Es sorprendente la insistencia con que Jess habla

Es sorprendente la insistencia con que Jesús habla de la actitud vigilante y despierta con que debemos enfrentarnos a la vida. Se podría decir que concibe la fe como “un vivir despiertos” que nos libera de la superficialidad y el sinsentido. Florentino Ulibarri Lucas, 12, 32 -48 // 19 Tiempo Ordinario –CComentarios y presentación: Asun Gutiérrez. Música: Mozart. Sinfonía, nº 29.

No temáis, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha querido daros el Reino. Vended vuestras posesiones y dad limosna. Acumulad aquello que no pierde valor, tesoros inagotables en el cielo, donde ni el ladrón se acerca ni la polilla roe. Porque donde está vuestro tesoro, allí está vuestro corazón. El Padre nos regala el Reino, el sueño de Jesús: paz, justicia, acogida, fraternidad, solidaridad…para que lo acojamos y tratemos de hacerlo realidad. Es necesario ir desprendiéndonos de lo superfluo y secundario para poder llenar nuestro corazón y nuestra vida con lo fundamental. No por sacrificio, obligación o deber, sino por la gran alegría de sentirnos más libres y más felices. ¿Qué es para Jesús el tesoro que no pierde valor y recomienda acumular? ¿Coincide con lo que yo acumulo? ¿Dónde, en qué, tengo puesto mi corazón, mis intereses, mis anhelos?

Tened ceñida la cintura, y las lámparas encendidas. Sed como los criados que están esperando a que su amo vuelva de la boda, para abrirle en cuanto llegue y llame. Dichosos los criados a quienes el amo encuentre vigilantes cuando llegue. Os aseguro que se ceñirá, los hará sentarse a la mesa y se pondrá a servirlos. Vigilar es una forma de vivir, es no instalarse. Vivir en esperanza activa. Tener la mirada en la meta sin descuidar el camino. Tiempo de vigilancia y de espera es tiempo de alegría, de trabajo, tiempo de servicio y de responsabilidad, tiempo de discernimiento.

Si viene a media noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos. Tened presente que, si el amo de la casa supiera a qué hora iba a venir el ladrón, no le dejaría asaltar su casa. Pues vosotros estad preparados, porque a la hora en que menos penséis vendrá el Hijo del hombre Ante la llegada de una persona querida, el deseo y la preparación de la espera, del encuentro suponen una inmensa alegría. No saber el momento de la venida de Jesús es motivo de sana inquietud, de confianza y de paz, es saber que cada hora es la ocasión para amarle a él y a l@s demás, que en cada instante resuena su llamada de formas múltiples y variadas.

Pedro dijo entonces: –Señor, esta parábola ¿se refiere a nosotros o a todos? Pero el Señor continuó: –Vosotros sed como el administrador fiel y prudente a quien el dueño puso al frente de su servidumbre para distribuir a su debido tiempo la ración de trigo. ¡Dichoso ese criado si, al llegar su amo, lo encuentra haciendo lo que debe! Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes. La parábola se refiere a nosotr@s, a tod@s. Es una invitación a vivir en actitud abierta y despierta para conocer dónde está el verdadero bien y actuar en consecuencia, Jesús nos recomienda vivir siempre con perspectiva de futuro, sin descuidar la responsabilidad y la ilusión de cada día. Jesús llama dichos@s a quienes saben encontrar y vivir lo fundamental, liberad@s de todo tipo de cargas y lastres pesados e inútiles.

Pero, si ese criado empieza a pensar: “Mi amo tarda en venir”, y se pone a golpear a los criados y a las criadas, a comer, a beber y emborracharse, su amo llegará el día en que menos lo espere y a la hora en que menos piense, lo castigará con todo rigor y lo tratará como merecen los que no son fieles. Jesús puede referirse a su última venida, al momento de nuestra muerte y también a la vida de cada día. Lo importante es aprovechar las múltiples ocasiones que se nos presentan de ver su presencia en su Palabra, en las personas que encontramos en nuestro camino, en los acontecimientos de cada día donde se hace presente.

El criado que conoce la voluntad de su dueño, pero no está preparado o no hace lo que él quiere, recibirá un castigo muy severo. En cambio, el que sin conocer esa voluntad hace cosas reprobables, recibirá un castigo menor. A quien se le dio mucho, se le podrá exigir mucho; y a quien se le confió mucho, se le podrá pedir más La invitación a la vigilancia y a la responsabilidad no puede hacernos caer en el miedo o el agobio. Al contrario, debe llevarnos a la serena y profunda certeza de que estamos en manos del Padre que nos comprende y quiere siempre e incondicionalmente. El objetivo de todo lo que recomienda Jesús no es la renuncia, sino la plenitud de vida. El texto me ofrece la ocasión de reconocer, valorar, agradecer, fomentar…los talentos y cualidades que he recibido. Y también agradecer, elogiar y valorar los talentos y cualidades que han recibido l@s demás. ¿Mis talentos y cualidades me hacen vivir más feliz? ¿Hacen más fácil y feliz la vida de l@s demás?

Vivir lúcida y responsablemente Señor: somos una chispa surgida del fuego de la creación que tu Espíritu sopla y mantiene desde los orígenes, y por unos instantes -mientras tú estás fuera, de bodahemos de iluminar lo que nos rodea. No nos pides ser lumbreras ni soles, ni que nuestra luz sea brillante y cegadora; solo que vivamos con lucidez en tu casa, que es la creación entera que canta y gime, que está de parto y se recrea, cada día. …/… Solo el gozo de la lucidez responsable, del caminar vigilante, del despertar consciente, del amor desinteresado que nos abre y expone es capaz de librarnos del tedio y de conducirnos por el camino de la vida. …/…Tú, hoy, nos propones otro estilo de vida: tomar las riendas, aquí y ahora, en tu ausencia, vivir lúcida y responsablemente más allá de nuestras propias necesidades y esperar, vigilantes, la novedad que viene en la noche… cuando menos se espera. Florentino Ulibarri
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