIFERENCIA: existe una identidad femenina que hay que reivindicar y llevar a la esfera pública. p

INTRODUCCIÓN p Años 90: la diferencia entre las mujeres. Sin dejar de rechazar el dominio de lo masculino ni abandonar la división entre igualdad y diferencia, se crea un nuevo debate dentro del feminismo que pone el acento en las diferencias entre las mujeres. - Se discute si se ha de acentuar los que las une o lo que las separa. - Se reclama voz para todas las mujeres.

“FEMINISMO” p 3 críticas del feminismo a las teorías políticas contemporáneas: n n n Bajo la neutralidad sexual puede subyacer la discriminación en razón del sexo. Se mantiene la distinción público/privado y se ignoran las relaciones de desigualdad en el ámbito familiar. El cuidado a los demás y la asunción de las responsabilidades deberían tener más peso en las cuestiones políticas.

I. LA DEFINICIÓN SEXUALMENTE NEUTRAL DE LA DISCRIMINACIÓN Hecho: A pesar de que existen leyes antidiscriminatorias o de que se intentan eliminar las definiciones sexistas, la desigualdad sexual se mantiene. p Motivo: El origen de la desigualdad es más profundo. Está en el dominio que ejerce el hombre sobre la mujer, que hace incluso innecesaria la discriminación. p

I. LA DEFINICIÓN SEXUALMENTE NEUTRAL DE LA DISCRIMINACIÓN p Propuesta (feminismo de la igualdad): eliminar la “consideración de la diferencia (sexual)” cuando sea ilegítima (cuando dé lugar a una discriminación arbitraria). De este modo se han logrado importantes avances, pero su éxito es limitado porque no llega a la raíz del problema: la sociedad sigue estando definida según los intereses del hombre. p Si la desigualdad sexual es un problema, no de discriminación arbitraria, sino de dominación, entonces la solución está en la tenencia de poder. Para que el poder de las mujeres sea efectivo, son necesarios cambios sociales y en las teorías de la justicia.

I. LA DEFINICIÓN SEXUALMENTE NEUTRAL DE LA DISCRIMINACIÓN p Reinterpretación de la justicia: n n Feminismo igualitarista: modificar el concepto de igualdad que está en su base, de modo que reconozca a las mujeres. Feminismo de la diferencia: interpretar la justicia en términos de autonomía, no de igualdad. (Réplica de Ross) p Contrarréplica (Mackinnon): la autonomía implica la igualdad moral: se pueden tener en cuenta los criterios con los que se definen las mujeres si, previamente, se considera que sus intereses y expectativas son igualmente valiosos.

II. LA DISTINCIÓN PÚBLICO/PRIVADO p p p Hecho: a pesar de que uno de los focos centrales de la desigualdad sexual se sitúa en el ámbito familiar, éste ha quedado fuera de la reflexión política. Motivo: se considera que la justicia sólo se refiere a la esfera pública y que el ámbito familiar forma parte de la vida privada. Las feministas reclaman que lo doméstico forme parte del debate político, pues es en la familia donde se gestan muchas de las desigualdades y uno de los ámbitos donde el hombre ejerce su dominio.

II. LA DISTINCIÓN PÚBLICO/PRIVADO p De nuevo, son necesarios cambios sociales y en la teoría de la justicia para lograr que lo privado sea político. n Caso de la tradición liberal: p el único modo de que acabe con la desigualdad es rompiendo con la distinción que mantiene entre lo público/lo privado. p Dentro de esta tradición, la distinción ha sido entendida de dos modos diferentes: § Lo político/lo social § Lo social/ lo personal

II. LA DISTINCIÓN PÚBLICO/PRIVADO (a) El Estado frente a la sociedad civil p Distinción ilustrada por la distinción entre la libertad de los antiguos y la libertad de los modernos: p n El liberalismo entiende la libertad en el sentido moderno y, con ello, p separa el poder público (del Estado) de las relaciones privadas (en la sociedad civil) y p limita la capacidad del Estado para intervenir en la vida privada.

II. LA DISTINCIÓN PÚBLICO/PRIVADO 2 críticas al acento liberal del individuo: p 1. Crítica comunitarista: el liberalismo descuida las condiciones sociales exigidas para la satisfacción de los intereses individuales (Taylor) n Réplica: la visión liberal presupone nuestra sociabilidad natural. La independencia respecto al Estado no significa aislamiento, sino libertad para asociarse con otros para alcanzar fines comunes. p

II. LA DISTINCIÓN PÚBLICO/PRIVADO 2. Crítica feminista: el liberalismo pone el acento en la sociedad, pero no atiende a la vida doméstica que está inserta en ella. p Esto ocurre, p n n p no porque se considere parte de la vida privada, sino porque a los teóricos liberales no les ha interesado acabar con una división sexual que les beneficia. Ojo: no es una crítica exclusiva al liberalismo y es, más bien, una crítica a la distinción entre lo social y lo doméstico.

II. LA DISTINCIÓN PÚBLICO/PRIVADO Crítica feminista a la distinción Estado/sociedad: p Como el liberalismo, el feminismo da prioridad a la vida social sobre la política. Pero: p n n Ni la vida social es tan estable ni capaz de regularse como suponen los liberales. Ni hemos de confiar excesivamente en la posibilidad de que, sin ningún tipo de intervención política, acabe por prevalecer la verdad y la compresión sobre la falsedad y el prejuicio.

II. LA DISTINCIÓN PÚBLICO/PRIVADO (b) Lo social frente a lo personal p Distinción romántica que separa expresamente la esfera social (la sociedad y el Estado) de la privada (lo íntimo). Pone de manifiesto que también la presión social amenaza la individualidad y, por eso, es necesario un espacio de intimidad al margen del grupo social al que se pertenece. p

II. LA DISTINCIÓN PÚBLICO/PRIVADO Crítica feminista al “derecho a la intimidad”: p Al interpretarse como derecho a que el Estado no intervenga en la esfera familiar, ésta queda, de nuevo, fuera del examen de la justicia pública. p Propuesta: que el derecho se aplique también dentro de la familia. p

II. LA DISTINCIÓN PÚBLICO/PRIVADO p La intimidad en la familia queda desatendida: n no porque se considere a la familia el centro de la vida privada, n sino porque se mantiene la idea tradicional de familia, según la cual el hogar familiar es una extensión de la personalidad del cabeza de familia (hombre)

II. LA DISTINCIÓN PÚBLICO/PRIVADO Crítica feminista a la distinción lo social/lo personal: p Como los liberales, la mayoría de las feministas defienden el derecho a la intimidad como el derecho a tener un espacio propio en el que no intervengan los demás. Pero n Reivindican la intimidad al margen de la familia y la vida interior dentro de ella. p

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO La distinción entre los social y lo privado ha hecho que a hombres y a mujeres se les asocie con n diferentes modos de pensar y sentir y n diferentes modos de concebir la moral p La ética del cuidado reivindica que se tenga en cuenta el razonamiento moral desarrollado por las mujeres: p n Ética de la justicia (EJ) frente a ética del cuidado (EC)

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO p Ética de la justicia Aprender principios morales p Razonar según principios de aplicabilidad universal p Derechos y equidad p p Ética del cuidado Desarrollar disposiciones morales p Buscar respuestas apropiadas a cada caso particular p p Cuidado y relaciones

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO 1. Aptitudes morales p EJ: actuar moralmente requiere conocer los principios correctos. p EC: actuar moralmente requiere desarrollar las disposiciones correctas. p n n EJ: aplicar los principios correctos en las situaciones concretas implica poseer las facultades afectivas adecuadas. Réplica: la EJ, aunque reconoce la necesidad de desarrollar tales disposiciones, no se ocupa de ello porque suponen que ocurren en la familia.

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO p 2. Razonamiento moral EJ: hay que buscar principios de aplicabilidad universal. p EC: hay que buscar respuestas apropiadas a cada caso (y, para ello, parece que son suficientes las disposiciones morales) p

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO p EJ: efectivamente, es necesaria cierta sensibilidad para decidir qué rasgos del contexto son pertinentes para la decisión moral. Pero n n p hay casos en los que necesitamos principios generales para determinar qué es relevante y hay casos en los que tales rasgos están en conflicto y necesitamos principios para ordenarlos. Réplica: apelar a principios implica abstraer lo concreto y hace más difícil solucionar el caso.

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO 3. Los conceptos morales p EJ: los principios morales deben atender a los derechos y la equidad. p EC: los principios morales deben atender a la responsabilidad y las relaciones personales. p p 3 formas de diferenciar entre estos conceptos:

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO p Ética de la justicia p Ética del cuidado p Universalidad e imparcialidad p Preservar las relaciones particulares p Respeto a la humanidad común p Respeto a la individualidad peculiar p Demanda de derechos p Aceptar responsabilidades

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO Universalidad – relaciones particulares p EJ: tiende a la universalidad p EC: tiende a la preservación de las relaciones existentes. p p ¿Qué relaciones? Si la EC no quiere ser excluyente, ha de incluir las relaciones con quien no se tiene un vínculo directo. Así, se compromete con un principio de universalidad muy relacionado con el observador imparcial y simpatético.

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO Respeto a la humanidad – Respeto a la individualidad p EJ: Responde a la humanidad común de las personas. p EC: se interesa por el individuo particular, con una historia y una identidad concretas. p p Sin embargo, en ningún caso la distinción es radical: ambas respetan tanto la humanidad común como la individualidad.

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO p Derechos – Responsabilidades EJ: el razonamiento basado en la equidad concibe la preocupación por los otros en términos de pretensiones de derechos. p EC: el razonamiento basado en el cuidado concibe la preocupación por los otros en términos de aceptar responsabilidades. p

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO EC: limitarse a respetar los derechos de los demás deja las personas a su propio cuidado, sin preocuparse por su bienestar. p Réplica: otorgar derechos a los demás confiere deberes a uno mismo relacionados con su bienestar. p p De nuevo, la diferencia entre EJ y EC no es clara.

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO p La diferencia parece radicar en qué toma cada una como fundamento de las pretensiones morales: n EJ: pone el acento en la injusticia objetiva. n EC: lo que nos obliga moralmente es el daño subjetivo.

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO p EJ: mi responsabilidad está limitada por las pretensiones justas de los otros. Nadie puede esperar legítimamente que los demás atiendan todos sus intereses, pues algunos son, exclusivamente, responsabilidad propia. p Vincular las obligaciones morales a los daños subjetivos plantea, al menos, 3 objeciones:

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO p Niega que seamos agentes responsables de nosotros mismos. p Puede entrañar opresión, pues los daños subjetivos pueden estar vinculados a expectativas injustas. p Pone en peligro nuestra autonomía.

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO Autonomía y responsabilidad por los demás p EC: el límite lo marca cada caso particular. p EJ: necesitamos saber, de antemano, cuáles son los límites de nuestra responsabilidad hacia los otros si queremos realizar planes a largo plazo. Tener criterios abstractos que fijen nuestras obligaciones y derechos nos permite tener la predecibilidad y el distanciamiento del contexto necesarios para lograr una autonomía significativa. p

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO p EJ: Existen razones morales para poner el acento en principios abstractos al evaluar las necesidades particulares: n n (1) Para alcanzar una verdadera autonomía, debemos conocer por adelantado cuáles son nuestras responsabilidades, al margen de los deseos particulares sensibles al contexto. (2) Dado que no todos los daños subjetivos dan lugar a pretensiones morales, es necesario saber antes cuáles son éstas.

III. LA ÉTICA DEL CUIDADO p p ¿Dónde radica, entonces, la diferencia fundamental entre EJ y EC? En la consideración de que hemos de ser responsables de nuestros propios fines (autonomía al margen de la responsabilidad por los otros) EC: Pero sólo los adultos capaces lo son y, por lo tanto, esta idea exige excluir a quienes necesitan el cuidado de los otros (y a quienes cuidan de ellos). La distinción entre individuos mantiene la diferencia entre lo social y lo doméstico y, con ello la desigualdad sexual.

BIBLIOGRAFÍA J. Mansbridge & S. M. Okin, “Feminism” en Goodin & Pettit, (1993): A Companion to Contemporary Political Philosophy, Blackwell, Oxford. p W. Kymlicka, “Feminismo” en W. Kymlicka (1995): Filosofía política contemporánea: una introducción, Ariel, Barcelona. p M. Evans (1997): Introducción al pensamiento feminista contemporáneo, Minerva Ediciones, Madrid. p